Alquileres y jubilaciones: los desafíos políticos que enfrenta Massa, bajo la mirada del FMI

Alquileres y jubilaciones: los desafíos políticos que enfrenta Massa, bajo la mirada del FMI

Son temas en la mira del organismo. Qué dice el documento sobre la moratoria previsional. ¿Se rompe el pacto de no agresión entre el kirchnerismo y Massa?

 

La nueva moratoria previsional y la Ley de Alquileres son dos temas que pondrán a prueba la relación entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y el kirchnerismo. El FMI puso la mira en esas dos políticas y la presión que ejerce para que el Gobierno haga cambios amenaza con recalentar un poco más la interna del Frente de Todos.

El informe completo del FMI -que es más extenso que la versión difundida inicialmente para la prensa- señaló explícitamente, en medio de la cuarta revisión del programa que negoció con Massa, que el Gobierno tendrá que emitir "un decreto y normas específicas para contener los costos fiscales" de la nueva moratoria "incluyendo medidas para focalizar el ingreso al régimen a quienes más lo necesiten".

El punto clave de esa instrucción es el plazo que le da al Gobierno para hacer esto: "Previo a la reunión del directorio". Esto es antes de julio, cuando se llevará la quinta revisión del programa para definir un nuevo desembolso de dólares para la Argentina. Se descuenta que Massa aceptó esta condición.

Ahora, la aplicación de la ley que empujó la vicepresidenta Cristina Kirchner desde el Senado y que el bloque de diputados del Frente de Todos logró aprobar luego de varios meses de gestiones para romper el bloqueo del quórum que había usado Juntos por el Cambio quedó condicionada por el FMI, que señaló que es una política que "socava los objetivos de acumulación de reservas y consolidación fiscal".

En el kirchnerismo guardan silencio frente al tema por ahora. A diferencia de su antecesor Martín Guzmán, Massa no tuvo que lidiar por el momento con las críticas de la vicepresidenta, del diputado Máximo Kirchner o los dirigentes que suelen oficiar de voceros del espacio, pero la tensión existe.

Moratoria previsional: las condiciones del FMI y el desafío para una relación delicada

 

Cuando apenas terminaba la visita de Massa a Estados Unidos que logró la aprobación de la cuarta revisión del programa del FMI, La Cámpora publicó un texto en oportunidad del Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas, en el que sostuvo que la presencia del Fondo Monetario Internacional en un país es una forma de "colonialismo".

Las observaciones del FMI a la moratoria previsional ponen bajo prueba el vínculo entre Massa y el kirchnerismo

 

"El FMI busca disciplinar a decenas de países, especialmente en Latinoamérica, con acciones que apuntan a garantizar la hegemonía de Estados Unidos", señaló el escrito de la agrupación que lidera Máximo Kirchner respecto del organismo que acaba de acordar con el ministro de Economía que habrá medidas para contener el costo fiscal de una ley impulsada por el kirchnerismo.

El choque entre la gestión de Massa y el discurso del sector que es el mayor depositario de los votos del oficialismo es inocultable. La moratoria previsional pone a prueba la voluntad del kirchnerismo de seleccionar sus críticas quirúrgicamente para evitar un cruce público con el ministro que agrave la situación política del Frente de Todos.

El hecho de que las condiciones para acceder al plan de pagos de deuda previsional reclamadas por el FMI no tengan que pasar por el Congreso facilita algo el trance. En efecto, algunas de ellas ya figuran en el decreto reglamentario 173 que publicó el Poder Ejecutivo el 31 de marzo.

Entre ellas está la prohibición de que las personas que se acojan a la moratoria puedan comprar dólar oficial por 12 meses y un control sobre los ingresos brutos anuales del solicitante, el patrimonio declarado y los gastos con tarjetas de crédito y débito.

No obstante, los parámetros para esos controles, como el nivel de ingresos permitido para entrar a la moratoria, tendrán que ser definidos por la Anses, el organismo que encabeza la dirigente de La Cámpora, Fernanda Raverta, cercana a Máximo Kirchner. Será ella quien deberá velar porque las condiciones para acceder a la moratoria permitan un ahorro que ronde el 0,2% del PBI, como espera el texto del FMI.

La Ley deAlquileres: suspensión y ¿prueba de fuego para el vínculo Massa/kirchnerismo?

 

La Ley de Alquileres (27.551), que tuvo media sanción en 2019, durante la última etapa del gobierno de Mauricio Macri y se terminó de aprobar en el Senado en 2020 con el empuje del kirchnerismo, también viene siendo objeto de cuestionamientos por parte del FMI. El Gobierno prevé suspenderla, como adelantó iProfesional.

La Ley de Alquileres también es objeto de cuestionamientos del FMI y ahora el Gobierno podría suspenderla

 

La idea de modificarla, suspenderla o derogarla no es nueva. Massa ya lo había sugerido durante su paso como presidente de la Cámara de Diputados e incluso abrió el debate para su reforma. Pero el nuevo intento por darla de baja que el ministro conversó con el presidente Alberto Fernández y trascendió el pasado lunes se da justo después de su reunión con el FMI.

A diferencia de la moratoria previsional, cualquier cambio que se haga con la Ley de Alquileres sí debería pasar por el Congreso. Así lo reconocen en el Gobierno. En este caso, la tensión entre la gestión de Massa bajo el escrutinio del FMI y las políticas que defiende el kirchnerismo serían más difíciles de contener y tendrían una caja de resonancia importante en la Cámara de Diputados.

Un adelanto de ello fue la reacción de la agrupación Inquilinos Agrupados que encabeza Gervasio Muñoz y que mantiene buen vínculo con el kirchnerismo. "Volvieron de Estados Unidos y el FMI les dio instrucciones", señaló la entidad en su cuenta oficial de Twitter.

En un comunicado posterior, Muñoz fue un paso más allá y calificó al ministro como "un empleado de las corporaciones inmobiliarias", tras lo cual agregó: "Dice que la Ley de Alquileres no funciona cuando en realidad lo que no funciona es el plan económico de Massa y el FMI, el cual pidió no regular el precio de los alquileres".

Será difícil para el ministro evitar esta controversia si el debate se reabre en la Cámara de Diputados y nuevamente, su relación con el kirchnerismo se verá puesta a prueba. Además, en el Frente de Todos nunca hubo una posición común sobre la Ley de Alquileres.

Al bloque oficialista incluso le llevó tiempo consensuar un proyecto de reforma que, en realidad, no toca ninguno de los puntos objetados por el mercado inmobiliario, que son los mismos que llevaron a Massa antes y ahora a pensar en hacer cambios. El equilibrio que debe hacer el ministro entre el FMI y el socio mayoritario del oficialismo parece así acercarse a un límite.

 

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