GISELLE RUMEAU Buenos Aires

La reforma Judicial impulsada desde el kirchnerismo logró espantar a todo el arco opositor por igual pero no alcanzó para alinear a sus principales dirigentes en una estrategia común. Si bien todos coinciden en rechazar los proyectos de la Casa Rosada en el Congreso, por considerar que se avanza sobre la independencia del Poder Judicial y “se prepara el terreno para la impunidad”, las internas y especulaciones políticas le impedirán mañana a la oposición tener una foto que la muestre unida en Tribunales, durante la presentación del documento contra “la politización de la Justicia”.

Hermes Binner (Partido Socialista), Margarita Stolbizer (GEN), Elisa Carrió (Coalición Cívica) y Fernando Pino Solanas (Proyecto Sur) no irán al acto convocado la semana pasada por la UCR, el PRO, el peronismo disidente y Unión por Todos para “enviar un mensaje de la política argentina a los ciudadanos” (Ver aparte). Una vez más, el factor desaglutinante será el macrismo. Las fuerzas que se niegan a sacarse una foto con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, recuerdan en voz baja que existe en la Legislatura local un proyecto del PRO, presentado por Cristian Ritondo, para limitar en la Ciudad las medidas cautelares que disponen los jueces del fuero contencioso administrativo, similar al que impulsa el Gobierno Nacional. El objetivo es restringir esa atribución que suele ponerle límites a las decisiones de Bolívar 1. Recuerdan, además, las recientes declaraciones de la vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, cuando se quejó por los abusos en la utilización de los recursos de amparo, luego de que la Justicia frenara el aumento de la tarifa del subterráneo. Y destacan, en ese sentido, el doble discurso del PRO.

Hacia afuera, aseguran que la ausencia responde a la idea de no aparecer en una situación de “presión a la Justicia”, como se asegura desde el socialismo.

Estas diferencias pusieron en debate caliente al propio radicalismo que hoy analizará la conveniencia política de mostrarse sin sus posibles aliados del Frente Amplio Progresista y junto al espacio de la centroderecha. Incluso, intentarán mudar el acto al Congreso. Hasta el momento, de nada sirvieron, las gestiones del titular del Comité nacional, Mario Barletta, y del jefe de bloque de los diputados radicales, Ricardo Gil Lavedra, para convencer a Binner y a Carrió. Ayer, la CC, Proyecto Sur, el socialismo y el GEN hicieron rancho aparte y consensuaron un documento en rechazo al plan de reforma judicial del gobierno nacional, en el que advierten que se trata del “más claro ataque al orden democrático” de “las últimas décadas”. (Ver recuadro).

Marcha y cacerolazo

Diferente es la actitud frente a la marcha convocada por los blogueros anti K para este jueves en el Obelisco y la Plaza de Mayo. A diferencia de los cacerolazos anteriores, las fuerzas opositoras ya confirmaron su participación, sin banderas partidarias y con bajo perfil. Ayer, Macri se sumó a la convocatoria, al igual que Carrió (CC) y los diputados Patricia Bullrich, Gabriela Michetti y Federico Pinedo (PRO); Ricardo Alfonsín y Ricardo Gil Lavedra (UCR); Francisco De Narváez y Gustavo Ferrari (Peronismo Disidente). Y para despejar dudas y suspicacias del resto de la oposición sobre su posición, instó a la sociedad a rechazar el paquete de leyes sobre reforma del Poder Judicial a través de un mensaje difundido en las redes sociales, titulado “que nadie se quede callado”.

“Si la Justicia pasa a ser dependiente del poderoso de turno deja de ser Justicia”, expresó Macri. “Esta semana no es como cualquier otra en nuestro país. Se pone en juego la Justicia, y cuando ella está en juego muchas cosas entran en crisis”, enfatizó.

Se refería a que la Cámara alta tiene previsto sesionar el miércoles y el jueves para tratar tres de los seis proyectos enviados por el Ejecutivo: el que amplía la cantidad de miembros de 13 a 19 del Consejo de la Magistratura y establece que seis de ellos serán elegidos por el voto popular directo; la creación de tribunales de Casación para tres nuevos fueros y la limitación de las medidas cautelares.

Como ya lo hizo en las anteriores convocatorias, Macri buscó ponerse al frente de la oposición al convocar la unidad.

“Yo creo que los que somos dirigentes políticos y creemos en la institucionalidad, la democracia, la libertad, tenemos que alzar nuestra voz y demostrar unidad para defender estos valores. Todos. No importa si están en el oficialismo o en la oposición. No valen excusas”, dijo.

En su entorno aseguraron que esta vez participara de la marcha, aunque con bajo perfil. Y que estará mañana en los Tribunales. Por ahora, la foto de mañana será con su espacio y el PJ disidente. Se esperan para hoy la decisión de la UCR.