Sin Massa en Diputados, Moreau ya negocia con la oposición y CFK apura leyes económicas en el Senado

Sin Massa en Diputados, Moreau ya negocia con la oposición y CFK apura leyes económicas en el Senado

La flamante presidenta de la Cámara de Diputados tuvo sus primeros contactos con espadas de la oposición y prepara una sesión para fin de mes. La Cámara alta sancionó una de las leyes que pidió el nuevo ministro y le restan dos más. La interna oficialista, aún latente.

 

Por Mauricio Caminos

Massismo sin Sergio Massa. Con la intención de mostrar cierta continuidad en el funcionamiento general y ya con el tigrense instalado en el Palacio de Hacienda, Cecilia Moreau comenzó en los últimos días a imprimirle su propio estilo a la cotidianeidad de la Cámara baja. La flamante presidenta de Diputados tuvo sus primeros contactos con referentes del arco opositor, puntapié inicial de una negociación que posibilite convocar a una sesión para la última semana de mes.

“Fue una reunión más protocolar y de diálogo general, más que de negociación política”, expresó a elDiarioAR una fuente al tanto de las reuniones en las que Moreau hizo de anfitriona en el primer piso de la Cámara, contiguo al recinto, la semana que pasó. Las citas las coordinó ella misma, con mensajes personales desde su WhatsApp, aprovechando el contacto que en sus años de recorrido parlamentario y político ha hecho con dirigentes de todos los espacios –incluso con referentes importantes de Juntos por el Cambio, sobre todo radicales, a quienes conoce de chica por su padre, Leopoldo Moreau. 

En esas charlas preliminares, la diputada del riñón massista –pero con mucho vínculo con Máximo Kirchner– manifestó su intención de conversar con todos los bloques que componen la Cámara y sin excluir ningún tema. “Dijo que podemos ir pensando en conjunto los temas para una primera sesión”, expresó la voz parlamentaria. El detalle del temario es la gran incógnita, pero se estima que no tendrá alto voltaje político por dos factores importantes: Massa ya le pidió al Congreso cuatro leyes de desarrollo productivo, y la paridad de fuerzas en Diputados restringe muchísimo cualquier avance más político. “Solo buscamos tener un diálogo institucional”, remarcó una importante espada de JxC, antes de que Moreau los convoque a una reunión en el marco de la crisis interna que provocaron las acusaciones de Elisa Carrió.

En sus primeras declaraciones a la prensa, a poco de asumir, la presidenta de Diputados dio pistas sobre cómo se manejará al frente del hemiciclo: reforzó la idea de construir consensos “para avanzar en los proyectos que den respuestas a las necesidades de la gente”. Y también señaló lo “indispensable de trabajar de manera coordinada con el actual equipo económico nacional”.

De las cuatro leyes del temario del ministro de Economía, una ya fue votada por el Senado y otras dos esperan discusión en la misma Cámara alta. El tigrense sumó su primer poroto el miércoles pasado, cuando el hemiciclo que preside Cristina Kirchner –apenas estuvo en la apertura, luego le dejó lugar a la presidenta provisional, Claudia Ledesma de Abdala– sancionó el blanqueo para la construcción. La intención oficial es absorber unos 4.000 millones de dólares para sumar a las arcas del Banco Central. Los otros expedientes bajo el control de la vice son el de bionanotecnología y el de la industria automotriz, que tendrían pronta sanción.

Solo la ley de agrobioindustria se debate en comisiones de Diputados y es la que se negocia para votar en el recinto antes de fin de mes. Es una iniciativa que viene demorada desde el año pasado, estuvo en el temario del fracasado llamado a extraordinarias de febrero pasado y fue defendida por el ahora ex ministro de Agricultura, Julián Domínguez. Se estima que su reemplazante, el secretario massista Juan José Bahillo vaya a la comisión este miércoles.

Las cuatro normas que pidió Massa corresponden a una agenda que el tigrense siempre buscó en sus tiempos de líder de la Cámara, cuando quería sortear la crisis interna del Frente de Todos y rechazaba por lo bajo las iniciativas de carácter político –como la reforma de Consejo de la Magistratura o de la Corte Suprema, obsesiones de Cristina Kirchner–. Sabía que el escaso número de 118 diputados oficialistas chocan inevitablemente con la pared opositora: JxC más los libertarios, el Interbloque Federal y Provincias Unidas ya demostraron que pueden sumar al menos 132 votos para imponer cualquier tema, como cuando sacaron la Boleta Única de Papel. 

La tensión oficialista

La tensión interna en el FdT, sin embargo, está latente. Por fuera de lo que pidió Massa, recientemente también el kirchnerismo buscó marcar agenda. La senadora cristinista Juliana Di Tullio finalmente presentó su proyecto de refuerzo de ingresos para erradicar la indigencia, buscando alcanzar a 1,7 millones de personas en esa situación y que no cobran ningún plan estatal. La intención es que cobren un monto similar a la canasta básica, significando un costo fiscal de 0,09 PBI de lo que resta del 2022 y 0,44 del año siguiente. Rápido de reflejos, La Cámpora a través de Andrés Larroque motorizó una declaración pública de apoyo a la ley “para reducir la indigencia y combatir el hambre”. Un legislador de diálogo con el Cuervo se mostró expectante ante este medio: “Esperamos que el Senado apruebe el Refuerzo de Ingresos, y cuando eso ocurra trabajaremos para que lo apruebe Diputados”.

