María Eugenia Vidal y Axel Kicillof inician hoy el último tramo de la campaña de cara a las generales del próximo domingo, pulseada clave a nivel nacional y provincial que definirá quién gobernará el mayor distrito del país a partir del 10 de diciembre.

Las próximas 72 horas serán especialmente intensas para ambos candidatos. La gobernadora, que busca revertir el resultado adverso de las PASO de agosto, prepara un cierre de campaña provincial para el jueves en el club Platense de Vicente López, tierra de Jorge Macri y uno de los pocos distritos donde Vidal obtuvo una amplia ventaja sobre su contrincante del Frente de Todos, con un porcentaje que rondó los 56 puntos contra 27 de su oponente.

Sin Mauricio Macri, el diseño del acto abandona el clásico 360° y apunta a lograr una foto multitudinaria con Vidal en el centro de la escena, rodeada de intendentes, y una convocatoria cercana a los 20.000 asistentes, entre militantes y autoconvocados. Sobre el escenario, además, estarán el actual vicegobernador y titular de la UCR bonaerense, Daniel Salvador, el Macri anfitrión y el candidato a diputado nacional y actual ministro de Seguridad, Cristian Ritondo.

De esta manera, Vidal coronará la campaña intensa en la que emprendió una maratónica serie de recorridas, encuentros con vecinos e inauguraciones de obras.

La gobernadora acompañó el sábado a Macri en el acto del “Sí se puede” en la porteña avenida 9 de Julio. Pero lo hizo desde la caja de una camioneta ubicada a los pies del escenario desde donde el Presidente saludó a los manifestantes junto con su compañero de fórmula, Miguel Ángel Pichetto, y su esposa, Juliana Awada.

El miércoles, finalmente, se mostrará por última vez junto a Macri en la marcha de Mar del Plata, un distrito en el que Cambiemos apuesta a todo o nada con la candidatura a intendente de Guillermo Montenegro para mantener el poder.

Antes del broche final la mandataria continuará con las recorridas por distintos puntos de la provincia. En plena vigencia de la veda electoral que prohíbe inaugurar obras concentrará hoy el último esfuerzo en un puñado de distritos del interior, como Luján o San Miguel del Monte, para redoblar finalmente mañana la apuesta por el intrincado conurbano, escala que incluiría, por caso, Lanús, dominio de Néstor Grindetti.

El exministro de Economía, en tanto, no detuvo este fin de semana su periplo a bordo del “Axelmóvil”. Recorrió Ezeiza, Guernica y Lanús y se prepara para desembarcar hoy en la Segunda Sección, en las ciudades de San Pedro, San Nicolás, Zárate y Campana.

Mañana hará un stop obligado en su oficina para ultimar los detalles de las postas finales: Lobos y Brandsen, antes del acto de cierre el miércoles en La Plata (aún no hay lugar asignado) junto a Cristina de Kirchner y su compañera de fórmula, Verónica Magario. El jueves, además, Kicillof, se trasladará hacia Mar del Plata para sumarse al cierre nacional que encabezará el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández.

La elección de La Plata no es antojadiza. Tampoco la de la Costa Atlántica. En la primera, el peronismo apuesta a dar el golpe el domingo en la elección municipal, venciendo al actual intendente de Cambiemos, Julio Garro, quien va por la reelección. En las primarias, Garro obtuvo el 37% de los votos frente a un peronismo disperso que aglutinó el 47% de los sufragios y posicionó a Florencia Saintout como la más votada dentro de ese frente.

En Mar del Plata, el kirchnerismo busca recuperar el mando de la mano de la referente de La Cámpora, Fernanda Raverta, que la tiene difícil frente a su oponente de Cambiemos.

Kicillof viene de recibir un importante espaldarazo del peronismo nacional el jueves pasado en el acto por el Día de la Lealtad en La Pampa, donde compartió foto con la fórmula presidencial. Es, además, el candidato que más ha sabido fidelizar el voto de Cristina de Kirchner en el mayor distrito electoral del país, un pase casi asegurado hacia una victoria.

El economista llega a estas elecciones fortalecido no sólo por el resultado favorable de las PASO en las que obtuvo el 52% de los votos contra el 34% que logró Vidal, sino que a lo largo de estos dos meses pudo encolumnar definitivamente a todos los intendentes peronistas del Conurbano detrás de su candidatura. Ese envión resultaría clave no sólo para blindar el resultado del domingo próximo, sino para ensanchar aún más la brecha con la actual gobernadora.