El éxito de su estrategia en la Ciudad le despeja la cancha en PBA. Quien quiera venir que venga, fase dos. Pareja se frota las manos. Garrochazos en puerta.
Por Juan Rubinacci
El triunfo de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires envalentona a Karina Milei, la dueña de la estrategia política libertaria, que ahora buscará profundizar su avanzada contra el PRO de Mauricio Macri e imponer las condiciones para seguir sumando dirigentes amarillos en la provincia de Buenos Aires sin la venia del ingeniero. Agita una estampida, busca extinguir al partido.
La idea no es nueva, la repite la secretaria general de la Presidencia y todo su equipo desde el año pasado y cada vez que puede. No obstante, el resultado de la elección porteña se convierte en la línea de largada para poder concretarla, teniendo en cuenta que era el Día "D" apuntado por todo el ecosistema político de la oposición bonaerense para saber hacia dónde dar el próximo paso.
La estrategia de El Jefe siempre fue sumar al partido que preside, apellidos históricamente vinculados al PRO, sin negociar con su fundador y sin abrir el juego a una coalición opositora o una alianza de partidos. El que quiera venir que venga.
Karina Milei
En CABA no, ¿en Buenos Aires sí?
La ruptura entre Macri y Javier Milei, expuesta en la campaña feroz de la Ciudad y más aún durante la manaña de este domingo comicial, hace parecer imposible el acuerdo por el que trabajan hace meses las cúpulas bonaerenses de ambos partidos. El coordinador libertario Sebastián Pareja y Lule Menem, por LLA; y Cristian Ritondo y Diego Santilli, por el PRO, se sentaron varias veces y todo parecía ir hacia el acuerdo.
Sin embargo, no había un sólo dirigente de cualquiera de los dos espacios que se animara a arrojar un pronóstico sobre ese matrimonio hasta tanto no sucediera la elección porteña. La escalada de cruces mediáticos entre Macri y Milei que terminó entre “el fraude digital” y el “está hecho un llórón” sepultó cualquier chance de que vuelvan a sentarse a comer milanesas.
De todas formas, el Presidente admitió este domingo al salir del cuarto oscuro que el acuerdo bonaerense avanza. Si es así, será de la manera que su hermana y él mismo vienen manifestando: las puertas de LLA están abiertas. Quedará en Ritondo, Santilli y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, decidir si dan el salto a Las Fuerzas del Cielo o se quedan en el partido que cada días se apaga un poco más.
Javier Milei junto a Karina Milei y la cúpula bonaerense del PRO.
Obligados a acordar en Buenos Aires
Como sea, el triunfo de LLA en el bastión amarillo hace revisar las estrategias de la oposición en el distrito que gobierna el peronista Axel Kicillof. Este domingo dejó en claro que, aun con los números de este domingo, en suelo peronista será muy difícil ganar si no hay un nuevo pacto de Acasusso. La provincia que gobierna el peronismo sostuvo -a pesar del triunfo de Milei en 2023 a nivel nacional- sus números históricos con un piso del 45% hace dos años y del 52% en el ascenso del Frente de Todos en 2019.
Una oposición dispersa y atomizada sólo beneficiará al oficialismo bonaerense, que, a pesar de su interna salvaje, amenaza con poner en la cancha nada más y nada menos que a Cristina Fernández de Kirchner en la Tercera sección electoral y a Sergio Massa en la Primera. Quien venza en el conurbano se llevará la elección. Si LLA y el PRO no confluyen, el peronismo puede revalidad un triunfo.
Operativo fugas en marcha
Los pases del PRO a LLA empezaron apenas asumido el Gobierno libertario, aunque tal vez no con apellidos potentes, excepto el de Patricia Bullrich, que pasó de enfrentar a Milei en la elección 2023 a formar parte de su gobierno a los pocos días. La tropa de la ministra de Seguridad la siguió con el correr de los meses y recién hace un par de semanas sellaron los fichajes con la afiliación al partido de los Milei.
A nivel territorial, siguieron el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y la jefa comunal de Capitán Sarmiento, Fernanda Astorino. A un paso de seguir ese camino está Montenegro, quien junto a Santilli viene insistiendo con el gran frente anti-K en Buenos aires, sin importar las marcas o el color de las camisetas. No obstante, Ritondo, presidente del partido amarillo en la provincia, resguarda la institucionalidad macrista, aunque cada vez con menos margen y respaldo internos.
Diego Valenzuela y Javier Milei.
Con el triunfo en CABA, Karina Milei irá a fondo para seguir cooptado dirigentes que ya no apuesten a la estrategia de Macri y su primo Jorge Macri, quien sufrió un durísimo golpe este domingo al perder una elección en la capital por primera vez en 20 años y bien lejos de aspirar a otra cosa. Habrá que ver si esa tropa mantiene la firmeza en esa postura, ensaya fugas a LLA o busca un socio electoral con actores de centro.
El que gana conduce
Los más de 30 puntos obtenidos por el candidato libertario Manuel Adorni en la elección porteña duplicaron lo conseguido por Silvia Lospennato, quien encabezó la lista amarilla. Un resultado que no le deja margen al PRO para pedir demasiadas condiciones para un acuerdo en Buenos Aires. Más bien todo lo contrario: la estrategia karinista sepultó la utopía macrista del acuerdo de partidos.
Lo que está claro es que el PRO ya no tendrá margen para la negociación, a pesar de las 13 intendencias que gobierna en Buenos Aires y las 22 bancas legislativas que tienen en el parlamento bonaerense. Deberá aceptar las condiciones de Karina Milei o repetir la imagen de este domingo en la noche del 7 de septiembre, cuando la provincia celebre sus elecciones.
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