Fin de la tregua en Pro: el macrismo salió a cruzar a Larreta por su alianza con un dirigente ligado al kirchnerismo en Santa Cruz

Fin de la tregua en Pro: el macrismo salió a cruzar a Larreta por su alianza con un dirigente ligado al kirchnerismo en Santa Cruz

Cristian Ritondo, Federico Angelini, Hernán Lombardi y Darío Nieto, cercanos al expresidente, cuestionaron el acuerdo entre el jefe porteño y Carambia, quien rompió el bloque opositor en 2019

 

Matías Moreno

La tensión entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta es indisimulable. Es que después de varios días sin cruces públicos en Pro, sobre todo, gracias a la tregua interna que habían acordado los altos mandos del partido en un desayuno en el hotel NH, en San Telmo, la visita del jefe porteño a la provincia de Santa Cruz, casa matriz del kirchnerismo, volvió a agitar el tablero de Juntos por el Cambio.

Es que dirigentes cercanos a Macri salieron hoy a cuestionar a Larreta por haberse mostrado en Santa Cruz junto al exdiputado Antonio Carambia, del espacio MoVeRe, y al intendente de Las Heras, José María Carambia. Se trata de dos aliados territoriales del alcalde porteño, quien viajó ayer a esa provincia por primera vez como posible candidato a presidente con el objetivo de fortalecer su proyecto nacional de cara a 2023.

LARRETA LLEGÓ POR PRIMERA VEZ A RÍO GALLEGOS Y CRUZÓ A LA GOBERNADORA ALICIA KIRCHNER

Como había ocurrido hace unos meses con un encuentro entre referentes de Larreta y Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires y peronistas, como Juan Manuel Urtubey, el macrismo salió a marcarle la cancha al jefe porteño: le reprochan su política de alianzas en su intento de ampliar la base electoral de JxC. En el caso de los hermanos Carambia, los leales a Macri los vinculan con el kirchnerismo. Es que en diciembre de 2019, tras la derrota de Macri a nivel nacional, Antonio Carambia provocó la ruptura del bloque de la coalición opositora en el bastión de Alicia Kirchner.

El primero que salió a cruzar a Larreta fue el diputado nacional Federico Angelini (Pro-Santa Fe), un alfil cercano al expresidente que se incorporó hace meses a los equipos que construyen el proyecto presidencial de Patricia Bullrich.

“No todo es lo mismo. En Santa Cruz, no se puede sumar a los Carambia, principales aliados del kirchnerismo desde 2019, traicionando al electorado de Juntos por el Cambio. O somos el cambio o no somos nada”, remarcó Angelini, en una clara alusión al latiguillo que emplea Macri desde que publicó su libro Primer Tiempo, cuando comenzó su cruzada ideológica para redefinir la identidad del espacio opositor.

En las legislativas pasadas los postulantes de Pro en Santa Cruz fueron Javier Gabbani, Martin Bocco y Micaela Siarez, entre otros. En esa provincia el partido fundado por Macri estuvo bajo la intervención de Silvana Giudici, extitular del Enacom y una de las escuderas de Bullrich.

Apenas salió el tuit de Angelini, el legislador porteño Darío Nieto (Juntos por el Cambio), uno de los colaboradores más estrechos de Macri, se sumó a la ofensiva contra Larreta. “Hace casi 3 años, Carambia traicionó la confianza y los valores de sus votantes para saltar de bloque en Diputados y no devolvió su banca. Con personas así no se construye el cambio”, remarcó. Como lo había hecho Angelini, el exsecretario privado de Macri acompañó su mensaje con una foto de la recorrida en la que se ve a Larreta y los hermanos Carambia.

En el entorno de Macri consideran que el aliado que eligió Larreta para incursionar en Santa Cruz es un “traidor” y no representa “los valores” ni las “ideas” de JxC. A su vez, no le perdonan sus duras críticas contra el exmandatario. “No pueden estar en este espacio”, remarcaron. Y decidieron “jugar fuerte”, en sintonía con el planteo del cofundador de Cambiemos, quien insiste en que el Pro no puede descuidar su esencia a la hora de ensanchar su base electoral.

La embestida del macrismo generó la reacción de Carambia, quien apeló a la ironía para defender sus movimientos en Santa Cruz. “Quisieron ser un cambio pero el macrismo en Santa Cruz fue un fracaso. Igualmente, en las elecciones de 2019 volvimos a acompañar. Es tiempo de dar vuelta la página y apostar a mejores liderazgos. Hoy somos más, sumate con Horacio, te hacemos un lugar, el país lo necesita”, apuntó el exdiputado.

Poco después, Cristian Ritondo, jefe de bloque de Pro en Diputados y uno de los aspirantes a gobernador bonaerense, que cuenta con el aval de Macri, arremetió contra Carambia. Eso sí, Ritondo, rival de Diego Santilli en la interna de Pro en la provincia de Buenos Aires, no mencionó a Larreta. “Prohibido olvidar: se cumplen tres años de la traición de Carambia, que engañó a sus votantes para convertirse en kirchnerista del peor gobierno de la historia”, escribió Ritondo, quien visitó a Macri horas antes de que el expresidente viajara a Qatar por el mundial de fútbol.

