Armado político y el futuro de la oposición: Larreta se reunió con los peronistas PRO

Armado político y el futuro de la oposición: Larreta se reunió con los peronistas PRO

El jefe de Gobierno invitó a almorzar a Santilli, Ritondo y Álvaro González para delinear los trazos del frente opositor. Qué hablaron.

Una sala de reuniones en el tercer piso del edificio del Gobierno porteño en Parque Patricios, a escasos metros del despacho de Horacio Rodríguez Larreta, fue el escenario de un almuerzo reservado entre el jefe de Gobierno y tres de los peronistas más importantes del PRO. El objetivo era analizar la coyuntura política, pensar en el futuro de la oposición y una consigna que deambuló la charla: “hay que sumar de todos lados para poder volver al poder en 2023”.

Entre pescado, agua y Coca-Cola light, con Larreta se sentaron el vicejefe, Diego Santilli, y los diputados nacionales, Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO, y Álvaro González, vicepresidente de la Cámara Baja. Los tres son peronistas y formaron parte del PJ macrista desde que se fundó Compromiso por el Cambio, allá por 2003.

Tranquilo, pero decidido en avanzar en su construcción nacional, el jefe comunal les transmitió a Ritondo y González que está “a disposición” de la bancada de legisladores nacionales. También les consultó cómo estaba funcionando el bloque, cómo veían las internas que se venían dando. Los diputados nacionales pusieron paños fríos. De hecho, dijeron que las relaciones al interior de la bancada estaban mejor que hace varios meses pero que la falta de reuniones personales dificulta, muchas veces, la interacción política.

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En cuanto al armado político, Larreta pidió recobrar el trabajo territorial. “Tenemos que tener buenos candidatos en todos lados”, se escuchó en la mesa.

 

“Hay que ampliar, no alcanza con el PRO solo, ni solo con Juntos por el Cambio” y “es con todos adentro, no sobra gente, falta gente”, fueron otras de las frases que se escucharon cuando avanzaba el almuerzo. La idea central: cómo empezar a colectar dirigentes por fuera de la UCR, la Coalición Cívica y el PRO que puedan ser aliados.

En ese sentido, si bien se minimizó la influencia política territorial de Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, hubo coincidencia en que debían “estar adentro” del frente opositor.

 

Sobre el partido que lideró Mauricio Macri, reiteró su idea de coordinar mejor las políticas con la presidenta del PRO, Patricia Bullrich. A pesar de que el propio jefe comunal tuvo sus cruces con el ex ministra de Seguridad, Larreta insistió con avanzar en ámbitos para que no haya conflictos internos. En la flamante mesa ejecutiva del PRO, por caso, está Santilli.

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Claro que el secretario General del partido, el larretista Eduardo Macchiavelli – ministro de Ambiente porteño – fue ninguneado durante todo el 2020 por Bullrich y ahora se le sumó el malestar de un sector de los dirigentes por el regreso de un sector del peñismo. A pesar de ello, el jefe de gobierno puso especial énfasis en “no confrontar”.

 

Por otro lado, reiteró que mantiene una buena sintonía con el presidente, Alberto Fernández, pero que, a veces, ve el tironeo interno que supone gobernar en una coalición como el Frente de Todos donde hay posturas distintas en muchos temas.

En otro tramo del almuerzo, Larreta consultó sobre el proyecto del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para armar un Consejo Metropolitana de Seguridad. Nadie tenía los detalles de la iniciativa. Pero Ritondo y Santilli, quienes manejaron la seguridad metropolitana entre 2018 y todo el 2019, le contaron al jefe comunal las iniciativas conjuntas, desde el anillo vial hasta los operativos de la Bonaerense y la Policía de la Ciudad coordinadas.

Sobre el final, cuando esperaban el postre, Santilli se fue al baño. Lo esperaron y no regresaba. Los otros tres comensales terminaron y se levantaron para irse cuando el vicejefe porteño regresó. Ya habían terminado el café.

 

En ese momento, el jefe de Gobierno porteño caminó hacia otra sala de reuniones, tres pisos abajo, donde se habían juntado a almorzar un grupo de dirigentes y funcionarios del PRO. Entre ellos, los ministros Bruno Screnci (Gobierno), Fernando Straface (Secretario General) y Macchiavelli junto a un grupo de los “facilitadores” del Interior que ungió el larretismo. Además, se sumaron dos subsecretarios porteños que vienen de trabajar en el ministerio del Interior: el frigerista Mauricio Colello y Lucas Delfino, quien trabaja en Secretaria General.

En ese almuerzo, Screnci se mostró preocupado por el armado en la Provincia de Buenos Aires - quizás pensando también en una futura candidatura de Santilli en territorio bonaerense -. 

Por su lado, los faclitadores también mostraron sus visiones: Ramiro Masjuan, del riñón de Macchiavelli, se mostró esperanzado con la posibilidad de ganar Río Cuarto, Córdoba. Por su parte, Marcelo Cano, estaba disgustado: se quejó, por lo bajo, de que en Santa Cruz esté la radical Silvana Giudici, al frente de la intervención y no él.

Luego, sobre el final del almuerzo paralelo, el jefe comunal saludó y les pidió “salir a trabajar” a las provincias. “Hay que sumar, no alcanza con el 41%”, les planteó, con Álvaro González a su lado.

En el almuerzo paralelo se intentó dar ánimo: se habló de temas puntuales, desde autoridades de algunas provincias hasta nombres propios. Un trabajo político en el que no se había prácticamente avanzado en estos ocho meses y, peor aún, con Bullrich ninguneándolos.

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