Alberto sumó la ley de etiquetado frontal a extraordinarias pero no se sancionaría este mes

Alberto sumó la ley de etiquetado frontal a extraordinarias pero no se sancionaría este mes

Fue aprobado en el Senado, pero la cancillería lo frenó en Diputados. El presidente lo pide. La pelea de fondo entre tucumanos y mendocinos.

 

Alberto Fernández incluyó la ley de etiquetado frontal de alimentos aprobada en el Senado entre los 25 proyectos incluidos en el decreto de sesiones extraordinarias para tratarse en el verano, aunque al menos hasta el año próximo no está en los planes del oficialismo apurar su sanción. Suficiente para que aumente la resistencia de los tucumanos, que acusan a los mendocinos de promover la regulación para potenciar las azúcares a base de uva. 

El respaldo del presidente fue una señal clave, después del contrapunto entre el secretario de relaciones económicas internacionales Jorge Neme y funcionarios de de los Ministerios de Salud, Agricultura y Desarrollo productivo que promueven la ley y ya la habían respaldado en el Senado. 

Neme advirtió que complicaría la presidencia del Mercosur de Argentina que encabezará desde el 6 de diciembre, porque uno de sus planes es lograr una legislación común en la región sobre difusión de nutrientes críticos en los alimentos.

"Si vamos con una ley, no podemos negociar", explicó, durante el primer plenario de comisiones de Diputados que trató el proyecto. El siguiente se limitó a expositores y el próximo no está en los planes para las próximas semanas. 

La Cancillería pide no sancionar la ley de etiquetado de alimentos hasta armonizarla con Brasil

Neme es tucumano como también Pablo Yedlin, diputado del Frente de Todos y presidente de la Comisión de Salud, el primero en pedir tener en cuenta sus argumentos para cajonear la ley. El lunes tuvo una señal contraria: Cecilia Moreau, vicejefa del bloque, pidió sancionar la ley como parte de una chicana reglamentaria a Cambiemos, que intentaba llegar la medianoche solicitando sumar proyectos al temario con la certeza que serían rechazados.  

Su plan era pedir la nulidad de la sesión cuando empiece diciembre, se venza el protocolo de sesiones remotas y el período ordinario para votar leyes sin autorización del Ejecutivo. El decreto de llamado a extraordinarias solucionó el primer problema y una reinterpretación jurídica el segundo. 

 

Julio Cobos. 

Cambiemos no aceptó tratar la ley de etiquetado frontal porque no estaba en sus planes avalar la sesión, pero Máximo Kirchner y su bloque dejaron sentado que el proyecto llegará al recinto, pese a la resistencia de los tucumanos, que tienen 15 de los 21 ingenios azucareros del país. 

La iniciativa, como llegó del Senado, obliga que los productos informen sus "nutrientes críticos" en octógonos del tamaño del 5% de la superficie, suficiente para desalentar su comercialización. Se consideran tales los excesos en azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías. Sólo están exceptuados el azúcar común, la sal común, aceites vegetales y frutos secos.

Los tucumanos, con Neme como promotor, piden igualar la regulación de Brasil, que informa con tamaño lupa sus nutrientes críticos, indivisible para el común de los clientes. Y aseguran que hay una insistencia de los legisladores mendocinos porque la ley promoverá un reemplazo de la azúcar industrial en gran escala por la producidas a base de uvas. 

De hecho, Mendoza está muy presente en el debate de esta ley: en el Senado sus promotores fueron Anabel Fernández Sagasti y Julio Cobos, del Frente de Todos y la UCR. En Diputados, cuando Moreau pidió sancionar la ley este lunes, los mendocinos votaron a favor, a excepción de los radicales Alfredo Cornejo y Luis Petri, más atentos al minuto a minuto de las sesiones.  

Omar de Marchi, del PRO, se abstuvo pero pidió la palabra para aclarar los motivos. Y votaron a favor los radicales Jijmena Latorre, Claudia Najul y Facundo Zambarbide, pese a que sus jefes indicaron que no había que avalarlo para evitar la trampa de debatir una ley en una sesión que declararían nula. No se contuvieron.  

Máximo Kirchner los chicaneó en su discurso final. "Pidieron tratar el tema en labor parlamentaria y tuvieron 38 abstenciones y 54 negativos. Ni siquiera el 10% del bloque votó a favor". Fernández Sagasti lo retuiteó. 

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