El Gobierno levanta el tono y Máximo Kirchner aparece como vocero político

El Gobierno levanta el tono y Máximo Kirchner aparece como vocero político

A Cafiero se sumaron De Pedro y Losardo, con intervenciones técnicas de Todesca. La irrupción del hijo de Cristina tras un largo silencio.

 

Con un serie de tuits, casi defensa propia, Santiago Cafiero rompió un pacto de caballeros, una gestualidad de convivencia política que existía entre Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta. 

Cuando el diálogo entre el presidente y el jefe de Gobierno era fluido y amable -antes del DNU que rebanó los fondos nacionales a CABA- Larreta sugirió, a modo de pedido, que los voceros oficiales no confronten en público con Patricia Bullrich, la jefa del PRO.

El compromiso se cumplía, sin importar el tono de los dichos de la ex ministra. Pero el fin de semana, reaccionó ante una acusación sobre el patrimonio; la ex ministra le imputó ahorrar en dólares cuando, en verdad, era pesos. Le atribuyó tener una cuenta con 992 mil dólares, y el jefe de Gabinete la corrigió además de acusarla de difundir una "fake news" y hacer política en "formato troll".

La reacción de Cafiero fue personal pero, reza como aquel concepto que imprimió Carol Hanisch de que lo personal es político. Se produjo, además, en medio de un movimiento más general del Frente de Todos que consiste en sumar voceros y endurecer el tono para salir a espadear con la oposición.

Es un rebote de la arenga de Cafiero a los ministros para salir a "militar la gestión" y defender al gobierno, tal como contó Clarín la semana pasada. Es una lógica lineal: contraatacar es una forma de defenderse.

Lo hizo Cafiero pero lo hizo, también, el propio Fernández cuando en Entre Ríos habló de "los locos" en referencia a los sectores radicalizados de Juntos por el Cambio, entre los que dio a entender que ubicaba a Mauricio Macri.

Casi en paralelo, Eduardo "Wado" De Pedro, el ministro de Interior, fue otro de los que levantó el perfil y sistematizó varias reacciones: el martes, cruzó a Alfredo Cornejo, el diputado mendocino de la UCR y lo acusó de "declamar el diálogo" solo como "estrategia de marketing".

De Pedro reaccionó ante las declaraciones de Cornejo en el programa "Animales Sueltos" donde aseguró que "los argentinos votaron sabiendo que Cristina era vicepresidenta" y que "esa es una cuenta que hay que pasarle a los argentinos que votaron”.

Luego del escrache frente a la casa del juez de la Corte Ricardo Lorenzetti en Rafaela, De Pedro también movió: rechazó la acción y se la atribuyó al macrismo, algo que luego hizo también Marcela Losardo, la ministra de Justicia en radio.

El plus lo aportó Máximo Kirchner, poco afecto a los reportajes, que tuvo una larga charla en Radio 10 el sábado a la mañana donde, casi en sintonía con Cafiero, apuntó a Bullrich para, en verdad, enfocarse sobre Larreta.

"La presidenta del partido de Rodríguez Larreta es Patricia Bullrich" dijo el jefe del bloque de Diputados que, además, hizo un ejercicio poco común en estos meses: defendió políticas oficiales como el ATP y el IFE.

En línea con De Pedro, Máximo K le apuntó a Cornejo: "La idea de querer castigar a la gente por lo que elige habla más de quien la pronuncia. No creo que sea sano".

Hay un hilo común: apuntar a Cornejo y Bullrich, los voceros más duros y con responsabilidad partidaria -presidente el PRO y la UCR- para, en ese movimiento, incomodar a Larreta.

En el entorno del diputado dicen que es una reacción natural que se hayan ampliado las voces para reaccionar ante críticas de la oposición. "Pasaron de decir que gestionamos mal la pandemia a plantear que hicimos fraude. Están locos", confió un vocero a Clarin.

Máximo Kirchner. Foto Marcelo Carroll

"Quieren socavar el sistema electoral", apuntan en el entorno de Cristina Kirchner y atribuyen a Mauricio Macri estar al frente de esa movida de la que, afirman, "Larreta es parte activa" aunque el jefe de Gobierno se muestre, en general, con una agenda propia.

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