Según recogió elDiarioAR, Di Tullio conversó al respecto con el dirigente Juan Grabois, que enojado por los primeros anuncios de Massa amenazó con que su espacio de diputados –el Frente Patria Grande– rompa con el FdT. La fractura interna está aún pendiente de resolverse, aunque armarían un bloque propio dentro del oficialismo, que pasaría a ser un interbloque, como funciona en el Senado, para no darle a JxC la primera minoría. 

“Esta ley es un primer paso, pero como sabemos que los trámites parlamentarios demoran, necesitamos que el ministro anuncie alguna medida concreta para los más pobres”, se quejó uno de los legisladores oficialistas vinculados al líder del MTE. Grabois, quien levanta las banderas del salario básico universal, la semana pasada mostró un sugestivo silencio público. Cerca del ministro de Economía, evitaron responder directamente sobre cualquier medida social de ese tipo, pero la bajada de línea de Massa es no abrir más la billetera. “Necesitamos ordenamiento fiscal, no se puede gastar más que lo presupuestado en el año”, se limitaron a responder a este medio.

Otra estocada del kirchnerismo fue el encuentro organizado entre los bloques parlamentarios del oficialismo con PyMEs para tratar el proyecto de ley de creación del Fondo para pagarle al FMI. Una señal: el mitín fue el miércoles en Pasos Perdidos, en pleno Diputados, y no en comisiones, donde duerme la iniciativa que tiene media sanción del Senado. “Eso no tiene ninguna viabilidad y nunca jamás el Ejecutivo manifestó su apoyo, ni la AFIP, Guzmán en su momento ni el Banco Central. Ni siquiera cumple con las reglas internacionales mínimas”, apuntó a elDiarioAR el presidente de uno de los bloques opositores. “No vamos a apoyar ningún impuesto nuevo”, ratificó otra voz en la oposición. Entre otros, en el acto estuvieron desde el senador Oscar Parrilli, mano derecha de Cristina Kirchner, hasta el diputado Germán Martínez, jefe del bloque oficialista y autodefinido un “peronista y kirchnerista, sin contradicción”.

Martínez ya se reunió con el flamante diputado Juan Marino, quien ocupó la banca que dejó libre Massa y dicen que ha tenido jornadas de hasta 12 horas en la Cámara. En los próximos días, será Moreau la que reciba al legislador del Partido Piquetero y con terminales en La Cámpora. En su entorno señalaron que tuvo una “buena recepción” en el bloque oficialista.

Parrilli, Heller y Martínez, en el centro, durante el debate en Pasos Perdidos por el Fondo para pagarle al FMICosechar lo sembrado

Moreau, entonces, intenta cosechar lo sembrado por su jefe político, o al menos arar la tierra parlamentaria con la misma estrategia. Una agenda “light”, que por ahora pasa por comisiones: la semana que pasó se discutió con especialistas la moratoria previsional, el proyecto sobre Comités Mixtos de Trabajo para consolidar el derecho a un ambiente laboral seguro y saludable, se dictaminó la ley de Enfermería y se avanzó en la norma de “Alcohol cero al volante”.

Junto con la ley de agrobioindustria –busca fomentar la producción de cereales y oleaginosas, la avicultura y vitivinicultura, los lácteos, los molineros cerveceros, y los productores porcinos, arroceros y algodoneros– en la sesión de fin de mes se incluiría el proyecto de Consenso Fiscal 2021, que la semana pasada fue aprobado por el Senado y que las comisiones de Diputados dictaminarían la semana que se inicia o la siguiente. También se podría incluir el proyecto de Enfermería y la iniciativa que busca gestionar sobre los neumáticos fuera de uso.

Recién en septiembre habrá platos fuertes en lo político, cuando llegue el primer borrador massista del Presupuesto 2023. Una jornada especial será la del 14 de ese mes, con la demorada exposición de Juan Manzur como jefe de Gabinete: tras la salida de Massa, el funcionario aprovechó para pedir una postergación por “el gran volumen de preguntas realizadas” por los diputados, lo que le valió una moción de censura del radical Mario Negri para removerlo del cargo.

Moreau también se aseguró de mostrar otro rasgo de continuidad massista en el funcionamiento de la maquinaria parlamentaria, tal como publicó elDiarioAR días atrás. Todos los nombres que estaban con Massa en las distintas secretarías parlamentarias –principalmente Juan Manuel Cheppi, el secretario general que custodia la firma del presidente y los tiempos de la Cámara– siguen en el mismo cargo. “Eso es importante porque significa que no se van a alterar los ritmos de los trámites internos”, entendieron en Diputados.

Otro casillero confirmado es el de la Secretaría Parlamentaria, donde reside Eduardo Cergnul, un experimentado en leyes y normativas y apoderado del Frente Renovador; es decir, un massita puro. La prosecretaria parlamentaria también continúa siendo la peronista Ana Laura Lozano. Por último, con la Secretaría Administrativa bajo la tutela de Martín Rodríguez, y la Prosecretaría, con Luis Samyn, la caja sigue en manos de La Cámpora.

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