De un lado, un grupo de alcaldes de la Primera sección electoral viene expresando su queja porque no tienen representación en esa mesa de decisiones. No ocurre lo propio con los de la Tercera sección que sentaron tanto a Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) como a Fernando Espinoza (La Matanza).

Incluso, el diálogo entre ambos sectores está cortado. Por caso, en lo que va del año no han habido reuniones grupales (ni presenciales ni virtuales), donde suelen discutir y debatir las estrategias políticas de cara a los comicios venideros.

El jefe comunal de Hurlingham, Juan Zabaleta (de buena sintonía con la Casa Rosada), se mueve en tándem con sus pares de Ituzaingó, Alberto Descalzo, y de Merlo, Gustavo Menéndez, entre otros. Resisten la fuerte influencia que vino ganando el lomense Insaurralde, que cerró un acuerdo sólido con Máximo Kirchner.

El enojo de los caciques de la Primera sección recrudeció recientemente, como se dijo, a partir de la inclusión de dos alcaldes de la Tercera, Insaurralde y Espinoza, en la denominada “mesa de los lunes” del Frente de Todos en la que confluyen La Cámpora, el Frente Renovador y funcionarios de Casa Rosada, entre otros.

A esa mesa se sientan dirigentes de la Primera como el ministro de Obras Públicas y ex intendente de San Martín, Gabriel Katopodis. Sin embargo, los intendentes de la zona norte y oeste del Conurbano pretenden que uno de los suyos defienda los porotos de la sección en la mesa de la que es anfitrión el gobernador Axel Kicillof y no delegar esa representación en un funcionario nacional.

Si bien es difícil que la sangre llegue al río, en la Primera reclaman que los intendentes tengan voz y voto en especial en las lista de candidatos a la Legislatura donde buscan colar nombres propios que representen el poder territorial que ejercen.

Esa idea apunta a evitar quedar relegados en la discusión en su propia sección. No es la misma situación que se da en la Tercera donde Espinoza e Insaurralde, al menos, serán parte de la definición.