Donde se pierden los análisis y se queman las encuestas

Por: Gerardo Gómez Muñoz.

Las PASO dieron lugar a que Carlos Arroyo cosechara dos aplastantes e históricos triunfos consecutivos y a contramano de verdades presuntamente consagradas por el peso de la gestión y del consenso creado por la prédica de los comprometidos en el poder.

Una terca carrera que a lo largo de casi 20 años lo hizo privilegiado ocupante del Concejo Deliberante, donde más se hizo ver por sus rarezas -integrante de sectores políticos transgresores por derecha y desinteresado de todo signo progresista en la concepción y en la acción práctica- que no merecían mucha atención de la gente. A nadie, incluidos nosotros, se nos ocurrió observar que el hombre venía creciendo, hasta llegar a 50 mil votos para constituir una agrupación política y un bloque legislativo considerables como tercera fuerza partidaria. Menos existió un autoanálisis sobre la autenticidad de ese colectivo "la gente" donde los encopetados opinadores estacionaban el origen y el fundamentos de sus análisis descolgados. Mientras tanto "la gente" iba perfilando el candidato en el que depositarían sus ganas crecientes de barrer con todo, casi un nuevo "que se vayan todos", pero en el marco democrático. Tal vez el caso de Vilma Baragiola haya sido el primer intento de "la gente" de participar sin dejarse atar por los manejos politiqueros nacidos y crecidos a la obra de los partidos democráticos. Fueron a mal puerto, porque Vilma adornada con algunas de esas rebeldías y novedades que se requerían, abusaba de desprolijidades y alguna tan grave como aquella que pretendió disimular con el apoyo de "cierta justicia" tan repudiada por "la gente" como la señalada mala política. Entonces apareció Arroyo comenzando a destacarse por sus modos, entre los que se encuentran sus resbalones por derecha y cercanía con presuntos paladines de un naciente neonazismo presidido por el procesado y a cada rato reaparecido Carlos Pampillón. Tanto es el fastidio de "la gente" con el "status quo", que los pecados viejos y los despropósitos o "boutades" de Arroyo, hoy son absolutamente ignorados por la arrasadora mayoría que lo acompaña. Hubo quienes advirtieron el fenómeno y trataron de captarlo casi a cambio de la libertad política, sobre todo de parte de Sergio Massa. También tallaban merodeadores de Mauricio Macri que, sucesivamente fueron desechados hasta que talló una nueva figura de la política local que supo acercarlo a los referentes del caudillo del PRO y al mismo tiempo evitar el cerco de Vilma, de presencia absorbente en esas cercanías, pero en provecho propio porque el objetivo era el padrinazgo a su propia candidatura. Esa figura esencial en el encumbramiento de Arroyo fue Emiliano Giri que lo llevó por otros caminos a la misma Meca sagrada, pero pasando por las primarias.

 

Giri, Maxi, Tato, Vázquez

No le fue fácil a Arroyo optar en medio del tironeo que lo asediaba, pero todo comenzó a encarrilarse, cuando apareció un nuevo personaje que va a dar mucho que hablar en el escenario local: Emiliano Giri que luego de varios devaneos apostó por Macri y lo acercó a esos campamentos al futuro intendente y después consiguió que lo atendiesen a él tanto como a la ansiosa y desmedida Vilma, porque parecía que estaban optando por ella. Un trabajo de zapa en la interna macrista lo llevó a conseguir apoyo en la pelea por la opción. Primero fue hacerla pasar a Baragiola por las horcas caudinas de la competencia en las PASO con Arroyo, que ya contaba con el favoritismo de María Eugenia Vidal y de otros importantes actores de la interna del PRO. A estas alturas ya había sumado a su causa a radicales leales a Ernesto Sanz que en su momento fue ninguneado por la ex presidenta del Concejo Deliberante. Sin decirlo pero también con cuentas de la interna radical a la vista se sumó Maxi Abad, referente del mendocino, también su discípulo Ricardo Vázquez, presidente del comité y llegó por las suyas uno que traía una infinita sed de venganza por incumplidas promesas y tan incontinente como el que más para estos casos, armador calificado de roscas y aparatos como Tato Serebrinsky. Tres de ellos a la vista y Maxi mas recatado por estar al lado de Sanz, comenzaron a ayudar a Arroyo, sobre todo para preservarlo de la guerra mediática que ya estaba en marcha y a la cual el candidato solía aportar con sus inoportunas o desguarnecidas respuestas. También proveían personajes y sectores que representaban a "la gente" que se iba transformando en la multitud que, luego, en las elecciones dejarían en claro que, en algunos casos eran resabios de los odios caseroleros y en la mayoría simples reclamadores de un cambio que ni quiera está más o menos explícito.

Maxi fue elegido con más de 100 mil votos como diputado provincial en la 5a. por sobre el referente sciolista Manino Iriart. Giri con toda seguridad continuará siendo el hombre político de confianza en el futuro gobierno, Tato funge como el hombre desinteresado que poco aspira, pero seguramente estará. Vilma dicen que ya figura lista para asumir en Desarrollo Social y algo así necesitará porque tiene más promesas que la Difunta Correa y hasta ayer a la de tardecita el único seguro era José Reinaldo Cano, pero siempre en marcha hacia el próximo "Cambiemos" en su carrera política.

