Tras el cimbronazo electoral, a Kicillof le esperan más tironeos de poder con el cristinismo

Tras el cimbronazo electoral, a Kicillof le esperan más tironeos de poder con el cristinismo

En la Legislatura, el gobernador debe resolver la aprobación de su presupuesto y los repartos de cargos clave como la presidencia de la Cámara de Diputados, hoy en manos de Massa, y la jefatura de los bloques, liderados por alfiles de Cristina

 

Javier Fuego Simondet

En las próximas semanas, la Legislatura bonaerense volverá a convertirse en un escenario en el que el peronismo medirá el poder de sus principales vertientes. El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, intentará aprobar el presupuesto de su gestión para el próximo año y, en paralelo, entrarán en un juego de negociaciones las jefaturas de los bloques y la presidencia de la Cámara de Diputados, resortes de poder que el mandatario provincial no controla y en los que talla Cristina Kirchner, pero también Sergio Massa.

Según coinciden fuentes del oficialismo en la Cámara de Diputados provincial, el presupuesto que Kicillof presentó la semana pasada tomará estado parlamentario en los próximos días, en una sesión que se realizará el miércoles. Por falta de acuerdos internos y con la oposición, el gobernador no logró aprobar un presupuesto para este año y anhela que el del próximo sea avalado por las dos Cámaras legislativas.

Las mismas fuentes oficialistas calculan que el presupuesto podría votarse en los recintos a fines de noviembre o a principios de diciembre, antes de la asunción de los nuevos diputados y senadores elegidos en los comicios del 7 de septiembre. Desde la Gobernación, la semana pasada destacaban el papel “del Frente Renovador para aprobar el presupuesto, la ley fiscal e impositiva y el financiamiento [endeudamiento]”, en una admisión de la compleja relación que tienen con La Cámpora.

Si bien en el kicillofismo evitan agitar otro frente de discusión dentro del peronismo, se abre también la disputa por concentrar los cargos que sintetizan el poder en la Legislatura: las jefaturas de los bloques peronistas y la presidencia de la Cámara de Diputados. Aunque destacaron que “no se empezó a discutir”, como afirmó a LA NACION un colaborador de Kicillof, en el mismo sector aseveraron que esas jefaturas son un objetivo. “Es algo que sucede en todas las renovaciones, se renueva todo. No es una cuestión de imponer nombres, creemos que tiene que ser una discusión entre todas las partes para establecer el mejor funcionamiento”, indicó otra fuente del círculo cercano al gobernador.

Mayra Mendoza y Facundo Tignanelli, dos camporistas que compartirán la Cámara de Diputados bonaerense

El presidente de la Cámara de Diputados bonaerense es el massista Alexis Guerrera, en el marco de un acuerdo de alternancia anual con el cristinista Alejandro Dichiara, pacto que vence este año. Para la nueva conducción, en el campamento peronista anotan a Guerrera y a dos intendentes que asumirán como diputados bonaerenses en diciembre: la camporista Mayra Mendoza y el kicillofista Mariano Cascallares.

“La prioridad del gobernador es que le den las herramientas básicas y fundamentales de gestión: presupuesto, acceso al crédito y ley fiscal. Es una instancia normal de cualquier gobierno. Si no hay ninguna anomalía, lo demás es accesorio”, afirmó un legislador kicillofista.

Los bloques legislativos del peronismo están en manos del cristinismo. En la Cámara de Diputados, preside la bancada el camporista Facundo Tignanelli, que en las últimas elecciones logró renovar su banca; en la Cámara de Senadores, la titular es la diputada nacional electa Teresa García, leal a Cristina y secretaria general del Partido Justicialista que la expresidenta conduce. En el Senado provincial, la renovación de la titularidad del bloque peronista es algo “difícil”, según calificó un senador justicialista. Y otro miembro del mismo grupo advirtió: “Tampoco esta claro si va a haber un solo bloque”.

Parte del bloque actual del peronismo en la Cámara de Diputados bonaerenseIgnacio Amiconi - LA NACION

“El bloque siempre estuvo en manos de La Cámpora. Va a ser difícil que el sector que tenga la jefatura del bloque tenga también la presidencia”, indicó una fuente peronista de la Cámara de Diputados. “Que sepamos, [el gobernador] no dijo nada [sobre la presidencia del bloque y la conducción de la Cámara]”, señaló a LA NACION un hombre del cristinismo en la Legislatura. Junto al PJ bonaerense y el nacional, que presiden Máximo y Cristina Kirchner, los bloques legislativos y la presidencia de la Cámara de Diputados son otros de los resortes de poder clave que Kicillof no controla.

La renovación de las Cámaras que surgió de las elecciones del 7 de septiembre le significará al gobernador un mayor caudal de legisladores propios. De los 13 senadores provinciales que sumará el peronismo, cuatro le responden (otros cinco son cristinistas, dos son massistas, y dos no tienen un alineamiento claro); entre los diputados, hay ocho de los 21 nuevos que son de su Movimiento Derecho al Futuro (en el resto hay siete cristinistas, cinco massistas y una de Juan Grabois).

En el juego de poder del peronismo entre el gobernador y la expresidenta, Kicillof sumó la semana pasada el respaldo explícito de los más de 40 intendentes que lo respaldan, que difundieron un comunicado conjunto en el que defendieron su estrategia de haber separado la elección bonaerense de la nacional y subrayaron que el mandatario bonaerense “será protagonista de la reconstrucción de una esperanza para las mayorías”.

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