Las 24 horas frenéticas del regreso de Bullrich: el caso Nisman, la condena a Maduro y guiños de la UCR en Corrientes

Las 24 horas frenéticas del regreso de Bullrich: el caso Nisman, la condena a Maduro y guiños de la UCR en Corrientes

La titular de Pro reactivó el modo campaña tras sus vacaciones en Brasil; logró recuperar la iniciativa con un intenso raid mediático y la visita a Valdés

 

Matías Moreno

Dirigentes que conocen al dedillo a Mauricio Macri juran que celebró en la intimidad de su búnker en Cumelén cuando escuchó los elogios que el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés -uno de los referentes nacionales de la UCR con los que el exmandatario se siente identificado-, le dedicó a la titular de Pro, Patricia Bullrich, quien desembarcó este jueves en esa provincia y puso en marcha su campaña nacional para conquistar la Presidencia en los próximos comicios.

En una jugada en clave interna, Valdés destacó el “coraje” de Bullrich para encarar reformas y deslizó que “en sus manos podría estar la responsabilidad de la conducción de la Argentina”. Los leales de la exministra festejaron esas palabras como un triunfo político. Esta noche tenían previsto bailar juntos el chamamé para coronar la visita. Después de un impasse de casi tres semanas por sus vacaciones en Brasil, la titular de Pro volvió a salir a escena con la receta que más le agrada: alto perfil en los medios e intensas recorridas en el territorio para medir la temperatura social. El lunes próximo tendrá una cita con Macri en el Sur que genera una fuerte expectativa en las filas de Pro.

Bullrich reactivó ayer el modo electoral después de haber aterrizado en la Argentina con un raid frenético de 24 horas. En plena disputa con Horacio Rodríguez Larreta por el liderazgo opositor de cara a las PASO, la exministra logró reinstalarse en la agenda pública y recuperar la iniciativa.

Su reaparición se concretó en la marcha al complejo Le Parc en homenaje al fiscal Alberto Nisman en un nuevo aniversario de su muerte. Luego, salió a reclamar por redes que la Justicia ordene la detención del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, una vez que arribe al país para participar de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), “por haber cometido crímenes de lesa humanidad”. Lo comparó con el arresto del dictador chileno Augusto Pinochet en Londres, en 1998. “La Justicia debe actuar en resguardo de la vigencia universal de los derechos humanos”, remató. Así primerió a sus contrincantes internos. Recién esta tarde Larreta anunció que recibirá a “representantes de la colectividad venezolana en la Argentina para expresar su rechazo a la visita de Maduro”. Gerardo Morales también salió horas después que Bullrich.

En plena etapa de reacomodamiento de fichas en JxC, Bullrich aterrizó en Corrientes acompañada por una amplia comitiva de leales. Allí, donde Valdés fue reelecto en 2021 con amplia mayoría -el 76% de los votos-, la titular de Pro tenía previsto mostrarse este jueves en la séptima noche de la fiesta nacional del Chamamé con un grupo de radicales que reniegan en reserva de la conducción de Morales, quien afianzó su alianza táctica con el eje de Larreta y Elisa Carrió. Bullrich estuvo con Valdés, la senadora Carolina Losada -ambos tienen buena sintonía con Macri-, y el jefe de bloque de la UCR en la Cámara alta, Luis Naidenoff. Los armadores de Bullrich se entusiasman con un alineamiento de la exministra con esa tropa de radicales para contrarrestar al tándem Larreta-Morales: “Hay una misma visión de país”, dicen.

Aún de viaje en Chile, Alfredo Cornejo le hizo llegar un mensaje a Bullrich. Ambos coquetean con la idea de compartir una fórmula, pero el exjefe de la UCR volvió a enfocar su mira en Mendoza, donde estalló una crisis interna por el desafío de Omar de Marchi (Pro), alfil de Larreta, al radicalismo. La agitada cumbre de la cúpula de Pro que organizó Bullrich el miércoles hizo escalar la tensión. La falta de ordenamiento por la disputa de liderazgo a nivel nacional comienza a preocupar a los referentes de JxC en el interior. Sobre todo, porque en febrero comenzará una seguidilla de test electorales en las provincias.

En un clima agobiante por la ola de calor, Bullrich paseó por las calles de Corrientes junto a Valdés y llamó a construir “un verdadero gobierno de coalición”. Como un equilibrista, Valdés busca enviar señales de unidad. De hecho, mañana recibirá a Facundo Manes y a Morales. Luego, será anfitrión en la visita de Larreta a la provincia.

En la entrevista que brindó el miércoles con LN+, Bullrich remarcó que no siente que ella “exprese más el pensamiento de Macri” que Larreta y se jactó de haberle dado más identidad al Pro durante su mandato como presidenta del partido. ¿Una manera elegante de relativizar la capacidad de Macri de influir en la interna de Pro como el “gran elector”?

En el círculo de confianza de Bullrich hay quienes dejan entrever que la titular de Pro rehúye a escuchar los consejos del expresidente, sobre todo, respecto de la organización de su equipo y los integrantes de su entorno. En las filas de Bullrich hay una ola de especulaciones sobre la cumbre en Cumelén. ¿Macri le podría sugerir nombres de posibles armadores? Tras la crisis por la controvertida salida de Gerardo Milman, a quien Bullrich no volvió a mencionar -adjudicó su corrimiento a problemas de estrés y salud-, la titular de Pro designó a Juan Pablo Arenaza, un hombre de su confianza, como jefe de campaña. En el entorno que la rodea hay quienes le sugieren buscar un nuevo estratega tras el desplazamiento de Milman, quien fue su mano derecha durante años. En el ala dura de Pro trasciende que Macri promueve el nombre de Federico Angelini. Quienes conocen a Bullrich deslizan que a la exministra le atrae el perfil de Sebastián García de Luca, un hombre de Emilio Monzó. ¿Hablará sobre ese asunto con Macri en Cumelén? “No habrá apoyo, sino afirmar que el camino que necesita el país es el que propone Patricia”, desliza un dirigente que conoce como pocos al Pro.

En el comando de campaña de Bullrich también suenan alarmas. Así como se asombran por su capacidad para interpretar las demandas sociales y su iniciativa política, hay laderos de su grupo que alertan sobre el déficit de su armado territorial y sus problemas para contener aliados. Ahora lidia con el desafío de retener el núcleo duro de Unión Por Todos, la fuerza que lideró antes de que Macri la pusiera al frente de su partido, que también reclaman lugares en las provincias. Mientras tanto, ella aún no entiende el pase de Waldo Wolff al gobierno de Larreta: “Eligió ser secretario de un intendente antes que ser ministro nacional”, sintetizó Bullrich, confiada de sus chances, ante los suyos.

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