El llamado al diálogo del Gobierno, entre la intención de “bajar los decibeles” y la interna de JxC

El llamado al diálogo del Gobierno, entre la intención de “bajar los decibeles” y la interna de JxC

El ministro del Interior, Eduardo de Pedro, mantuvo conversaciones reservadas con dirigentes de la oposición para sumarlos a la iniciativa. Allí hay desconfianza, pero también diferencias entre las alas moderadas y las más duras. A la par, el bloque opositor rechazó sumarse a la sesión convocada en el Senado para repudiar el atentado a CFK. La misa en Luján que motoriza un intendente K y la convocatoria en Parque Lezama.

 

Por Mauricio Caminos

La convocatoria al diálogo para “reencauzar la convivencia democrática” que ayer se transmitió desde el despacho de Eduardo “Wado” de Pedro –el único camporista en el gabinete de Alberto Fernández– tuvo respuestas contrapuestas del otro lado del mostrador. La interna propia de JxC, principalmente en el PRO entre el ala más dura y los moderados, se hizo eco de la iniciativa del ministro.

En el Ministerio del Interior aseguraron a elDiarioAR que las conversaciones con la oposición efectivamente existen, pero que hay cierto “pacto de silencio” para que aún no se conozcan efectivamente los detalles de los términos conversados. “No habrá una reunión pública ni una foto, pero Wado está hablando por teléfono y manteniendo reuniones presenciales”, apuntaron en el círculo de confianza del funcionario. Anoche, elDiarioAR pudo saber de fuentes del ministerio que De Pedro habló con los radicales Gerardo Morales y Emiliano Yacobitti y con el jefe de la bancada de la Coalición Cívica (CC) en Diputados, Juan Manuel López. En PRO, tanto desde Horacio Rodríguez Larreta, como de Patricia Bullrich, negaron haber sido contactados.

En paralelo a la iniciativa que impulsó Wado, desde otras usinas kirchneristas ayer mismo se motorizó un movimiento de pinzas que más que tender una “mano amiga” pareció busca exponer y dejar en evidencia a JxC sobre qué postura tomar frente al atentado a Cristina Kirchner: el Senado convocó para hoy a una sesión especial que votará una resolución condenando el ataque a la vicepresidenta –la oposición ya dijo que no asistirá– y el intendente de Luján, Leonardo Boto, invitó a una “Misa por la Paz y la Fraternidad” en la basílica para el sábado. 

Hasta esa localidad bonaerense irán representantes de los movimientos sociales kirchneristas y miembros del gabinete nacional, según confirmaron a este medio. Hay expectativa sobre qué hará el Presidente. Al menos Wado, entre otros funcionarios albertistas como Gabriel Katopodis, estará presente. La oposición, no.

“La misa en Luján va en línea con nuestra convocatoria al diálogo”, señalaron en Interior, donde agregaron que se busca “un marco de acuerdo de toda la política para tranquilizar a la gente”. 

Además de la política, Wado también quiere tender puentes con los empresarios –puntualmente la UIA–, la CGT y los movimientos sociales. elDiarioAr contactó a distintos voceros de dichos sectores, donde dijeron que hasta ahora tampoco habían sido convocados. “El llamado público que hicimos fue un primer gesto desde el oficialismo para bajar los decibeles”, justificaron en el entorno de Wado. 

Incluso defendieron la movilización que el Frente de Todos porteño hará el sábado en Parque Lezama “para cuidar a Cristina”. “Nuestro diálogo no plantea que los partidos políticos pierdan su identidad, nuestras diferencias político-ideológicas es obvio que están y existen”, dijo la fuente.

La posición opositora

Los contactos del Gobierno con la oposición no serían con todo JxC, sino “con algunos sectores”. Ya el domingo pasado este medio reveló que tanto Morales, Yacobitti, como el senador Martín Lousteau y la larretista María Migliore –ministra de Desarrollo y Hábitat de la Ciudad– se comunicaron con el entorno de CFK para transmitirle su solidaridad por el intento de magnicidio. Son todos dirigentes del ala de las “palomas” –cuyo máximo exponente es Larreta, aunque últimamente busca endurecer su discurso–, cada vez más enfrentados a los “halcones” que encarna, principalmente, Bullrich.

