Los dos escenarios que imagina el PRO para la paritaria con la UCR de Abad

Unidad o interna, esa es la cuestión. Los amarillos creen que dependerá de la decisión que tome la exgobernadora. Sintonía con el diputado ganador.

Por: Pablo Lapuente.

El triunfo de Maximiliano Abad en la interna de la Unión Cívica Radical bonaerense con el 52% de los votos contentó a la mayoría de los socios de Juntos por el Cambio, que a lo largo de la campaña mostraron su favoritismo por el diputado provincial, y abrió escenarios de especulación de cara al cierre de listas de los comicios generales, la relación de fuerzas en la Cámara baja e, incluso, lecturas en torno a la indefinición política de la exgobernadora María Eugenia Vidal. Es que para el PRO, puntualmente, si bien hay continuidad de la alianza que nació en Gualeguaychú en 2015, no descartan tensiones lícitas, en la que la presentación de un candidato radical propio sería su pico más alto. 

En un juego de figuras se podría decir que la mesa chica del PRO en la provincia de Buenos Aires coreó a la distancia el nombre del nuevo presidente del Comité Provincia de la UCR al unísono que lo hacían los militantes boinablancas en el búnker ubicado en el sexto piso del Hotel NH Bolívar, en la Ciudad de Buenos Aires. La silenciosa euforia duró sólo unos minutos pero significó el esfuerzo que ellos mismos habían depositado en el postulante a suceder a Daniel Salvador: varios jefes comunales del partido amarillo invirtieron abiertamente a favor de Abad, y pusieron tanto recursos económicos como humanos en el último tramo de la pelea interna. De todos modos, hacia adelante vislumbran dos escenarios posibles. 

El primero de ellos tiene que ver con la posibilidad de que, finalmente, Vidal decida competir como primera candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, lo que ordenaría la tensa sociedad entre los principales espacios dentro de Juntos por el Cambio, e incluso permitiría la unidad bajo su cabeza. El segundo, también parte de una incógnita, es que la exmandataria decida esperar hasta 2023 para buscar un cargo electivo. “Si María Eugenia juega en esta elección, nosotros, y estoy convencido que los radicales también, vamos a acompañar esa propuesta. La dificultad la vamos a tener si ella no se presenta”, analizó una fuente del PRO al asegurar que se confeccionarían distintas listas, una de ellas, del radicalismo.   

En esa etapa, no son pocos los dirigentes del histórico partido los que ponen en un lugar preponderante a Facundo Manes. “Hay que convencerlo, seducirlo, para que lidere esta alternativa”, había dicho a Letra P el intendente de Balcarce, Esteban Reino, en la previa de los comicios para renovar autoridades partidarias.   

“Con el triunfo de Maxi pareciera que la UCR está dispuesta a disputar el poder de una manera lícita, sin romper, y sin presentarse con una actitud caprichosa”, analizó un diputado vidalista, y aseguró que no sólo se ratificó la unidad que esperaban sino también la armonía en la Legislatura, en la que el radicalismo tiene la presidencia del bloque.

La entronización de Abad, y la relación que espera el PRO de cara a octubre, contrasta con la realidad distópica de un Gustavo Posse ganador. Es que, en lecturas cercanas al Grupo Dorrego, creen que si la interna la hubiera ganado el intendente de San Isidro, la relación en la mesa de conducción de Juntos por el Cambio, en general, y el contacto entre los legisladores y legisladoras que responden a su armado en la Legislatura, en particular, hubiera estado atravesado por el conflicto. 

En este sentido, y a 48 horas del cierre de las urnas, aún es una incógnita qué camino emprenderán los legisladores y legisladoras agrupados en Cambio Federal, que a fines de 2019 rompieron el bloque opositor, camino que intentaron desandar en los últimos meses. 

Comentá la nota