- La única manera de resolver esto es que nos den lo que nos corresponde.

- Tranquilos. Reconocemos que hay un error, pero iremos solucionado esto; vamos a resolverlo. 

Ese diálogo fue la apertura de la reunión que ayer los gobernadores peronistas mantuvieron con autoridades nacionales. Fue en el Salón de los Escudos de la Casa Rosada. Uno de los mandatarios le planteó de esa manera, aunque en tono cordial, la queja de sus pares: gozar de un mayor reparto de recursos de coparticipación federal, tal como el Gobierno nacional le otorgó -días atrás- a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que llevó del 1,7% al 3,4% el índice de distribución del dinero federal para esa jurisdicción.

La respuesta de aquel tenso inicio fue del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que luego -en conferencia de prensa- reveló que se corregirá aquel decreto presidencial que ahondaba más las asimetrías entre el interior y la Capital Federal. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, no sólo dispondría de más dinero para atender el traspaso de la Policía Federal a su distrito, sino que también se beneficiaría expansivamente con el reparto del Fondo Soja y del Fonavi (viviendas). Los gobernadores aún quieren ver el texto del nuevo decreto, para que no haya nuevos yerros a la hora de repartir el dinero federal. “No se puede permitir que esto siga de tensando la cuerda cuando el presidente Mauricio Macri pregona un federalismo fiscal que hoy no existe”, clamó momentos antes un mandatario peronista al salir de la cumbre previa al encuentro con Frigerio que se realizó en la sede porteña del Consejo Federal de Inversiones (CFI), el reducto institucional donde el peronismo, con responsabilidad de gobierno, concentra sus encuentros en Buenos Aires. 

A la cumbre asistieron los gobernadores Sergio Uñac (San Juan), Juan Manuel Urtubey(Salta), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Domingo Peppo (Chaco), Carlos Verna (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Alicia Kirchner(Santa Cruz), Sergio Casas (La Rioja), Lucía Corpacci (Catamarca) y Juan Manzur(Tucumán). También estuvieron los vicegobernadores José Emilio Neder (Santiago del Estero) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones). Acompañaron a Frigerio el jefe de gabinete,Marcos Peña, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.

La reunión se extendió durante dos horas. Fue cordial, reconocieron los peronistas asistentes, pero aclararon que se trató de otro round de estudio en la nueva relación fiscal Nación-provincias. En realidad, el Gobierno nacional sólo ganó tiempo: en dos semanas, convocará a los ministros de Economía de los 24 distritos del país para reformular las cuestiones fiscales, incluso el polémico 15% de coparticipación extra que hoy gozan sólo tres provincias por imperio de un fallo de la Corte Suprema de Justicia: Santa Fe, San Luis y Córdoba.

La tensión entre el resto de los mandatarios sigue latente, aunque por ahora abrirán toda instancia de diálogo. De hecho, fue el propio Urtubey que, en conferencia de prensa, dejó en claro que el peronismo no le pondrá palos en la rueda a la gestión de Macri. “El Justicialismo es una fuerza política dispuesta a colaborar para que a la Argentina le vaya bien”, resaltó.

En el mientras tanto, Frigerio anunció que el Gobierno nacional pagará la deuda heredada de la gestión anterior, encabezada por Cristina Fernández, de unos $ 10.000 millones, cuya demora en remitir a las provincias atrasó los programas de obras públicas y el cobro de subsidios sociales. “En cinco semanas nos pondremos al día con las provincias”, prometió Frigerio. De ese total, a Tucumán le correspondería unos $ 500 millones. 

Por el lado de los gobernadores, les quedó una sensación agridulce: cubrirán el incendio que se estaba avivando en cada distrito por las obras inconclusas y los planes sociales impagos, pero persiste la sensación de que no están en igualdad de condiciones financieras con el conjunto de distritos que reciben más plata de la coparticipación. 

De hecho, casi al cierre de la conferencia de prensa de ayer, el sanjuanino Uñac señaló: “seguimos planteando que la universalización del 15% de los recursos puede ser una salida; recibimos con beneplácito las propuestas del Poder Ejecutivo para poner en pie de igualdad a las distintas provincias”.

La reunión de ayer arrancó con una rueda de café para los asistentes. Curiosamente, con el transcurrir de las horas el fuego de las provincias trató de disiparse con litros de agua mineral que sirvieron los mozos en el salón de la planta baja de la Casa Rosada. La cuestión no es menor. Al menos los gobernadores asistentes creen que, con aquella universalización del 15% de la coparticipación que aún se retiene, cada uno de ellos podría llegar a recibir este año un monto cercano a los $ 3.000 millones. En buen romance, esa plata sería un maná para calmar las tensiones que se abrirán el mes que viene con las paritarias estatales que ya presagian pedidos de aumento cercanos al 30%. Otra preocupación para los mandatarios.