“El único ámbito de diálogo al que nosotros podemos ir es el Congreso”, planteó ante elDiarioAR una importante espada legislativa macrista al tanto de las conversaciones en la mesa chica de PRO. El dirigente, a su vez, descartó que haya contradicción con la actitud que mostró el bloque macrista el sábado pasado en Diputados, cuando los legisladores se levantaron del recinto luego de que se aprobara una declaración en repudio al atentado.

De hecho, ayer por la tarde, apenas se conoció la propuesta de Wado, el primero en plantarse vía Twitter fue el radical Mario Negri, jefe del bloque de la UCR y uno de los que se quedó en el debate en la Cámara baja. “No he recibido una convocatoria oficial a una mesa de diálogo de parte del Gobierno hasta ahora. Pero creo que hay que tener mucho cuidado. Venimos de mucha tensión en las últimas semanas y sería bueno que el ministro Wado de Pedro se retracte de los mensajes brutales que hizo contra la oposición, los medios y la Justicia”, advirtió el cordobés, de trato directo con Macri.

Detrás suyo se conoció la decisión del bloque cambiemita en el Senado. Creen “suficiente” la foto que hubo el mismo jueves a la noche del ataque, cuando sus senadores y los oficialistas leyeron una declaración conjunta en repudio al intento de magnicidio. La unidad política apenas duró el instante de un flash fotográfico.

“La posterior decisión del oficialismo de abandonar ese camino, politizar el hecho e intentar responsabilizar a la Justicia, los medios y la oposición como instigadores del hecho, indica la necesidad de evitar mayores niveles de confrontación y crispación social, con miras a favorecer la paz social”, se lee en el comunicado de JxC en el Senado que circuló por la tarde del miércoles para adelantar que no estarán en la sesión a la que convocó el FdT, y donde la vicepresidenta podría ser protagonista. 

Desde el entorno de la vice no descartaron que ella misma presida la sesión, luego de haber vuelto esta semana a su despacho en la Cámara alta.

Este medio supo de dos fuentes opositoras que fue Bullrich quien motorizó la estrategia de los diputados de PRO del sábado y que ahora emularon los senadores. La ex ministra de Seguridad tuvo la venia del propio Mauricio Macri, quien incluso mantuvo chats al respecto con otros socios de JxC que se quedaron en la sesión. Anoche en TN la ex funcionaria nacional lanzó sobre la convocatoria del Gobierno: “En un clima de acusaciones como hemos recogido, la radicalización y ley del odio, ellos tendrían que pedir disculpas”.

En el universo Larreta buscaron no quedarse atrás, en disputa con Bullrich por la carrera electoral. Entre ellos hay diálogo “roto”. “¿Cuántas veces anunciaron una convocatoria a la oposición y después la critican en todos los discursos?”, se preguntó un vocero de la Ciudad, pese a que por lo bajo el jefe de gobierno es más moderado. “Horacio no tiene mucho margen para mostrarse dialogando con el Gobierno”, consideró otra voz macrista.

La misa en Luján

En JxC tampoco prendió la misa del sábado a las 13 en Luján, a la que fueron convocadas “todas las fuerzas políticas y sus representantes”, según la invitación que lanzó el intendente kirchnerista Boco. “La convocatoria se enmarca en la Carta a los Obispos recientemente publicada por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA)”, indicó el municipio a través de un comunicado, aunque detrás de la invitación hay una fuerte impronta oficialista.

Son motores importantes las organizaciones sociales nucleadas en la UTEP, antes conocido como “los Cayetanos”: el Movimiento Evita de Emilio Pérsico, Somos-Barrios de Pie de Daniel Menéndez, y el MTE de Juan Grabois, muy cercano al Papa Francisco.

El llamado original de la Iglesia se hizo a través del Episcopado, pero no convocó puntualmente a la misa en Luján, sino que se limitó a pedirle a sus fieles “rezar por la paz y fraternidad entre todos los argentinos y argentinas”, tanto en oficios religiosos para el sábado como para el domingo. 

Como sea, en la oposición parece haber poco eco para apoyar públicamente cualquier declaración que los ligue al kirchnerismo. Cerca de un importante legislador radical encontraron una excusa a tono para también rechazar la convocatoria a la misa: “El diputado no es católico”.

 

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