El PRO arma un grupo en la Legislatura para captar heridos

Mauricio Macri ordenó a la tropa generar un esquema de mayoría. Lo harán Ritondo, como vicepresidente primero, D’Andreis, como jefe de bloque, Pagani, Ocampo y Rebot

El triunfo de Mauricio Macri en las elecciones porteñas del 10 de julio fue contundente para posicionarlo entre los pocos dirigentes con chances de convertirse en la futura alternativa al kirchnerismo. Pero la victoria no le alcanzó para obtener la mayoría propia en la Legislatura local a partir del 10 de diciembre, cuando asuman los nuevos integrantes. Para no correr riesgos, el jefe de Gobierno ordenó hace unos días a su tropa salir a seducir aliados que le permitan obtener el quórum propio y votar leyes claves. Necesita ganar la voluntad de cinco diputados porteños: el PRO obtuvo 16 bancas que dejaron al bloque con 26 escaños, y las sesiones se habilitan con 31.

El equipo ya está definido y se blanqueará la semana próxima. El actual jefe de la bancada del macrismo, Cristian Ritondo, pasará a ocupar la vicepresidencia primera de la Legislatura, cargo que se ubica en la línea sucesoria del Poder Ejecutivo, detrás de la vicejefatura.

El legislador peronista dejará la titularidad del bloque en manos de Fernando D’Andreis, un joven del riñón del secretario General Marcos Peña y familiar político del propio Macri. El cambio de Ritondo por el actual vicepresidente primero Oscar Moscariello busca imprimirle a esa gestión un perfil más político, similar al que ejercía hace dos años otro peronista: el actual ministro de Espacio Público, Diego Santilli.

Las lenguas filosas descuentan, además, que Ritondo no se desentenderá del todo del trabajo de la bancada. Y en esa línea, se designó a tres legisladores en la mesa chica del bloque, que colaborarán en las negociaciones con las fuerzas opositoras y funcionarán como enlace con el Palacio Comunal. Se trata del ex Recrear, Enzo Pagani, (alineado con el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta y el ministro de Educación Esteban Bullrich); Martín Ocampo, que responde a Daniel Angelici, candidato de Macri en Boca, y Helio Rebot, quien supo estar cerca de Gabriela Michetti.

Este grupo tendrá la misión de abrir el diálogo permanente con los legisladores que se han quedado huérfanos o heridos por los reacomodamientos de los comicios. En la mira está Juan Pablo Areneza, de la Coalición Cívica pero que responde a la diputada nacional Patricia Bullrich. Su eventual pase está ligado al posible salto de la ex socia de Elisa Carrió hacia el PRO en la Cámara alta del Congreso, a partir de diciembre. Otra de la CC que podrían seguir a Arenaza es Adriana Montes.

El PRO descuenta que mantendrá el apoyo de los dos legisladores de la UCR. Antonio Campos y Claudio Presman. Y cree que podría sumar al denarvaísta Daniel Amoroso.

Tentadoras Comisiones

Al quedarse con la primera minoría, el PRO no sólo retendrá la vicepresidencia primera; también quedará bien posicionado para negociar el reparto de comisiones. Esta será la herramienta para tentar a la oposición, que permita sortear la intransigencia de la segunda fuerza del cuerpo, Proyecto Sur.

En los pasillos aseguran además que la buena relación de Ritondo con el jefe de bloque kirchnerista, Juan Cabandié, los hizo llegar a un acuerdo en detrimento de la fuerza de Fernando Pino Solanas. La idea de Cabandié, que comandará una bancada de siete legisladores, es crear un interbloque con la fuerza de Aníbal Ibarra y Nuevo Encuentro para convertirse en el principal espacio de contrapeso y quedarse así, entre otros cargos, con la vicepresidencia segunda, hoy en manos de Julio Raffo (Proyecto Sur).

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