Los últimos pedidos de Cristina Kirchner que le marcan la agenda a Batakis

Los últimos pedidos de Cristina Kirchner que le marcan la agenda a Batakis

La vicepresidenta apuntó contra la gestión económica del Gobierno y demandó cambios que le generan presión a la flamante ministra

La flamante ministra de Economía, Silvina Betakis, llega a su puesto con el visto bueno de Cristina Kirchner. En sus últimas apariciones públicas, la vicepresidenta emitió duros diagnósticos sobre el rumbo económico del Gobierno que fueron desgastando su relación con el ahora extitular de la cartera Martín Guzmán, quien disparó su renuncia vía Twitter en medio del último discurso de la exmandataria en Ensenada.

En su exposición sobre los riesgos de una economína “bimonetaria”, la vicepresidenta se refirió a la inflación, a la crisis de los salarios, al “festival de importaciones” y al manejo de los planes sociales. Todos temas urgentes que le marcarán la agenda a Batakis.

Salario universal y aumento por decreto

En línea con lo que demandan los sindicatos que comulgan con el kirchnerismo, la vicepresidenta insiste con pedidos para evitar una caída aún más drástica del poder adquisitivo: reclamó un salario universal y un aumento por decreto.

“Charlé mucho con Juan Grabois y tenemos que discutir la necesidad de un ingreso universal”, empezó la vicepresidenta y planteó que este salario “no dependa del favor de nadie”. “Es necesario reasignar los recursos más inteligentemente y que puedan llegar. Si hay 7 millones de trabajadores informales en la Argentina, ¿por qué reciben solamente un ingreso extra un 1,3 millones y no los 7 millones? Esta es la pregunta que nadie me puede responder”, agregó.

Hace tiempo que Grabois, dirigente del Frente Patria Grande y del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), milita esta iniciativa. Los primeros borradores vieron la luz a mitad del año pasado y apuntaban a que aquellas personas no organizadas en unidades de gestión supervisadas por el Estado, pero sí inscriptas en el Registro de Trabajadores de la Economía Popular (Renatep), cobren un salario universal igual al 33% del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM).

Es una de las cuestiones que reclama la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la organización sindical que nuclea a las tres agrupaciones piqueteras alineadas con el Gobierno: el Movimiento Evita, Barrios de Pie-Somos y la Corriente Clasista y Combativa (CCC).

Quien se ocupó de reflotar esta demanda tras la jornada caótica en el Gobierno luego de la renuncia de Guzmán fue justamente Grabois con su bienvenida a la nueva ministra. “Querida Silvina Batakis te banco fuerte pero no te felicito; eso de andar felicitando designaciones no me cabe; me reservo las felicitaciones para cuando implementes el Salario Básico Universal ¡Cazá la birome y no te demores por favor!”, dijo a través de su Twitter.

En otro momento de su discurso, Cristina Kirchner se refirió un aumento del ingreso a través de una suma fija y destacó la presencia del secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, quien hizo ese pedido durante el plenario. En Avellaneda el diputado nacional dijo que para recomponer el ingreso ”es necesario un aumento como lo dio Néstor a través de una suma fija”.

“Hay un razonamiento que dice que la suma fija le quita importancia a las paritarias y a los sindicatos”, señaló Cristina Kirchner y después opinó: “La realidad se cambia desde el Estado como hizo Perón muchachos. Los sindicatos fueron preexistentes a Perón, pero Perón le dio el lugar a los trabajadores y a través de los trabajadores a los sindicatos en el diseño de las políticas del Gobierno, esto es lo que tienen que entender. No hay sindicatos fuertes en un Estado débil”.

Claudio Moroni, ministro de Trabajo, argumenta que las subas salariales solo se darán a partir de las negociaciones paritarias. El sector mayoritario de la CGT coincide con esta postura. Es decir, se opone a la demanda de Cristina.

