El gobernador y Juan Schiaretti aceleraron la rosca entre las provincias. Una apuesta a un bloque amplio para condicionar a Javier Milei. El impacto local.
Por Yanina Passero
El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, cree que dio un paso fundamental en su promesa de darle al cordobesismo una impronta nacional en el Congreso. Por primera vez, el frente que selló en Buenos Aires con Maximiliano Pullaro, Ignacio Torres, Carlos Sadir y Claudio Vidal, con el compromiso de palabra de Gustavo Valdés, permitirá al armado quitarse el mote de “provincial”.
Las elecciones intermedias siempre fueron un dolor de cabeza para el oficialismo cordobés. Una o dos bancas era el objetivo, además de no pasar papelones. En el nuevo escenario de los gobernadores, la expectativa de máxima es conseguir un bloque entre 20 y 25 integrantes en la Cámara de Diputados que se convierta en un actor central en la suerte de las negociaciones que tenga que emprender el presidente Javier Mileipara hacer las reformas prometidas.
“En la elección de octubre no vamos a ver la polarización de siempre”, concluían en el Panal, como se conoce a la casa de gobierno mediterránea.
El apuro de Martín Llaryora y Juan Schiaretti
Con 2027 en el horizonte, el espacio cuenta con nombres de recorrido para pelear el sillón principal de la Casa Rosada. La ambición del proyecto es inmensa y tiene a Llaryora y a Juan Schiaretti como los actores más apurados en la movida, según pudo saber este portal con distintas fuentes consultadas que estuvieron en la rosca de la Casa de Chubut.
El razonamiento es sencillo: Llaryora se encaminaba a una derrota en manos de La Libertad Avanza en octubre y el tres veces gobernador no podía permanecer ajeno para cuidar el brillo de su bronce. El marco federal les da garantías a ambos y un colchón para socializar, en caso de que haga falta, la derrota.
No obstante, el largo recorrido se plantea por etapas y la concretada este miércoles por la noche tendrá repercusiones en todo el tablero. En lo que respecta a Córdoba, la política local amaneció con la convicción de que Schiaretti encabezará la lista del cordobesismo para la Cámara de Diputados.
Juan Schiaretti y Martín Llaryora apuraron el frente opositor
El exgobernador participó de la reunión de los cinco gobernadores que anunciaron el frente electoral. Las especulaciones recién comienzan.
¿El paso que faltaba para tomar una decisión? En la mesa chica del fundador de Hacemos ya dan por hecho la candidatura del “Gringo”, con las precauciones del caso.
El juego coordinado entre los gobernadores podría sumar otros actores que formaría un gran bloque federal en el Congreso y colocaría al veterano peronista en un rol que compite con el de Miguel Ángel Pichetto, otrora socio en la siempre frustrada vía del medio y hoy jefe de la multicolor bancada Encuentro Federal, donde revistan las espadas legislativas del cordobesismo.
A pesar que el cronograma electoral ya está encima, Schiaretti seguirá abonando su estrategia primaria. Este fin de semana, por ejemplo, Letra P pudo saber que la provincia de San Juan festejará la conformación de Hacemos en la tierra natal de la senadora Alejandra Vigo.
Será una discusión posterior qué nombre llevará el bloque de gobernadores. Ya hay un equipo de comunicación trabajando en el nombre y los colores. “Federal tiene que estar”, suman a la lluvia de ideas desde el cordobesismo.
El impacto en la UCR de Córdoba
El acuerdo provincialista ofrece un marco seguro para Llaryora, que mide cada uno de los pasos de baile que da con el gobierno de Milei. También, empuja a Schiaretti a poner el cuerpo pese a que siempre sostuvo que un papa no puede ser obispo. Lo cierto es que este andamiaje sorpresivo de gobernadores dialoguistas, pero opositores a La Libertad Avanza, empuja a su mentor político a jugar en el barro como todos.
En Córdoba, la situación aporta previsibilidad. El radicalismo de Rodrigo de Loredo hace tiempo que plantea que el exgobernador forzaría un escenario de tercios en la provincia que, en caso de que la UCR no lograra un ensamble con la tropa libertaria, pondría al diputado en una situación un poco más favorable.
Maximiliano Pullaro no incidiría en el armado de Córdoba
Por estas horas, el centenario partido dirime su interna por las candidaturas. La Justicia Federal ratificó la interna y fijó el 10 de agosto como fecha para la compulsa entre el deloredismo y el antimileísmo que expresa en la UCR el sector de Ramón Mestre. La participación del santafesino Pullaro en el frente -hombre de Evolución, espacio que integra Marcos Ferrer, el presidente del partido local, y del que De Loredo se apartó tras el ascenso de LLA a poder- no tendría impacto en Córdoba.
“Ferrer está a muerte en el juego de Rodrigo”, aseguran voces encumbradas. En una lectura rápida, el cordobesismo no tendría más radicalismo para aportar que el que ya tiene desde la ronda electoral provincial de 2023.
Lo cierto es que este frente transversal de gobernadores podría ser la coartada perfecta para algunos sectores que ya dijeron que no quieren saber nada con Milei, como los exintendentes Mestre (Córdoba) y Juan Jure (Río Cuarto).
El factor Natalia de la Sota
El peronismo no está exento de problemas. Como contó este portal, podría dividirse en cuatro. Dos listas del espectro kirchnerista; otras dos, del mundo cordobesista. Natalia de la Sota sigue firme en su convicción de presentar su propio frente el 7 de agosto con Libres de Sur y el massismo en calidad de acompañante informal.
Natalia de la Sota inscribirá su frente el jueves 7 de agosto
La diputada mantiene su posición en el tablero, mientras observa que quienes cambian de lugares y de frentes serían los otros, según se desprende del análisis de su entorno.
Por estas horas no hay contacto con el Panal, aunque las versiones que se escuchan son de lo más desopilantes. La ultima es que se le ofrecería a De la Sota el cuarto lugar y que Myrian Prunotto sería la segunda de Schiaretti, en plan testimonial. De esta mantera, la hija de José Manuel de la Sota tendría su acceso a la cámara baja asegurado.
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