El PRO, los libertarios y el peronismo se disputan la ciudad de Buenos Aires en una elección inédita con impacto nacional

El PRO, los libertarios y el peronismo se disputan la ciudad de Buenos Aires en una elección inédita con impacto nacional

Los Macri ponen a prueba la hegemonía frente al avance de los Milei, una lucha que le abrió una oportunidad al PJ en un escenario atomizado. Leandro Santoro, Manuel Adorni y Silvia Lospennato encabezan las preferencias. Horacio Rodríguez Larreta mide su reinserción en el sistema tras su fallida candidatura presidencial.

Por: Federico Mayol.

En un clima de máxima tensión entre Javier Milei y Mauricio Macri, agravado por la caída del proyecto de Ficha Limpia, y un escenario inédito de atomización en la oferta electoral, el PRO intentará este domingo contrarrestar el avance de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas de la ciudad de Buenos Aires, una disputa por el electorado del centro hacia la derecha que le abrió al peronismo la posibilidad de un triunfo en un distrito que le fue muy esquivo en las últimas dos décadas.

Cuando el jefe de Gobierno, Jorge Macri, decidió desdoblar los comicios -el 2015 fue la última vez que se separó el calendario en la ciudad- en un intento por municipalizar la discusión, provocó el efecto contrario: transformó una elección a legisladores en una instancia decisiva para el sistema político, con trascendencia nacional y un impacto directo en la relación LLA-PRO.

El sprint final de campaña evidenció una escalada nunca antes vista en la relación entre el Presidente y el ex mandatario, que deberán resolver desde este lunes si se sientan o no a negociar un acuerdo electoral en la provincia de Buenos Aires para enfrentar juntos en octubre al kirchnerismo. Por la magnitud de la disputa porteña y las serias acusaciones cruzadas -“amarillos fracasados”, achacó un Milei desencajado en el acto cierre del pasado miércoles-, esa instancia de negociación quedó suspendida a la espera del resultado de hoy.

Los Macri anunciaron el desdoblamiento con el argumento formal de la municipalización del debate electoral. En realidad, lo hicieron para tratar de preservar el distrito emblema que el PRO gobierna ininterrumpidamente desde el 2007 del avance de la LLA, y contener la crisis partidaria. Javier y Karina Milei definieron entonces confrontar al ex presidente y al jefe de Gobierno, postularon a Manuel Adorni como cabeza de lista, un candidato muy conocido y bien identificado con el proyecto libertario, y Milei se involucró de lleno en la campaña, con fuerte presencia en las últimas dos semanas. Una apuesta audaz, y agresiva: de la performance de este domingo dependerán, en buena medida, las alianzas a futuro y la estrategia en el armado de la Secretaria General de la Presidencia, en particular en territorio bonaerense, donde últimamente cruje la interna con el sector que lidera Santiago Caputo.

Karina Milei y Santiago Caputo

En las elecciones ejecutivas del 2023, Jorge Macri alcanzó el 49,67% de los votos; Leandro Santoro, el principal candidato del peronismo este domingo, el 32,27% de los votos, y Ramiro Marra, ahora enfrentado al gobierno, el 13,78%.

En esa elección, el PRO todavía era parte de una coalición de partidos con la UCR y la Coalición Cívica, que ahora presentaron listas por separado, y La Libertad Avanza aún no había podido hacer demasiado pie en un distrito dominado por la hegemonía histórica del macrismo.

La suspensión de Milei de su viaje a Roma para la coronación del Papa León XIV desencadenó todo tipo de especulaciones. Sumado también a la atomización electoral, a los indecisos y al voto útil, y al antecedente de las primeras cinco elecciones del año -Santa Fe, Chaco, Jujuy, Salta y San Luis-, en las que se registró un notorio aumento de ausentismo. La muy caliente disputa entre el gobierno y el PRO, azuzada por las durísimas acusaciones por el traspié de Ficha Limpia -“los argentinos te creyeron a vos, Silvia”, dijo Macri en el acto de cierre del jueves-, y el involucramiento de Milei en la campaña de Adorni aportaron en las últimas horas una cuota de incertidumbre en torno al impacto que podría haber tenido en estos días, y la posibilidad de haber torcido la balanza hacia uno u otro lado.

