Gabriela Origlia

Para los gobernadores peronistas que el tucumano Juan Manzur sea el candidato a vicepresidente es un “triunfo”. No lograron hasta ahora la fórmula de unidad que reclaman, pero sí lograron tener un nombre “del interior”, algo que venían pidiendo hace dos años. Anoche empezó a circular entre ellos que Manzur estaba confirmado después de la reunión que mantuvo con la vicepresidenta Cristina Kirchner.

Manzur empezó a aparecer como un potencial candidato de los gobernadores oficialistas cuando Alberto Fernández lo designó jefe de Gabinete después de que la Vicepresidenta hiciera una dura carta tras la derrota en las PASO. Después, con el correr de los meses, su figura en el Gobierno tuvo menos peso que el esperado; siempre tuvieron diálogo, pero en paralelo Eduardo “Wado” de Pedro se mantuvo como un interlocutor clave.

Hace dos domingos, cuando el peronismo ganó Tucumán, Manzur posó con Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja), Raúl Jalil (Catamarca) y los vicegobernadores Antonio Marocco (Salta), Florencia López (La Rioja) y el radical jujeño Carlos Haquim (su provincia integra la región Norte Grande). A ese grupo se unió De Pedro. Este lunes lo recibió el sanjuanino Sergio Uñac.

Wado de Pedro junto a los gobernadores de la Región del Norte Grande mantuvieron este jueves encuentros con el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, y el ministro de Economía, Sergio Massa,

Manzur no solo había trascendido para la fórmula avalada por la Vicepresidenta, sino que hubo versiones de que desde la Casa Rosada lo llamaron la noche del triunfo para ofrecerle acompañar a Daniel Scioli. Desde las filas del embajador en Brasil sostienen que, más allá de que los gobernadores peronistas no lo avalen, él tiene dirigentes “en todas” las provincias.

El tucumano, en sus diálogos con los gobernadores, muchas veces manifestó su interés en ser candidato pero se imaginaba encabezando la dupla que compitiera por la presidencia. Como “capital” a ofrecer siempre apostó al federalismo, a que conocía la Argentina y sus necesidades.

Sus pares admiten que el potencial de su nombre puede estar en el norte, porque en el resto del país el nivel del conocimiento no es el mismo. Otro “punto a favor” que remarcan es que es un peronista “tradicional, histórico” y que podría “traccionar” ese segmento de votantes acompañando a De Pedro, a quien consideran un “kirchnerista duro suave”.

“Acompañó a Alberto (NR: Fernández) cuando prometió relanzar su gobierno, pero después decidió regresar a su provincia porque sabía que ese era el lugar de donde apostar a una fórmula nacional. Nunca se distanció de Cristina, porque todos sabíamos que ella tenía la decisión”, describe un peronista catamarqueño a LA NACION.

Desde la “liga” también apuntan que Axel Kicillof se contó entre quienes “alentaron” la dupla. Un dirigente le agregó, al confirmar ese dato, un comentario irónico: “No quería estar él, así que fogoneó esta posibilidad”.

El riojano Ricardo Quintela se contó entre los primeros en mostrarse “muy conforme” con la elección. Tiene una larga relación con Manzur ya que el tucumano tiene su empresa de aceitunas en La Rioja. “La fórmula Wado-Manzur me parece linda e interesante. Nosotros venimos reclamando una fórmula federal”, dijo a El Destape; él fue el primero de los mandatarios que planteó públicamente que De Pedro debía postularse.