Solo en Off. Gerardo Zamora, preocupado por el “efecto Formosa” en el Norte argentino

Solo en Off. Gerardo Zamora, preocupado por el “efecto Formosa” en el Norte argentino

Las imágenes de las protestas y la represión remiten a la caída de Carlos Juárez en 2003

 

La presentación de “su” megaestadio de futbol Madre de Ciudades, con sala vip para huéspedes y el presidente Alberto Fernández a su lado, y los anuncios sobre millonarias inversiones nacionales en obras públicas para su provincia –en la previa de la búsqueda de su cuarto mandato–, supusieron excelentes noticias para Gerardo Zamora, el gobernador de Santiago del Estero que el jueves ocupó buena parte de los focos mediáticos.

Pero a pesar de los flashes y las sonrisas de ocasión, el desmadre de las protestas en Formosa y las explicaciones que su aliado kirchnerista Gildo Insfrán debe dar a diario por su polémica política de combate al coronavirus preocupan a la cabeza del gobierno santiagueño.

6Ads byAlberto Fernández fue recibido esta semana por el gobernador santiagueño y aliado político Gerardo ZamoraPrensa Gobernación Santiago del Estero

“Hay que tener cuidado. (Carlos) Juárez se tuvo que ir cuando la televisión entró en Santiago”, contó un referente provincial que, a su vez, escuchó una reflexión similar de boca del propio gobernador en las últimas horas. Habitualmente hostil con los medios “porteños”, sobre todo cuando critican la brecha social y económica que se vive en esa y otras provincias del norte argentino, Zamora fue el principal beneficiario de la debacle del viejo caudillo que manejó los hilos del poder –dentro o fuera de la Casa de Gobierno provincial– durante medio siglo, y que debió jubilarse luego del asesinato de las jóvenes Leyla Nazar y Patricia Villalba en 2003, al que siguió la intervención federal ordenada por Néstor Kirchner.

De origen radical y ganador de las elecciones en 2005, Zamora ha controlado el poder desde entonces (su esposa y hoy senadora Claudia Ledesma Abdala gobernó entre 2013 y 2017) y su próxima reelección es poco menos que un hecho, aunque las imágenes de las protestas y la represión en Formosa, sumadas al protagonismo opositor en la difusión de los incidentes, son motivo de inquietud para el poder en Santiago del Estero.

El profesor de inglés que “enseña” sobre ellawfare

Cuando ya creíamos haberlo visto todo en materia de militancia, un profesor de inglés demostró que no hay límites ni barreras idiomáticas a la hora de transmitir “saberes”, en este caso en defensa de la vicepresidenta Cristina Kirchner.

Mariano Moliné Gaynor, profesor de Inglés 3 en la Escuela de Adultos Onésimo Leguizamón, ubicado frente al antiguo departamento de Elisa Carrió en Recoleta, envió un mail con actividades que indignó a más de un alumno. “Dejamos un materia alusivo al lawfare en Argentina para que lean, escuchen y cada uno realice diez oraciones sobre el artículo en inglés y lo envíen”, pide el profesor Gaynor. De paso, por si hiciera falta, aclara que su cátedra “es de orientación nacional y popular” y que “dado que se trata de una escuela pública y estatal, no de una escuela religiosa, ni de un instituto privado”, está obligado a “incluir en la formación del alumno los valores de los grandes y personajes populares de nuestra política y de nuestra historia que la hacen y la hicieron más justa tanto social como económicamente, soberana, que enseñe los valores democráticos e igualdad de derechos que incluyen la participación social y política en un país cada vez más inclusivo de todos”.

La tarea se veía venir: ver el discurso de Cristina Kirchner en la audiencia por el dólar futuro y marcar “al menos cuatro argumentos dados por la señora Kirchner contra el lawfare y la utilización de la Justicia como método de persecución de los líderes populares”. A pesar de su “bienvenidos compañeros”, es probable que el profesor pierda unos cuantos alumnos luego del curioso mail.

El “regreso” de Federico Storani como “control de calidad” de la UCR

Los que conocen su extensa historia de militancia juvenil en los años sesenta y setenta y lo recuerdan como uno de los puntales de la Junta Coordinadora de la UCR y conductor de la línea interna CON (Corriente de Opinión Nacional), mezclan devoción con nostalgia: Federico Storani está activo y participando de todos los actos del sector que encabeza el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien con el apoyo incondicional del senador Martín Lousteau competirá contra Maximiliano Abad y sus aliados macristas por la presidencia de la UCR bonaerense, el 21 de este mes.

Federico Storani, otra vez en la cancha, esta vez cerca de Martín Lousteau.Archivo

“Habla en los actos, participa. Dice que este sector es el control de calidad del radicalismo. Y que Martín representa la renovación que necesita la UCR”, lo elogian a “Freddy” cerca del senador porteño, que este fin de semana se anotó un triunfo interno en Córdoba, luego de lograr que el sector que encabeza Rodrigo de Loredo fuera autorizado por la Justicia a participar de la interna radical de esa provincia para competir contra la alianza entre Mario Negri y Ramón Mestre.

Sobisch “abrochó” con el macrismo y arde la oposición en Neuquén

El siempre paciente y silencioso armado nacional de Horacio Rodríguez Larreta se encontró con un “exceso de fervor” en tierras neuquinas. ¿Qué ocurrió? El inoxidable Jorge Sobisch, exgobernador y dueño de un siempre respetable caudal de votos, se reunió con el enviado larretista, el ministro de Ambiente porteño Eduardo Macchiavelli, y a pesar de acordar “ir despacio” y no hablar de candidaturas dejó trascender que ocuparía un lugar en las listas de diputados de Juntos por el Cambio este año.

Jorge Sobisch quiere volver al Congreso, esta vez en alianza con Juntos por el Cambio.

Los que montaron en cólera fueron los radicales y los partidarios de Elisa Carrió, quien sorprendidos por la velocidad del “acuerdo” salieron a pedir explicaciones. Larreta sabe de sobra sobre el escozor que causa en ciertos sectores la figura del exgobernador, a quien el entonces aspirante a jefe de gobierno porteño Mauricio Macri le soltó la mano luego del asesinato del maestro Carlos Fuentealba, hacia abril de 2007. “Se apuró, habíamos quedado en que no era tiempo todavía para hablar de candidaturas. Estamos tratando de resolverlo”, contaron algo preocupados cerca del jefe de gobierno porteño, con la idea de aquietar las aguas sin perder a un aliado que consideran valioso.

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