Silvia Lospennato, los primos Macri y el resto de los candidatos del PRO

Para los Macri, el desafío es crucial. El ex presidente, que se paseó como nunca en las últimas semanas por los medios de comunicación con un discurso algo errático y de abierta confrontación con Milei, es consciente de que de esta elección depende gran parte de su futuro político, y que un resultado magro puede inaugurar una diáspora de dirigentes supuestamente afines, en especial en territorio bonaerense, hacia las puertas de La Libertad Avanza. Por el contrario, una buena performance, por encima del gobierno, puede darle algo de oxígeno frente a la guerra fría planteada por la Casa Rosada.

En el caso del jefe de gobierno, el dilema también es de magnitud porque a partir del lunes deberá sentarse a negociar otra vez con sus ex aliados de la ex coalición de JxC, con LLA y el peronismo en la Legislatura de cara a la segunda mitad de su mandato. La performance de hoy del PRO también puede traer aparejadas consecuencias directas sobre el gabinete porteño.

A ese contexto de incertidumbre electoral y política, con 17 candidatos en cancha, se sumó la postulación de Horacio Rodríguez Larreta, una piedra en el zapato para el PRO que tuvo que dedicar las últimas semanas a diferenciarse del ex jefe de gobierno. El ex precandidato presidencial desplegó una campaña de rechazo a la gestión de Macri, consciente de que la obtención de un buen resultado colaborará con una profundización de la crisis del partido que conduce el ex presidente.

Horacio Rodríguez Larreta y parte de su equipo de campaña

Entre Rodríguez Larreta y Macri existieron conversaciones hace algunos meses, pero no llegaron a buen puerto. “Mauricio lo trató otra vez como jefe. Se podría haber hecho un acuerdo”, confirmaron cerca del ex jefe de gobierno. Para el PRO, el avance feroz de LLA en su casa matriz y la postulación de Rodríguez Larreta se aglutinaron en un combo dificilísimo de sortear. Sumado, además, a la dispersión de candidatos que pescan en una misma pecera, como Paula Oliveto, de la Coalición Cívica, o Lula Levy, de Evolución radical, que exhibieron el quiebre en la ex coalición de partidos que fomentó el PRO desde el 2015 y hasta las últimas elecciones del 2023.

En el caso del electorado libertario, es una incógnita cuál será el impacto de Marra, que fue expulsado por orden de Karina Milei del esquema oficial.

Leandro Santoro

Esa atomización de la oferta antiperonista dejó a Santoro en las puertas de un posible triunfo, un escenario inédito si se tiene en cuenta que el kirchnerismo no logró instalar una propuesta atractiva para el votante porteño en las últimas décadas. Apadrinado por Juan Manuel Olmos, el presidente de la AGN que consensuó con Cristina Kirchner y La Cámpora una campaña “deskirchnerizada” a cambio de la lapicera para las listas nacionales de octubre -la ciudad renueva senadores-, Santoro desarrolló una estrategia unipersonal, centrada en su figura, en los problemas de la gestión porteña y en clara confrontación al proyecto libertario.

Olmos concentró el armado e intentó contener a todos los sectores. No pudo, sin embargo, desalentar la postulación de Juan Manuel Abal Medina -bien visto por la Casa Rosada- y de Alejandro Kim, auspiciado por Guillermo Moreno.

Nunca en la ciudad de Buenos Aires una elección legislativa tuvo tanto nivel de repercusión, y nunca una campaña local se vio tan alterada por un enfrentamiento como el que el PRO y La Libertad Avanza mantienen desde hace meses en el distrito que Macri siente como propio. Desde que desembarcó en el 2007, el PRO nunca perdió una elección en la capital. Desde allí, el ex presidente proyectó su liderazgo a nivel nacional, y construyó una enorme maquinaria de negocios y política que heredó primero Rodríguez Larreta y después su primo Jorge, y que por primera vez siente que puede perder.

Milei sabe que el expresidente está en su momento de mayor debilidad, y que la elección de hoy puede ser determinante para el plan que trazaron en el seno del “triángulo de hierro” que comparte junto a su hermana y Caputo: fagocitarse al PRO y empezar a consolidar una construcción hegemónica del centro hacia la derecha. El mismo plan que Néstor Kirchner ejecutó con éxito en su primera elección legislativa del 2005 en la provincia de Buenos Aires, y que terminó con el duhaldismo.

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