¿Por qué juegan todos en Provincia en estas elecciones legislativas?

¿Por qué juegan todos en Provincia en estas elecciones legislativas?

En 6 casos sobre 7 anticiparon el resultado de la presidencial. Algunas consideraciones sobre la relevancia de los comicios de medio término para el esquema político de la Argentina en el corto plazo

La respuesta a una simple pregunta es el argumento para que el Gobierno nacional sacrifique un ministro valorado, dedique tiempo, logística y recursos –muchos , muchos recursos– a la provincia de Buenos Aires. Esa misma respuesta explica también la cruda interna que expuso el peronismo bonaerense en el último cierre de listas; interna que atomizó el voto justicialista en las nóminas encabezadas por la ex presidenta Cristina Kirchner (Unidad Ciudadana), Florencio Randazzo (Cumplir) y Sergio Massa (1País).

¿Por qué compiten Cristina Kirchner, Esteban Bullrich, Florencio Randazzo y Sergo Massa en la provincia de Buenos Aires en las elecciones legislativas? ¿Por qué juegan todos? Una respuesta por lo menos incompleta es la prepotencia habitacional: a fines del 2015 y con poco más de 11.867.979 electores, la Provincia representa el 37,01% del total del padrón nacional, algo así como 32.037.323 votantes.

Pero existen otros factores a tener en cuenta sobre las elecciones de medio término en territorio bonaerense, sobre todo si se analiza el comportamiento del electorado en los últimos 30 años.

A saber:

Ser oficialismo no otorga ventaja.

El resultado anticipa tu futura elección en una proporción de 6 a 1.

Si un opositor gana, pierde la siguiente. El votante se inclina por otro opositor.

Consultado por Infobae, el politólogo Andrés Malamud lo explica: "En las intermedias los electores evalúan al gobierno, no a la oposición, y ese resultado determina la siguiente. Si quieren castigar, usan al que haya a mano. Pero en las presidenciales se elige gobierno y el elector opta entre dos, no evalúa a uno".

Repasemos las últimas siete elecciones de medio término.

En 2013, se impuso el Frente Renovador de Sergio Massa con el 43.95% de los votos cuando la campaña se enfocó contra el denominado "disciplinamiento de la Justicia" que intentó la entonces presidenta Cristina Kirchner. Lo hizo en una alianza programática con el PRO del actual presidente Mauricio Macri que, sin un candidato de peso, solo logró incluir dentro de la lista massista a Gladys González, Christian Gribaudo y Soledad Martínez. En la elección presidencial siguiente, 2015, ganó la oposición: pero no fue Massa, sino Macri.

En 2009 se da la única excepción. Post conflicto entre el Gobierno nacional y el campo, fueron las elecciones de las candidaturas testimoniales. Unión PRO, la alianza que agrupó al PRO de Mauricio Macri con Francisco De Narváez y Felipe Solá, se impuso con el 34,68%. La historia de los comicios presidenciales 2011 es conocida: luego de la muerte de Néstor Kirchner, Cristina obtuvo la reelección con el 54% de los votos.

En el resto de los comicios legislativos se impone la tendencia

En el 2005, cuando gobernaba Néstor Kirchner, ganó la lista oficialista que llevó a Cristina Kirchner al frente de la lista de senadores y a Alberto Balestrini para diputados. El mismo resultado se impuso a nivel nacional en el 2007.

En el 2001, a dos meses de los trágicos 19 y 20 de diciembre que sellaron el final del Gobierno de Fernando De La Rúa, la UCR perdió las legislativas. Fueron los comicios del voto bronca, con altos niveles de ausentismo e impugnación. En el 2003 el radicalismo perdió las elecciones: la fórmula Leopoldo Moreau y Mario Losada obtuvo sólo el 2.34% de los votos.

En 1997, la lista que apoyó el entonces presidente Carlos Menem perdió, y anticipó la victoria de la Alianza en 1999. En 1993, el oficialismo ganó las elecciones legislativas y revalidó el triunfo en las presidenciales de 1995, donde Carlos Menem obtuvo su reelección. En 1987, cuando todavía el presidente era Raúl Alfonsín, la lista radical perdió y anticipó la derrota en los comicios de 1989.

Así, en casi todos los casos, el resultado de las elecciones legislativas anticipa la futura elección en una proporción de 6 a 1. En los últimos 30 años, los opositores que se impusieron en elecciones legslativas nunca pudieron capitalizar esos votos. Ni Antonio Cafiero en 1987, ni Graciela Fernández Meijide en 1993/1997, ni Francisco De Narváez en 2009, ni Sergio Massa en 2013. Esos votos se trasladan a otros dirigente de la oposición.

Algunas consideraciones sobre el cierre de listas del pasado sábado. Para Malamud, "el peronismo dividido en tres pierde salvo que haya una catástrofe imprevisible para el gobierno". Sin embargo, el politólogo plantea un panorama sombrío ante una eventual derrota de Cambiemos en octubre: la posibilidad de que Mauricio Macri no termine su mandato.

"No es una certeza sino una  probabilidad que deriva de los antecedentes latinoamericanos (1/6 de los presidentes no acaba su mandato, especialmente cuando se pelea con el congreso) y argentinos (los presidentes no peronistas no acaban sus mandatos desde 1928)", aseguró.

 

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