Hernán Lombardi, uno de los laderos políticos de Macri, y el senador nacional Humberto Schiavoni también salieron a fijar postura con señalamientos internos. Advirtió a sus socios que hay “sumas que restan” y Hay “sumas” que restan. “El diputado Carambia fue electo por la oposición, pero no integró nuestro bloque y votó sistemáticamente con el oficialismo. Los tránsfugas son cómplices del kirchnerismo. Ampliar no puede ser diluir el cambio profundo al que aspiramos”, puntualizó Lombardi.

Para Schiavoni, “el cambio requiere compromiso y coherencia”. “Esto no se logra con aliados al kichnerismo que demostraron todo lo contrario en Santa Cruz”, apuntó. La embestida de los macristas paladar negro contra Larreta se activó de manera sincronizada y coordinada.

En el larretismo se mostraban sorprendidos por el fuego cruzado. “Tranquilos. Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos”, deslizaron. Consideran que se trata de “un tema menor” y que el macrismo lo utiliza para desgastar al jefe porteño. Primer traspié del “sistema de alerta temprana”, el curioso mecanismo que idearon los popes de Pro para que la sangre no llegue al río en la disputa electoral por las candidaturas con miras a 2023.

En la intimidad, el expresidente no oculta su inquietud por el modelo acuerdista que promueve Larreta. Si bien considera que el jefe porteño tiene las “ideas claras”, considera que su plan aperturista podría comprometer las reformas y la fisonomía de JxC. Por esa razón, no duda en elogiar el estilo audaz de Patricia Bullrich.

El juego ambiguo de Macri mantiene en vilo al jefe porteño, quien optó por modificar su estrategia: salió a confrontar con el modelo que propone el expresidente para 2023 y se muestra dispuesto a defender su visión de país. El lunes, en una entrevista con el programa Odisea Argentina, Larreta dijo que se sentiría cómodo compitiendo" class="com-link" data-reactroot="" style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px; border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; font-stretch: inherit; line-height: inherit; font-family: inherit; vertical-align: baseline; outline: none; text-decoration-line: none; color: rgb(2, 80, 201);">se sentiría cómodo compitiendo en una interna “con un radical, con Macri o quien sea”. Además, afirmó que es complejo reducir la inflación: “Solo un chanta podría decir en una línea cómo bajarla”, lanzó. ¿Un mensaje para el expresidente?

Esta semana, Larreta insistió en que se requiere “un plan integral” que se sostenga en el tiempo para sacar al país del estancamiento. “No se soluciona todo con sólo replantear los planes sociales o la inflación. Si no abrimos mercados no sirve. Necesitamos generar más trabajo. Tenemos una oportunidad de venderle al mundo nuestros productos”, remarcó en diálogo con Radio Con Vos.

El escenario principal de la pulseada entre Macri y Larreta es la Capital, el bastión de Pro. El expresidente teme que el alcalde descuide la Ciudad, donde tiene una alianza estratégica con Martín Lousteau, con tal de fortalecer su proyecto presidencial. Frente a la neutralidad de Larreta -a quien le reprocha no haber perfilado a un dirigente de Pro como su sucesor-, Macri bendijo a su primo, Jorge, como el candidato al sillón de Uspallata. Ayer, recibió a Soledad Acuña, una leal a Larreta, quien le transmitió su deseo de pelear por la Ciudad. Después de repasar los números e indicadores de las encuestas, Macri la alentó a competir.

Soledad Acuña visitó a Macri y se anota en la pelea por la Ciudad

Por estas horas, después de que lograra desactivar el conflicto salarial con médicos y residentes de la Ciudad, Larreta se alista para subir al ring porteño a Fernán Quirós, su ministro de Salud. En el seno del macrismo vetan a Quirós, un larretista puro, porque no tiene el “ADN de Pro” ni los pergaminos políticos para gestionar la Ciudad, más allá de sus números auspiciosos que tiene en las encuestas. Por lo pronto, Jorge Macri, quien se ganó la enemistad del larretismo, estrenará búnker esta semana, donde desembarcará su jefe de campaña: Fernando de Andreis, allegado al expresidente.

Desde hace meses, el jefe porteño intenta mejorar su posicionamiento a nivel nacional después de sufrir un estancamiento en las encuestas. Según los “halcones” de Pro y varios jerarcas de la UCR, Bullrich logró crecer en los sondeos y pelea la pole position con Larreta.

El jefe porteño confía en sus números -los maneja Federico Di Benedetto, quien trabaja con un pool de encuestas-. “Hace dos años que Horacio es puntero en todas las encuestas serias. Se acercan las elecciones y eso no cambia. Imagino que algunos se ponen nerviosos”, deslizó uno de los armadores de Larreta.

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