Los cambios pusieron nervioso al gabinete, pero cosecharon elogios entre los aliados

Los cambios pusieron nervioso al gabinete, pero cosecharon elogios entre los aliados

El WhatsApp compartido estuvo en silencio durante las horas previas y generó una mezcla de nerviosismo y algo de enojo en el gabinete . "Nos enteramos por los medios", coincidieron ante LA NACION tres ministros, todavía perplejos por el hermetismo que signó los alejamientos de Francisco Cabrera y Juan José Aranguren , ministros de Producción y Energía, respectivamente, y su reemplazo por Dante Sica y Javier Iguacel.

 

Desde la Casa Rosada relativizan el desconocimiento de los ministros sobre la suerte de sus pares, sellada en la noche del sábado con el comunicado oficial. Y niegan que esas despedidas sean las primeras de una serie de "pases" de ministerios a secretarías. "No va a ser así, no habrá más fusiones de ministerios. Cumplieron una etapa y había que renovar el área económica", sostuvieron ayer cerca del jefe de Gabinete, Marcos Peña, uno de los integrantes de la mesa chica de coordinación que encabeza el presidente Mauricio Macri y que tomó las drásticas decisiones.

 

Pero en varios ministerios subsiste el desconcierto, sobre todo en los de menos presupuesto, como Cultura, Turismo, Ambiente y Agroindustria. Alguno de los ministros resiste por estas horas la tentación de llamar a Macri para preguntarle por su propio destino. "A Cabrera, que es amigo, le avisaron unas horas antes. Hay muchos rumores", se desahoga otro funcionario, que como el resto deberá esperar para definir su futuro.

Desde Balcarce 50 reconocen que era necesario "un lavado de cara" de Producción y Energía, desgastados por distintas razones, y que las reacciones positivas de la política (sobre todo de los aliados radicales y Elisa Carrió) fue la que esperaban, al igual que las del peronismo no alineado con el Gobierno.

Destacaban tanto los elogios del gobernador de Salta, el justicialista Juan Manuel Urtubey ("tengo un excelente concepto de ambos", dijo), como los de dirigentes cercanos a Sica, funcionario de Eduardo Duhalde, a los recambios. "Este gobierno tiene que apuntar al crecimiento y a la producción, y con Cabrera nada de nada", dijo a LA NACION Carlos Brown, excompañero de Sica en el gabinete duhaldista. Además de Carrió, que aplaudió por tuit las designaciones, el radicalismo también dio su aval. Según pudo saber LA NACION, el titular del Comité Nacional, Alfredo Cornejo, los legisladores Mario Negri, Luis Naidenoff y el exsenador Ernesto Sanz fueron informados de los cambios "antes de que se produjesen", un gesto de la mesa chica que agradecieron y avalaron. "Nos preocupa que los cambios se den también en lo concreto, como tarifas y el control de precios", aseguró un importante dirigente de la UCR.

Aliados conformes

Si bien no se enteró de los cambios hasta el día siguiente, Carrió pudo contarle el viernes al Presidente sus ideas sobre las "pymes para exportar", un punto que Sica parece tener entre sus prioridades, según quienes conocen su pensamiento. Con Aranguren, a quien le había pedido la renuncia, igual que Cornejo, la diputada y líder de la CC-ARI había llegado a un mínimo acuerdo de no agresión, pero de hecho saludó su salida.

Al margen de las reacciones, aún está en análisis la estrategia que seguirán los ministros entrantes. En Producción, por ejemplo, aseguran que el "equipo" de Cabrera, en el que sobresale el secretario de Comercio, Miguel Braun, seguirá en la gestión, al menos un tiempo más. "Sica tiene buena relación con Cabrera, incluso lo asesoró en algún momento, no creo que haya demasiados cambios", afirmó un vocero. Hoy, los equipos que respondían a Cabrera se encontrarán temprano con Sica en el Ministerio de Producción para acordar los términos del traspaso.

En cuanto a Iguacel, en el equipo del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, aseguran que "extrañarán" al joven funcionario, que se desempeñaba en la dirección de Vialidad, y al que sus pares rebautizaron como el "asfaltador serial". En la Casa Rosada reconocen que la figura de Aranguren, luego de sus tropiezos en la "comunicación" de los aumentos de tarifas y en su propia negativa a repatriar sus ahorros, estaba muy desgastada. Prometen más fluidez con los medios.

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