¿Por qué nos hacen esto?

Muchos pultistas, funcionarios, militantes y seguidores, incluidos peronistas kirchneristas y de partidos asociados se preguntaban con dolor en la noche aciaga del domingo, por qué esa respuesta sanguinaria de "la gente". Al cabo de las primeras PASO hubo amagos de enojos cuando grupos peronistas autoconvocados hicieron un alto para establecer algo que es esencia y uno de los factores de la permanente resurrección del peronismo al cabo de sus desgracias: el debate autocrítico. De ese modo se logró reactivar la militancia esencial para enfrentar en segunda vuelta al adversario vencedor. Algo, bastante, se logró, miles de votos más por vía de esa militancia reactivada que desplazó a todos los barrios centenares de personas que domicilio a domicilio como extraños mormones de la política tratando de convencer del cambio de voto de quienes se opusieron. Pero, alguien supo que alguna medida del gobierno municipal se anuló, se cambió o se modificó porque esos miles y miles de marplatenses -"la gente"- votaron en significativo gesto de rechazo, a un gobierno que en 8 años le dio a la ciudad y a los mismos adversarios cien obras y conquistas más que los radicales en 20 años. Ciento cuarenta mil marplatenses no aplastan a un gobierno virtuoso porque enloquecieron, porque son imbéciles o fueron comprados. Algún motivo, en todo caso los demócratas deben pensar que en estos casos el pueblo tiene razón... Ojalá que con el cese del duelo los conductores políticos tengan alguna razón valedera en explicación de estos fenómenos..., ni siquiera se les pide un mea culpa. En menos de un mes viene una pelea mucho más dura en la que Daniel Scioli tiene que lograr al menos en Mar del Plata ocho puntos más que el domingo.

Uno de Fiorini en la puerta

Cuando en el cuartel de Lucas Fiorini se celebraba el ingreso de dos concejales se supo que el cociente del Frente Marplatense superaba al del Frente Renovador, consecuentemente Francisco Arcuri quedaba afuera. No obstante el massismo desborda de alegría ingresa Alejandro Carrancio, un joven profesional, militante peronista desde el sector estudiantil y el FR se consolidó con más de 9 puntos como la tercera fuerza política. Como otro índice de la conducta política, Fiorini se apresuró a saludar la victoria de Arroyo poniéndose a disposición con su apoyo a toda iniciativa que se proponga en favor de la ciudad y de sus habitantes. Por otra parte del massismo estimó que la elección y la campaña sirvió para consolidar internamente al espacio y lo proyecta al futuro inmediato con las mejores expectativas. Desde este sector una consideración que estimula el trabajo inmediato, además de la sólida instalación de Sergio Massa, es la circunstancia de que los dos que están arriba constituyen conglomerados frentistas que no están consolidados como tales. Y en eso estiman estar preparados para que se vayan sumando sectores independientes y peronistas que buscan el cauce correspondiente.

Convocatoria peronista

Hoy a las 19, cuando aún la sangre no se enfrió luego de la intensa campaña y de los resultados no muy halagüeños, volverán a reunirse los peronistas autoconvocados para debatir y comenzar a organizarse con vistas a la militancia partidaria en apoyo a la elección presidencial de Daniel Scioli en el balotaje del 22 de noviembre. Hay diversos núcleos que anticiparon su decidida participación, por supuesto, en primer lugar la nutrida militancia sciolista que comanda Manino Iriart. Este ayer dio un ejemplo de convivencia cívica concurriendo al búnker de Carlos Arroyo "como tradicionalmente se ha hecho nuestra ciudad en cada elección que implica cambio de gobierno". Una respuesta indirecta, tal vez, porque se oyeron en la sede del pultismo el domingo cuando en la tele se vio la escena. Pero no se comenta que ahí mismo Manino ratificó que "mañana mismo estaré trabajando para la elección de Daniel Scioli".

Giri sabía

Una vez más los periodistas fuimos víctimas del macaneo o ineficiencia de los más diversas encuestadores que dieron cifras de las elecciones que distaron de la realidad. Nos consta que el único que daba cifras ajustadas a la realidad en la elección municipal de Mar del Plata, fue Emiliano Giri. Hace un mes comenzó a darnos el dato acerca que Arroyo mantenía una ventaja de12 puntos sobre Pulti. Ayer esa fue la cantidad de puntos que distanció al vencedor de su segundo.

¿Papelón final de Garivoto?

Gran bronca incluida la de muchos seguidores de los propios presuntamente beneficiados provocó una exhortación que hizo circular dos o tres días antes del comicio, el hasta entonces ausente Juan Garivoto. Fueron 20 mil cartas con membrete de Aníbal Fernández propiciando las candidaturas de Scioli-Aníbal y Arroyo... Gran decepción de muchos de los que fueron sus seguidores de tantos años, pese a la seguidilla de derrotas que lo borraron de las expectativas políticas. Entre los que más estentóreamente se los oyó despotricar estaban viejos y acendrados peronistas.

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