Qué dice la política bonaerense sobre el armado transversal con pretensiones para 2027. Especulaciones y sentencias sobre una movida con final incierto.
Por Macarena Ramírez
El anuncio de los gobernadores Ignacio Torres (Chubut), Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz) de que competirán juntos en las elecciones generales de octubre ya genera especulaciones en la provincia de Buenos Aires, donde el nuevo frente aún no tiene una pata definida.
A horas del anuncio, el nuevo armado de los mandatarios ya es objeto de análisis en la política bonaerense. La principal incógnita es qué sector podría representar en el distrito del 38% del padrón electoral nacional a este frente, que busca construir una alternativa para 2027.
El silencio de Axel Kicillof
Ante la novedad, el gobernador de Buenos Aires prefirió el silencio. “No hay nada para decir de este tema. No nos hemos ocupado del armado de los gobernadores”, dijo a Letra P una fuente del gabinete.
Kicillof y Pullaro en San Nicolás.
El gobernador supo cultivar vínculos con algunos de los mandatarios ahora alejados del presidente Javier Milei. Compartió actos con Torres en Chubut y con Pullaro en Santa Fe, donde entregó patrulleros y equipamiento para combatir el narcotráfico.
Además, colaboró con Córdoba, aunque allí el kirchnerismo sigue siendo un estigma. Pese a eso, con Llaryora tejió una relación política que se consolidó en la primera etapa del Gobierno libertario, unidos por la resistencia ante el ajuste.
Ese historial alimenta las dudas sobre cuál será la actitud futura de Kicillof frente a este armado opositor emergente, que, de todos modos, por ahora se mueve a prudente distancia del exministro de Cristina Fernández de Kirchner.
El conurbano marca la cancha
Desde el conurbano la advertencia es clara: no hay proyecto nacional viable sin la provincia de Buenos Aires. “Si quieren tener un proyecto de poder, necesitan la provincia”, advirtió un dirigente peronista de peso, que insistió en que para tener chances en 2027, los gobernadores deberán construir una pata fuerte en el territorio bonaerense. “Si no, no tienen ninguna posibilidad”, enfatizó.
Randazzo, Schiaretti y Zamora, el peronismo no K se arma en PBA (Prensa Zamora)
El antecedente inmediato de esa estrategia fue el intento del cordobesismo con la candidatura presidencial de Juan Schiaretti en 2023. Aquel proyecto naufragó -entre otras cosas- por la debilidad de su armado bonaerense, que apenas sumó algunas figuras conocidas, como Florencio Randazzo, su compañero de fórmula.
El test de Somos Buenos Aires
Algunos sectores del peronismo que impulsan un recambio por fuera de CFK y La Cámpora ven con buenos ojos el nuevo armado, pero mantienen cautela: “Hay que esperar, esto recién empieza”, señaló un operador que mira con simpatía la movida.
En ese marco, el espacio Somos Buenos Aires aparece como un posible punto de apoyo. Esta fuerza reúne a radicales alineados con Schiaretti, la Coalición Cívica y sectores del peronismo no kirchnerista. Sin embargo, todo dependerá de su desempeño electoral.
“Si Somos saca diez puntos o más en la provincia, queda bien posicionado para confluir con ese armado. Si ronda los cinco, esa posibilidad se evapora”, planteó un dirigente peronista con diálogo transversal.
El espacio bonaerense que en la Primera sección lleva como cabeza de lista al intendente Julio Zamora no sólo cuenta con el respaldo de Schiaretti, sino también con el apoyo de Pullaro, de excelente relación con el sector Evolución, liderado por Martín Lousteau, quien pretende al gobernador santafesino caminando el conurbano para mostrar a la UCR con gestión en seguridad.
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