Desde Comercio interior atan el éxito de precios cuidados al Fideicomiso del trigo y maíz

Desde Comercio interior atan el éxito de precios cuidados al Fideicomiso del trigo y maíz

Roberto Feletti buscará reunirse, la semana que viene, con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez para implementar esta herramienta. La Mesa de Enlace volvió a manifestar su rechazo, mientras que desde el Gobierno insisten en que no se afectará la rentabilidad de los productores. 

Las patronales agropecuarias decidieron ir de lleno contra la política de precios cuidados del Gobierno nacional. No sólo rechazan la conformación de un fideicomiso de trigo y maíz para subsidiar determinados consumos internos como la harina de trigo, pan, fideos y el pollo, sino que cuestionan toda la política de precios elaborada desde Comercio interior.

“Cada mes que pasa estamos discutiendo una nueva medida intervencionista. Al igual que el tema de la carne, el tema de los precios del trigo y maíz nada tienen que ver con la exportación”, argumentó ante BAE Negocios el titular de Coninagro, Carlos Iannizzotto. “Es la ideología de un gobierno de izquierda que nos sigue poniendo la pata encima”, agregó.

Hace dos semanas, cuando la Sociedad Rural pegó el portazo dentro del Consejo Agroindustrial junto a Confederaciones Rurales Argentinas, también cuestionó el fideicomiso. “Se vuelve a interferir en los mercados, se distorsiona la formación de precios y su implementación es poco trasparente. Nos perjudica a todos los eslabones de la cadena", había dicho Nicolás Pino, titular de la SRA.

De todas maneras, el Gobierno nacional avanza en su implementación junto a la Federación molinera y de la industria avícola. La semana que viene, el titular de Comercio interior, Roberto Feletti, buscará reunirse con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, para buscar apoyos explícitos dentro del gabinete en la implementación de esta herramienta.

“No hay posibilidades de garantizar el precio de algunos productos derivados del trigo y maíz si no es con un mecanismo de desacople de los precios internacionales. Alguien se tiene que hacer cargo de la rentabilidad de algunos sectores y la suba de precios”, explicaron a BAE Negocios desde el equipo económico del Gobierno nacional.

Rentabilidades

La rentabilidad del sector está en el centro de la escena. El trigo a compensar equivale a 3,13 millones de toneladas sobre una producción anual, promedio, de 20 millones. Esto sería subsidiar 2 millones de toneladas de pan francés, 222 millones de paquetes de 1 kilo de harina 000 por año y 530 millones de paquetes de fideos. Por otro lado, lo que deberá subsidiarse de maíz alcanza a 1,5 millón de toneladas, cuando en la última cosecha se produjeron 60 millones de toneladas.

“Definitivamente el costo total se trasladará al productor a través del precio del maíz y del trigo en su totalidad. Además, pueden aumentar los incentivos a la informalidad”, lanzó Iannizzotto. De informalidad, el sector primario sabe ya que tiene casi el 60 por ciento de los peones rurales bajo esa modalidad de contratación.

El monto anualizado de los subsidios sería de 14.600 millones de pesos, es decir un poco más de 100 millones de dólares al tipo de cambio oficial según se desprende de un documento oficial titulado Fideicomiso Anticíclico Alimentario. Este instrumento debería reunir recursos por entre 10.000 y 15.000 millones de dólares. Por ende, el impacto en los exportadores o productores sería del 1 por ciento. “No hay merma en su rentabilidad”, indicaron a este diario desde Agricultura.

En la Argentina, actualmente, es más beneficioso producir maíz que soja, por eso la cosecha del cereal fue de 60 millones de toneladas contra 46 millones de la oleaginosa. Al mismo tiempo, los márgenes de rentabilidad se dispararon durante el último año y medio.

El Ministerio de Agricultura empezó a realizar su estadística propia sobre márgenes brutos del sector. Para diciembre del año pasado, en la zona nuclea, el maíz había alcanzado un margen bruto (ingresos menos gastos de producción) de 653 dólares por hectárea, frente a los 396 dólares por hectárea de mayo de 2020. Es decir, un incremento de la rentabilidad en dólares del 64 por ciento.

Iannizzotto reconoció el buen momento del sector. Pero pidió que esos márgenes se distribuyan de otra manera. “Hay que volcar recursos para producir más, hay que resolver la cuestión cambiaria y de la inflación. Y, sobre todo, no deben tomarse medidas unilaterales. Un fideicomiso podría servir si es que sale por consenso”, concluyó el titular de Coninagro.

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