Arroyo no dejó dudas y gobernará Mar del Plata desde el 10 de diciembre

Arroyo no dejó dudas y gobernará Mar del Plata desde el 10 de diciembre

Ganó las elecciones a nivel distrital con el 47,5% de los votos, contra 36,1% del intendente Gustavo Pulti. El amplio resultado le permitirá tener un escenario favorable en el Concejo Deliberante. El frente UNA quedó tercero con 9,4%.

Mar del Plata tendrá nuevo intendente. Carlos Arroyo, ex director de la Escuela Media 2 y ex jefe de Tránsito de la Municipalidad, se impuso en las elecciones de ayer y el 10 de diciembre empezará a gobernar el distrito.

Arroyo, de Cambiemos, obtuvo el 47,5% de los votos y abortó la posibilidad de que el intendente Gustavo Pulti (Frente Marplatense) se convirtiera en el primer jefe comunal de la ciudad en ser elegido tres veces consecutivas.

Pulti, que alcanzó el 36,1% de los votos, se quedará sin un cargo electivo después de 26 años: fue 18 años ininterrumpidos concejal y durante los últimos ocho se desempeñó como intendente.

Los comicios se celebraron con normalidad y con más agilidad que las PASO (la menor cantidad de boletas influyó en esa dinámica). También hubo una mayor participación que en las primarias (sufragó el 75% del padrón), lo que debe explicarse en las mejores condiciones climáticas.

Lucas Fiorini quedó en tercer lugar con el 9,4% y logró que el frente Unidos por una Nueva Alternativa (UNA) sume representación en el Concejo Deliberante.

El cuarto lugar fue para el progresista Pablo Farías (3,5%) y el quinto para el candidato de la izquierda, Alejandro Martínez (3,2%). Ninguna de las dos fuerzas consiguió el premio menor de acceder al cuerpo legislativo: quedaron por debajo del 8,33% necesario.

En el búnker local de Cambiemos no sólo se alegraron anoche por el triunfo de su candidato a intendente, sino además por las buenas performances en Mar del Plata del candidato a presidente, Mauricio Macri, y la postulante a la gobernación, María Eugenia Vidal. También por otro dato: Arroyo conducirá la ciudad con un escenario legislativo favorable.

El primer análisis es el más obvio: Arroyo, que en las PASO había obtenido el 32,4%, pudo fidelizar casi todo el caudal de votos de su rival del 9 de agosto en la interna de Cambiemos, la radical Vilma Baragiola, que había sumado 19,8%.

La primera en deslizar públicamente lo que se venía fue justamente Baragiola. Poco después de las 20, antes incluso de que hablara Arroyo, indicó que los datos que traían los fiscales eran auspiciosos para Cambiemos y que los votos que conseguía en algunas escuelas duplicaban a los del intendente. "Arroyo está arrollando", dijo con una sonrisa el jefe de campaña, Emiliano Giri, mientras lo aplaudían los seguidores de Cambiemos.

Está claro que la polarización de la elección no le convino a Pulti. Aunque capturó más votos que en 2007, cuando ganó la intendencia (había obtenido 33,9%) y casi tantos como su techo electoral de 2011, cuando abrochó la reelección (39,26%), al intendente no le alcanzó siquiera para aproximarse a Arroyo.

El intendente reconoció la derrota temprano. A las 21.22, anunció que según las mesas testigo Arroyo sacaba más votos e iba a ser el próximo intendente de Mar del Plata. Incluso pidió un aplauso para su rival.

Pulti apuntó el dato que entre las PASO y las generales el Frente Marplatense "creció 12 puntos" (en rigor terminaron siendo menos) y marcó la aproximación del porcentaje total con el de 2011, pero admitió que aun así no le alcanzaba para ganar. "Tenemos mucho dolor y tristeza", dijo, y se puso a disposición de los equipos de Arroyo para comenzar la transición. "La gente ha decidido volver a cambiar", agregó. Y casi a manera de despedida, se mostró "orgulloso" por su gestión. A su lado, la cara de su mujer, Lucila Branderiz, y las de sus colaboradores más cercanos reflejaban el resultado mejor que los números oficiales, que a esa hora no estaban.

Una hora más tarde emergió Arroyo en el escenario del búnker de Cambiemos. Con su hijo Guillermo al lado y flanqueado entre otros por Baragiola, el también radical Mario Rodríguez, el dirigente del PRO Juan Aicega y el referente de la Coalición Cívica Guillermo Castello, Arroyo se mostró sereno y largó: "Esto demuestra que Mar del Plata no tiene dueño". Y enseguida apuntó: "Los únicos dueños son las personas, la gente".

