Los cuatro hombres que integran la Corte Suprema se excusaron de intervenir en la causa de espionaje a Cristina Fernández de Kirchner y sortearon conjueces para que los reemplacen. La magia del bolillero hizo que uno de los sorteados fuera Mariano Llorens, presidente de la Cámara Federal de Comodoro Py, visitante de Mauricio Macri en la quinta de Olivos, y firmante del fallo que dice que los espías eran simples cuentrapropistas y que había que desligar de sus tareas a las autoridades de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) macrista. En las vísperas del sorteo algunos de los espiados bromeaban sobre esta posibilidad. Pero pasó, y si Llorens no se excusa resolverá sobre el fallo de Llorens. Meme del hombre araña. El Destape se comunicó con Llorens para consultarle si intervendrá en el caso pero al cierre de esta nota no obtuvo respuesta.

Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda se excusaron de intervenir en este caso de alto voltaje político por razones de “delicadeza” y “decoro” que nunca explicaron. Carlos Rosenkrantz, porque él mismo figura entre los espiados. Junto a Llorens fueron sorteados otros cuatro conjueces, que van a completar los cinco lugares de la Corte Suprema aunque uno siga vacante tras la jubilación de Elena Highton de Nolasco, lugar para el que el Gobierno aún no propuso reemplazante. Uno será Javier Leal de Ibarra, presidente de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia y segundo al mando de la oficina de escuchas de la Corte por debajo de Martín Doctrina Irurzun. El otro es Ramón Luis González, de la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes. El cuarto es Mario Rodolfo Leal, de la Cámara Federal de Tucumán. El último es Juan Pablo Salas, de la Cámara Federal de San Martin.

Estos conjueces intervendrán en el expediente que se inició en su momento en los juzgados de Lomas de Zamora, donde el juez Juan Pablo Augé procesó a 38 personas entre ellas los jefes de la AFI Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, su segunda línea integrada por Juan Sebastián De Stéfano (Asuntos Jurídicos) y Diego Dalmau Pererya (Contrinteligencia) y a la banda de espías coordinada por Alan Ruiz que se comunicaba en el grupo de Whatsapp llamado “Super Mario Bross”. En ese expediente se descubrió el espionaje masivo y sistemático tanto hacia opositores como correligionarios de Macri, desde CFK hasta Horacio Rodríguez Larreta. Cuando la investigación que llevaban adelante los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide comenzó a dar indicios de que todo el plan de espionaje partía de y llevaba al ex presidente Macri la jugada fue clara; Comodoro Py absorbió el expediente y liberó a casi todos los altos mandos de culpa y cargo bajo el argumento del cuentapropismo.

El fallo del cuentapropismo lo firmaron Llorens y Pablo Bertuzzi, otro camarista puesto a dedo por Macri como premio por la condena a Amado Boudou en el caso Ciccone, amañada con el pago de un hotel boutique al testigo clave Alejandro Vandenbroele. En La Masía, el complejo ubicado en Mendoza, aún hoy atiende Vandenbroele. Con la tesis del cuentapropisimo, estos dos jueces puestos por Macri favorecieron, entre otros, al jefe de la AFI macrista, Gustavo Arribas, y al exdirector de Jurídicos de la agencia, Juan Sebastián De Stéfano, un hombre clave en la persecución judicial que se desató durante el gobierno de Cambiemos.

Distintos incidentes del caso llegaron a la Corte y la propia CFK hizo público que los miembros del máximo tribunal del país dilataban su resolución. Frente a eso los cortesanos anunciaron el 5 de febrero que hoy harían el sorteo. Este martes finalmente el bolillero arrojó esos nombres, que en lo inmediato deberán resolver la cuestión de competencia (si el caso está bien que se investigue en Comodoro Py o debe volver a Lomas de Zamora, por ejemplo) y planteos de recusaciones. Una de esas recusaciones es la del propio Llorens, quien intervino como camarista porteño y fue cuestionado por un grupo de víctimas por haber visitado a Macri en la Quinta de Olivos. Consideraron que no debía ser parte de esta causa. Pero Llorens intervino igual, respaldado por sus pares.

Los conjueces se convocan cuando los jueces de la Corte no pueden conformar una mayoría de tres de sus cinco integrantes para resolver un caso (puede ser por vacantes o excusaciones). En primera instancia se sortea entre los presidentes de las Cámaras Federales; si eso falla se hace un nuevo sorteo con una lista de conjueces que elabora el Poder Ejecutivo y es aprobada por el Senado, pero la última la envió Macri, sus mandatos vencieron a fines del año pasado y el Gobierno de Alberto Fernández no hizo un nuevo listado por lo que esa segunda opción es hoy inviable.

La megacausa de espionaje ilegal en la que este martes se sortearon conjueces en la Corte cobró un importante reimpulso esta jornada. Se trata de un expediente que estaba prácticamente paralizado desde que pasó de los tribunales de Lomas de Zamora a Comodoro Py. Pero este mismo martes, el juez Marcelo Martínez de Giorgi, que quedó al frente de la pesquisa cuando se la quitaron a Augé, ordenó una batería de medidas. Entre ellas, se destaca la citación como testigos de Mariano Macri, hermano del expresidente; de Diego Santilli, vicejefe de gobierno porteño y víctima del espionaje ilegal; de la interventora de la AFI, Cristina Caamaño; del dirigente radical y exfuncionario del Ministerio de Defensa, José Luis Vila, quien fue víctima de la banda de los Super Mario Bros y por cuyo testimonio se abrió esta causa; y el juez Luis Carzoglio, quien denunció que dos agentes de la exSIDE lo visitaron en nombre de Macri en agosto de 2018 para pedirle por la detención de los Moyano. Estas testimoniales comenzarán el 14 de marzo.

Entre otras cosas, Martínez de Giorgi también requirió a la AFI el video de la Gestapo antisindical, es decir, la grabación de una reunión realizada en junio de 2017 en la sede porteña del Banco Provincia donde se observa a espías, funcionarios bonaerenses y empresarios coordinar el armado de causas contra sindicalistas. Por ese video, la justicia platense ya citó a indagatoria a tres exespías de la AFI y otras 11 personas, entre exministros de Vidal y empresarios.