El banco que traicionó a Milei y Caputo

El banco que traicionó a Milei y Caputo

El JP Morgan se subió a la bicicleta financiera de Caputo, la aprovechó y luego salió. Su nuevo informe, que marca tendencia en el mercado, genera dudas sobre la sostenibilidad del esquema cambiario. El riesgo país no baja, el turismo al exterior crece y se amplifica el temor a una devaluación.

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ALFREDO ZAIAT

 

No hubo que esperar mucho para encontrar una reacción al interrogante planteado el domingo último en El Destape. La duda expuesta era si sería antes o después de octubre, mes de las elecciones legislativas de medio término, la aceleración de las presiones cambiarias vía cobertura o, directamente, si se precipitaba una devaluación.

 

El banco JP Morgan, uno de los más grandes e influyentes de las finanzas globales, brindó la respuesta en un informe distribuido entre sus clientes: aconsejó dejar las inversiones en pesos y pasarse a dólares. 

No se debe ser un experto en el funcionamiento del mercado financiero para saber que el reporte fue difundido luego de que el propio banco y sus clientes salieran de las posiciones especulativas en activos en pesos para comprar dólares.

La utilidad obtenida, en la tercera versión de carry trade entregada por la dupla mesa dinerista Luis Caputo, ministro de Economía, y Santiago Bausili, presidente del Banco Central, ascendió a un 10,4% en dólares, en apenas 45 días. Se trata de una ganancia en moneda dura extraordinaria, casi imposible de conseguir en cualquier otra plaza financiera.

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El banco líder estadounidense que, en general, marca tendencia entre sus pares, recomendó “tomar un respiro” del mercado de deuda en pesos de corto plazo para “reducir la exposición al riesgo local”.

El área Estrategia para Mercados Emergentes de la entidad distribuyó el informe “Argentina: tomando un respiro”, al destacar que existen factores que modifican la idea de estabilidad financiera y cambiaria.

El análisis de los financistas no debe ser considerado infalible ni riguroso. Se elaboran en función de la propia estrategia especulativa de corto y mediano plazo. Se presenta bastante grotesco que el 15 de abril pasado, cuando aconsejaron invertir en bonos en pesos de corto plazo (Lecap), y que, pasado apenas 45 días modifiquen radicalmente la visión sobre la fragilidad del plan financiero de Caputo.  

No era un misterio que los desequilibrios del sector externo se estaban acumulando. El JP Morgan aprovechó la bicicleta especulativa y rápidamente se retiró. La evaluación de la situación era tan obvia que genera cierta incredulidad que puedan tener un manto de autoridad en el mercado. Los estrategas del JP Morgan escribieron: “Con el pico de ingresos agrícolas ya superado, la probabilidad de salidas continuas de divisas por turismo, el posible ruido electoral y cierto bajo rendimiento del peso (...) preferimos dar un paso atrás y esperar a que haya mejores niveles de entrada para volver a posicionarnos”.

Nada que sorprenda a quienes han estado estudiando con detenimiento la dinámica del sector externo en este ciclo económico de Milei y Caputo. El JP Morgan se desayuna de esta fragilidad tras la acumulación de una renta fabulosa.

 

El presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y el ministro de Economía, Luis Caputo, se sienten traicionados por el JP Morgan, entidad donde trabajaron.

 

Caputo y Milei dicen que el JP Morgan los traicionó.

El presidente Milei se desborda en insultos contra el banco porque no baja el riesgo país, índice que elabora el JP Morgan. Este indicador no surge de la voluntad de la entidad, sino que la cifra surge en forma automática según la cotización de una cartera de bonos argentinos. 

Alguien le tiene que decir a Milei que el JP Morgan no define el nivel del riesgo país en forma arbitraria, sino que es el resultado de la evaluación que hacen financistas sobre la posibilidad de un default de la deuda argentina y, por lo tanto, la cotización de los bonos es un reflejo de ello.

El equipo económico salió al cruce de los analistas del banco, dejando trascender que están equivocados porque subestiman el crecimiento de la economía y la estrategia oficial para defender la estabilidad cambiaria.

En realidad, ni la responsabilidad en la elaboración del indicador riesgo país ni la caracterización del actual momento económico son los motivos que llevan a Milei y Caputo a sentir que el JP Morgan los traicionó.

