El plan de Máximo Kirchner de quedarse con el PJ bonaerense choca con los deseos de los intendentes

El plan de Máximo Kirchner de quedarse con el PJ bonaerense choca con los deseos de los intendentes

El hijo de la vicepresidenta avanza en su construcción en la provincia y teje nuevas alianzas para quedarse con el partido.

La política en el principal bastión electoral del país, la provincia de Buenos Aires, encierra entre sus pliegues el avance de Máximo Kirchner y su agrupación, La Cámpora. El diputado nacional apuesta fuerte por quedarse con el control del Partido Justicialista bonaerense, lo que le genera choques con los intendentes que mandan en esa estructura. El despliegue provincial del hijo de Cristina Kirchner incluye alianzas con otros jefes comunales, en una suerte de contrapeso, y una línea directa con el gobernador Axel Kicillof. El devenir político dentro de algunos municipios también aparece entre los intereses del líder de La Cámpora. El juego bonaerense de Máximo Kirchner es generoso en cuanto a frentes abiertos.

La puja por el control del PJ bonaerense es la pelea central. Según pudo averiguar LA NACION, uno de los encargados de trasladar a las autoridades partidarias el deseo del diputado de asumir la presidencia del partido fue el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro. Los intendentes Gustavo Menéndez (Merlo) y Fernando Gray (Esteban Echeverría), lideran el justicialismo provincial, alternándose en la presidencia. Actualmente, el presidente es Menéndez, y el próximo año le toca el lugar a Gray, hasta concluir el mandato el 17 de diciembre de 2021.

"Queremos hacernos cargo y que Máximo sea presidente. ¿Cómo se haría?, renuncian todos", afirmó a LA NACION una fuente conocedora de la vida interna del PJ al resumir la propuesta camporista. La conducción confía en mantener el poder. Se resguarda en su negativa a dar un paso al costado y en un cálculo que establece que solo una mínima parte de los miembros del Consejo del partido accederían a dimitir. Es una cuenta basada en las lealtades políticas de cada uno de los consejeros y sus orientaciones, mayoritariamente lejanas a La Cámpora.

Un asado que tuvo lugar el miércoles, en Lomas de Zamora, después de un acto de inauguración de un hospital penitenciario en el que estuvo el presidente Alberto Fernández, se robó la atención en esta disputa. Máximo Kirchner encabezó esa comida con intendentes y dirigentes peronistas, en la que fue anfitrión el intendente local, Martín Insaurralde, uno de sus aliados más fuertes. Allí, según contó uno de los comensales a la nacion, el jefe del bloque del Frente de Todos en Diputados acusó a los intendentes Menéndez, Gray, y Juan Zabaleta (Hurlingham), de operar en su contra a través de la prensa. Ninguno de los tres estaba en el asado.

Además, agregó la misma fuente, en esa comida Máximo respaldó al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, para que sea el próximo presidente de la Federación Argentina de Municipios (FAM), otro reducto de poder que el peronismo suele disputarse y para el que se rumorea también el nombre de Zabaleta. Si bien fuentes matanceras hicieron silencio ante la consulta de la nacion, otras voces peronistas comentaron que una de las alianzas que teje Máximo es con Espinoza, para respaldarse mutuamente en sus objetivos de conducir el PJ y la FAM, respectivamente.

"Lo del PJ él lo tiene en la cabeza. Pero lo de hoy [por el miércoles] fue miserable, fue una falta de inteligencia política nombrar a los tres intendentes así", evaluó un testigo del almuerzo en Lomas, en el que también estuvo Kicillof.

Tensiones

La pelea por el partido enardeció ánimos. "Es un punto de inflexión, no nos bancamos más esto", señaló, ofuscada, una fuente peronista que asegura que este conflicto es solo la antesala de nuevas peleas, como la de las listas. "El presidente del PJ arma la junta electoral del partido", resumió la fuente para graficar la importancia de la disputa. Añade que el Presidente busca "enfriar" la pelea y que Cristina se mantiene al margen.

En el juego de alianzas que Máximo Kirchner despliega en terreno provincial, Insaurralde es un aliado clave. "Fundamentalmente, la relación de Máximo con los intendentes es a través de Martín. Máximo vino a Lomas varias veces a participar de actividades. El vínculo es súper fluido", explicaron desde el distrito que gobierna Insaurralde y agregaron que el diputado se interesa incluso por temas de política local. "El único vínculo estrecho de Máximo es Insaurralde", subrayaron cerca de otro intendente peronista.

Para una fuente camporista del conurbano, la disputa por el PJ es "especulación". Afirmó que "recuperar puestos de trabajo es lo que más le preocupa a Máximo, y es parte de lo que charla con dirigentes y empresarios". También destacó su presencia en varios municipios: "Tiene trato directo con intendentes, va a actividades en distritos como Quilmes, Lomas, Varela, Pilar". Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes y militante de La Cámpora, es uno de los contactos usuales del diputado. "Hablan seguido, por temas de Quilmes y de política nacional", indicó la fuente.

El interés de Máximo Kirchner por la política municipal aparece con frecuencia. "Es muy receptivo y me ha facilitado procesos con el gobierno nacional. Pero las veces que hablo, rara vez es por fuera de la política local. Conoce el mapa, el gabinete, el Concejo Deliberante", confió a LA NACION un intendente que suele tratarlo.

Un vínculo fuerte del diputado en el mapa político bonaerense es Kicillof. "Tienen trato diario desde siempre. Cuando se decidió que Axel iba a abocarse a la provincia, fue en una charla consensuada con Cristina y Máximo. También fue una decisión coordinada con ellos que la obra pública sea el eje de la gestión", ejemplificaron cerca del gobernador, que en la Legislatura tiene los dos bloques oficialistas a cargo de camporistas.

Además, Máximo Kirchner mantiene una relación históricamente cercana con el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés "Cuervo" Larroque, otro líder de La Cámpora.

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