Preocupación en los socios del PRO por la falta de interlocutores ante el gobierno de Kicillof

Preocupación en los socios del PRO por la falta de interlocutores ante el gobierno de Kicillof

La interna del espacio inquieta a la UCR y a la Coalición Cívica, que esperan un ordenamiento en el partido que lidera Jorge Macri en la provincia de Buenos Aires y Patricia Bullrich en el orden nacional

La salida del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, de la mesa de conducción de Juntos en la provincia de Buenos Aires, y con ello del lugar de negociador ante el gobierno de Axel Kicillof, no tiene fecha próxima de resolución y dicha condición empieza a inquietar a los socios del PRO dentro de la alianza opositora, más allá de las necesidades que pueda tener el gobierno bonaerense para avanzar con ciertos proyectos de ley en la Legislatura.

Son la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica las dos fuerzas principales que componen Juntos y miran con distancia lo que sucede con sus socios a nivel nacional y el impacto que genera en la provincia de Buenos Aires, que días atrás generó un hecho concreto con la renuncia de Grindetti de la mesa de Juntos en representación de un sector del PRO referenciados en los intendentes.

Para acelerar un reemplazo a la salida del intendente de la Tercera sección electoral, la mesa de Juntos se iba a juntar el martes último; pero las condiciones políticas no estaban dadas y no había garantías de que esa potencial reunión llevase una solución.

“Hasta que no se ordene la interna del PRO difícilmente haya novedades”, aseguran desde la UCR bonaerense a Infobae. La reaparición de Mauricio Macri en el escenario político y su orden hacia al interior del PRO de diferenciarse de los radicales “y no seguir cayendo en la trampa del radicalismo”, interpeló más a la dirigencia de su partido que a la UCR. Por lo bajo, el radicalismo responde con un gesto sugestivo y es el sostenimiento del Procurador bonaerense, Julio Conte Grand, por quien el Frente de Todos ya avanzó, sin éxito hasta el momento, en un juicio político.

En la discusión bonaerense, las diferencias en la oposición se exteriorizaron con fuerza por los cambios a la ley que limitó la reelección indefinida de legisladores, intendentes, concejales y consejeros escolares. Diputados y senadores del PRO, referenciados en los intendentes, votaron por modificar la ley que había sido aprobada durante la gestión de María Eugenia Vidal, al igual que la UCR. Si bien se sostiene que hay una sola reelección, lo aprobado a fines del año pasado atacó la retroactividad que tenía la iniciativa original y a partir de ahora se toma como primer mandato el período 2015-2019, con lo cual cualquier intendente que viene gobernando desde 2015 puede ir un tercer mandato en las elecciones del año que viene. Fue un acuerdo que contó con la participación del sector de Vidal, que además cuestionó en duros términos a sus socios. Pese a ello las bancas siguieron unidas y más allá de las diferencias que se sostienen no hay ruptura, aunque algunos canales de diálogo se terminaron de romper.

Sin embargo, existe una necesidad práctica de que la interna en el PRO se encauce. Sobre todo por las negociaciones abiertas con el peronismo. “Néstor -Grindetti- se fue porque quedaba muy expuesto”, aseguró un diputado que responde al sector de intendentes del PRO. La exposición de la que habla son los consensos no alcanzados dentro de su fuerza ante la interna y tensión desatada. Es por eso que tanto desde la UCR como de la CC no quieren asumir el mismo lugar. En el partido centenario temen que si Maxi Abad -presidente del bloque de Juntos en la Cámara de Diputados de la provincia y titular del partido a nivel bonaerense- asume la representatividad total, en nombre del bloque, ante el Ejecutivo bonaerense, le suceda lo mismo que a Grindetti. “No tiene sentido que ocupe su lugar y el del Grindetti para hablar con el Ejecutivo”, aseguran cerca del jefe del radicalismo bonaerense. También remarcan que ya cuenta con el aval de los 40 intendentes que tiene la UCR en la provincia de Buenos Aires. Con más o menos matices, la UCR se mantiene encolumnada detrás de Abad, que hace de puente con el Ejecutivo bonaerense.

La Coalición Cívica tampoco presenta un estado de ebullición propio como el que por estas horas rodea al PRO y también miran a la distancia lo que sucede con sus socios. Ante la consulta de Infobae sobre qué perfil debe tener el eventual reemplazo de Grindetti, desde el partido que hoy preside Maximiliano Ferraro se limitaron a decir que es un tema interno del PRO.

En este escenario, como explicó Infobae, Kicillof se quedó sin interlocutor y dos grandes iniciativas que desea tener aprobadas en el mediano plazo siguen en stand by. Se trata del proyecto que modifica la ley de jubilaciones de la Caja del Banco Provincia (BAPRO) y el nombramiento de Federico Thea al frente del Tribunal de Cuentas, el organismo encargado de examinar “las cuentas de percepción e inversión de las rentas públicas, tanto provinciales como municipales”: es decir cómo se gastan los fondos en los municipios y en la provincia.

Por lo del BAPRO fue el propio Kicillof quien le pidió implícitamente una solución a la oposición. “Para nosotros es muy importante, lo quiero comentar porque no sé si todos saben en qué habíamos quedado”, dijo al terminar una reunión con intendentes oficialistas y opositores la semana y agregó: “Necesitamos que se arregle el régimen del Banco porque está judicializado y la Justicia nos pidió que llegáramos a un acuerdo. Hoy hay un régimen, venimos sin vencedores ni vencidos, pero todo lo que podamos hacer para solucionar las jubilaciones de los bancarios bienvenido”. Por el momento sigue en un ida y vuelta sin definiciones concretas.

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