La razón es otra. Cuando el gobierno modificó el régimen cambiario por exigencia del Fondo Monetario Internacional, definiendo un esquema de bandas, el Banco Central dispuso una permanencia de seis meses en el mercado local de capitales financieros del exterior ingresados para la compra de bonos argentinos.

El mensaje oficial era sencillo: habilitaban una nueva ronda de carry trade pero la proponían para seis meses, plazo suficiente para llegar a las elecciones de octubre sin sobresaltos cambiarios. Sin ninguna explicación fundamentada, el Banco Central eliminó la restricción cruzada para no residentes para operar en el mercado cambiario oficial y financiero, y el plazo mínimo de seis meses de permanencia (parking) en activos locales.

Esta medida entró en vigencia el 13 de junio pasado, dos meses después de haber establecido esa limitación. Adivinen qué entidad solicitó, en diálogos informales, la modificación de la norma: JP Morgan.

Aquí aparece la verdadera traición que sufre el equipo económico, gran parte del cual está integrado por ex financistas del JP Morgan (Luis Caputo, Santiago Bausili, Vladimir Werning, Demian Reidel). El banco que los cobijó en el pasado aprovechó el nuevo carry trade, pidió liberar el plazo de permanencia y luego de conseguirlo decidió informar al mercado que ganar 10,4% en dólares en 45 días es suficiente.

Para que la traición no sea total, los analistas de la entidad reafirman el optimismo para el mediano y largo plazo del plan de Milei. Es una expresión irrelevante si los movimientos especulativos de corto precipitan una crisis, como puede provocar la recomendación de acelerar la cobertura cambiaria por la fragilidad del sector externo de la economía argentina.

 

El presidente Javier Milei también se siente traicionado por el JP Morgan.

 

Entonces, ¿será antes o después de octubre?

El interrogante fue planteado en esta columna y el evento que genera esta inquietud temporal se refiere a un eventual ajuste del tipo de cambio con referencia a la fecha de las elecciones legislativas de medio término.

La mayoría en el mercado financiero y en el mundo empresarial no tiene dudas de que sucederá, sólo aparece la especulación de cuándo será y cuál será la intensidad de la cobertura cambiaria por el temor a una fuerte devaluación. El reciente informe de la consultora C-P, de los economistas Federico Pastrana y Pablo Moldovan, ofrece un marco analítico para abordar el panorama crítico del mercado cambiario. 

Explica que “los síntomas de insostenibilidad cambiaria son cada vez más evidentes”, y que lejos del relato oficial de “libre flotación”, el equipo económico mantuvo una activa participación en el mercado del dólar a través de intervenciones “indirectas”.

Calcula que estas intervenciones —ya sea por vía de reducción de demanda o impulso de la oferta— fueron equivalentes a 7300 millones de dólares entre abril y junio. “Se trata de un volumen significativo que desmiente la presunta libre flotación del tipo de cambio”, afirma. 

Para agregar que, mientras tanto, las tendencias del mercado amplifican las dudas respecto de la sostenibilidad del precio del dólar:

La demanda de divisas por importaciones, turismo y acumulación de dólares para ahorro “es alta, estable y creciente”, define. La oferta sostenida por el aporte del agro y el crédito al sector privado “se muestra más volátil y en declive”, apunta.¿Cuál será la reacción del resto del mercado a la fuga del JP Morgan?

El informe de C-P advierte que el segundo semestre del año será un gran desafío, planteando de este modo el mismo interrogante acerca de si habrá un acontecimiento cambiario disruptivo antes o después de las elecciones de octubre.

Frente a esta posibilidad “se explica el apuro del gobierno por reabrir el financiamiento en dólares a poco tiempo de un nuevo acuerdo con el FMI”, indica. Dice que “sostener a cualquier precio el dólar barato parece ser la prioridad de la política económica. Esta decisión afecta no solo la percepción sobre la sostenibilidad cambiaria, sino también a la probabilidad de reabrir los mercados de crédito”. 

Concluye que los próximos dos meses serán definitorios, tanto por los desafíos cambiarios como financieros que enfrenta el esquema. “La reacción del mercado será decisiva para definir el tránsito en la recta final hacia las elecciones”, adelanta. Por lo pronto, el JP Morgan no esperó tanto y ya mostró cuál ha sido su reacción ante la evidente debilidad del plan financiero y cambiario de Milei. En estos días se verá si otros fondos de inversión y financistas lo siguen o prefieren seguir montados en la codicia de la bicicleta especulativa liberal-libertaria.  

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