Dijo que en la ciudad se había escrito "una página de oro", y no tardó en dar indicios de lo que será su gestión. Se comprometió a "trabajar para el pueblo, por los más humildes, para que las criaturas coman y los ancianos sean respetados". Mencionó, concretamente, que pretende una ciudad ordenada, limpia y segura. Y después de predecir que se encontrará con dificultades financieras, llegó la promesa de bajar las tasas. Señaló que la menor presión impositiva permitirá que más contribuyentes "se acerquen a cumplir" sus obligaciones.

Les trazó además un límite a los futuros funcionarios: el que no actúa conforme a la ley "va a ser sancionado". Más tarde, en una recorrida por los canales de TV locales, adelantó que un "funcionario judicial" será el jefe de la Policía Local.

El primero en llegar a felicitarlo fue el candidato a diputado provincial del Frente para la Victoria Rodolfo Manino Iriart. Y cuando un periodista le preguntó a Arroyo si el intendente lo había llamado para felicitarlo, el ex director de la Escuela Media 2 se sinceró: "No me puede haber llamado porque no uso celular".

Con fuerza legislativa

El panorama en el Concejo también le sonreirá a Arroyo. Es que con su triunfo contundente ayer logró que la lista de Cambiemos obtenga seis bancas en el recinto, que se sumarán a las otras dos que ya tenía la Agrupación Atlántica (el partido municipal de Arroyo) y, por otro lado, a las cuatro que conserva la UCR. Si los bloques se unifican el escenario es de virtual mayoría propia, con lo que Arroyo no tendría dificultades legislativas para llevar adelante su plan de gobierno. El primer desafío será nada menos que el presupuesto 2016.

Los concejales que ingresarán por Cambiemos el 10 de diciembre son Guillermo Arroyo (hijo del intendente electo), Mario Rodríguez (que logró renovar su banca), Patricia Leniz, Guillermo Sáenz Saralegui (también retuvo su banca), Juan Aicega y Patricia Serventich.

El bloque que en diciembre será oficialismo mantiene aún dos incógnitas. La primera: quién reemplazará a Arroyo (en los papeles, su mandato de concejal concluye en 2017). La segunda: quién suplantará a José Reinaldo Cano, otro de los ediles que concluiría su período legislativo dentro de dos años, que fue anunciado como próximo secretario de Economía y Hacienda de Arroyo.

El Frente Marplatense incorporará cinco ediles: Santiago Bonifatti, Balut Tarifa Arenas, Claudia Rodríguez (que continuará), Marcelo Fernández y Marina Santoro. Además, conserva dos de Acción Marplatense y otros tantos del Frente para la Victoria. La gran incógnita es si unificarán criterios para fortalecer la oposición.

El otro frente que sumó fuerza legislativa fue UNA. A los dos ediles que ya tiene le añadirá otro: Alejandro Carrancio. "Nos estamos consolidando como una nueva fuerza", analizó Fiorini.

Una de las definiciones más importantes sobre el próximo Concejo la dio Guillermo Arroyo: dijo que no será titular del cuerpo. Ni siquiera de su bloque. "Voy a acompañar al intendente", prometió.

Lejos del piso

Al frente Progresistas le costó asimilar el quiebre con el radicalismo. Le ocurrió en todos los niveles, y Mar del Plata no fue la excepción. El candidato a intendente, Pablo Farías, se ubicó cuarto y no sólo eso: quedó lejos del piso para que los candidatos a concejales de su lista tuvieran una chance en el Concejo.

Al Frente de Izquierda tampoco le fue bien. Ni siquiera hubo que esperar los resultados finales para que la ilusión de incorporar concejales, alentada una y otra vez por el postulante a la intendencia, Alejandro Martínez, se esfumara.

A favor del cambio

Mar del Plata eligió el cambio en todos los planos. En el nacional, Macri sacó más votos que el gobernador Daniel Scioli (40% a 32%). En el provincial, los electores del distrito eligieron a Vidal (51%) en detrimento del candidato oficialista, Aníbal Fernández (29%). Y para la quinta sección electoral, la lista de Cambiemos, encabezada por el radical Maximiliano Abad, superó en la puja entre marplatenses a la del Frente para la Victoria, liderada por Rodolfo Manino Iriart. Más atrás quedó la de UNA, liderada por Javier Faroni.

El resultado de Mar del Plata, sumado al de otras ciudades de la zona y sobre todo Tandil, donde también se impuso Cambiemos, inclinó la balanza de la elección seccional a favor del frente conformado por radicales y macristas.

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