Planes sociales

Durante el plenario de la CTA, la vicepresidenta acusó a los movimientos sociales de manejar a su antojo planes sociales: pidió terminar con “la tercerización” de los mismos y reducirlos. Y dijo que otorgar ese tipo de subsidios “no es peronismo”, porque el peronismo “siempre fue laburo”.

Fue un tiro por elevación al Movimiento Evita, que ubicó en el Gobierno a Fernando “Chino” Navarro, actual secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete y Emilio Pérsico, secretario de Economía Social del ministerio de Desarrollo Social. Daniel Menéndez (Barrios de Pie) también cumple funciones en ese ministerio como subsecretario de Políticas de Integración y Formación. Ayer, en su charla telefónico con Alberto Fernández, pidió la salida de los dirigentes sociales del Gobierno.

“Con esta desocupación debería haber menos planes. El Estado nacional debe recuperar el control y la auditoría de los planes, que no pueden seguir tercerizadas”, planteó y lanzó: “Eso no es peronismo. No es depender de un dirigente barrial para que me dé el alta o la baja. Y sobre todo las mujeres, que son las más explotadas. Si Evita los viera, mamita...”.

Los dirigentes salieron a contestarle. Pérsico consideró que “Cristina es muy injusta”, aseguró que “no conoce el tema”, y afirmó: “Molesta mucho que las organizaciones sociales hagamos política”.

En línea con las exigencias de Cristina Kirchner, los gobernadores y los intendentes del PJ, el ministerio de Desarrollo Social, encabezado por Juan Zabaleta, comunicó días después que estaban trabajando en un reordenamiento del programa “Potenciar Trabajo”: traspasar entre 180.000 y 200.000 planes a “unidades ejecutoras” de provincias y municipios.

Inflación

El eje del discurso de Cristina Kirchner del 20 de junio estuvo marcado por un intento de explicar que la inflación en la Argentina no está estrechamente vinculada al déficit fiscal, en una crítica solapada a la política restrictiva que consideraban que tenía Guzmán.

“Una vez más la inflación parece haberse disparado. Los mismos que van a los canales de televisión a decir que el Estado es lo único malo y el sector privado es todo benevolencia. Dicen que a la inflación la genera el déficit fiscal. De la emisión no voy a hablar”, remarcó la vicepresidenta. “¿Cuál es el problema entonces? Las ganancias de las empresas”, consideró y agregó: “Entonces, el déficit, que es un término económico y no matemático, no necesariamente es el causante de los desmadres económicos y de la súper inflación”, remarcó.

“Festival de importaciones”

En ese acto, la vicepresidente también dijo que uno de los problemas de la falta de divisas reside en que hay más importaciones que exportaciones. “Hay festival de importaciones hace tiempo. Creo que el Gobierno debe pensar cómo articular más adecuadamente: Banco Central, Ministerio de la Producción, AFIP y Aduanas. Esto tiene que ser articulado, lo cual no estaría sucediendo. ¿Por qué? Porque hay un festival de importaciones desde hace tiempo. En la Argentina, 600 empresas explican el 75% de las importaciones. Y el otro 25% de las importaciones lo explican 24.000 empresas”, afirmó la vicepresidenta y redobló: “Estas cosas son usar las lapiceras. No hay que agarrarse de los pelos. No hay que agacharles la cabeza [a los empresarios]”.

De esta manera, también le marcó la cancha a Daniel Scioli, el flamante ministro de Desarrollo Productivo que había asumido seis días atrás su nuevo cargo.

Pese a la desmentida de la portavoz Gabriela Cerruti, quien aseguró que no había un festival de importaciones sino “una cantidad de importaciones que crece en número porque crece la industria”, seis días después del dardo de Cristina, el Banco Central puso en marcha nuevas medidas que apuntaban a restringir la salida de dólares por el pago de importaciones con el foco puesto en mayores controles y restricciones a grandes empresas importadoras.

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