La road movie K, una especie de plenario móvil con debates sobre documentos internos y enfoques sobre el planeta oficial, que quizá clausure Máximo Kirchner con un saludo o un discurso, es organizado por la JP Evita y se recorta como el episodio más pintoresco de los homenajes al expresidente. Emilio Pérsico, jefe mayor del Evita, y Leo Grosso, diputado nacional y ordenador de la JP evitista, que fue incluido en la comitiva que Cristina de Kirchnerllevó al Vaticano a la cita con Francisco y luego a la ONU en Nueva York, ofician como coordinadores de los jóvenes migrantes hacia lo que, para los K, tiene rango de tierra santa: la ciudad donde empezó su carrera política Kirchner y donde, según una teoría kirchnerista de las historias clonadas, podría competir Máximo para convertirse en alcalde, algo así como el debut del heredero biológico.

En Río Gallegos se instaló Cristina de Kirchner el viernes y allí estirará su estadía hasta hoy al anochecer o el martes. La Presidente se deslizó informalmente, visitará el mausoleo construido en honor a su esposo durante el día de hoy. Lo haría junto a su familia, en particular sus hijos Máximo y Florencia.

Al sur también viajó Alicia Kirchner, la ministra de Desarrollo Social y cuñada presidencial, mientras Kolina, su clan, primereó en la saga afichera con la consigna "Héroe popular" y armó un acto encabezado por Carlos Castagneto, su número dos. La ministra estará de regreso en Buenos Aires al atardecer, cuando tiene programado un acto con otros ministros.

No hubo, como se evaluó a fines de septiembre, en medio de la euforia por la irrupción de Máximo Kirchner en el acto de Argentinos Juniors, un show único y masivo de Unidos y Organizados (UyO), el mix de agrupaciones K que gerencia La Cámpora que sirviese para englobar las juntadas individuales y dispersas de las diferentes tribus oficialistas.

Con un tono menos pretencioso -suena, ahora, sin confirmación la hipótesis de un acto a fin de año, quizá el 10 de diciembre en Plaza de Mayo- o más intimista, finalmente habrá una matinée cultural en la ex ESMA, donde, como indica la regla no escrita del protocolo ultra-K, no hay invitaciones puntuales sino que van los que consideran que deben ir. 

La Cámpora, por su lado, tuvo su rentrée afichista -con una consigna que invoca una frase de Kirchner en medio de la tensión con el holding Clarín durante el conflicto con el campo y luego la ley de medios- y montó, el sábado, las jornadas solidarias Néstor Kirchner con tareas y actividades en barrios y villas.

Los peronismos, tanto el nacional como el bonaerense, que tiene en octubre concentradas varias fechas "patrias" -el nacimiento de Juan Perón el 8 y el Día de la Lealtad el 17- no programó más que menciones y declaraciones que empezaron el fin de semana. Un puñado selecto de ministros, entre ellos Carlos Zannini, tienen previsto estar en Río Gallegos durante la ceremonia, que se presume íntima. Otros, como Daniel Scioli, gobernador y candidato, volará a la otra punta del país, Tucumán, para una juntada con José Alperovich, que explora inquieto variantes para evitar una elección altamente peligrosa en 2015. 

Por separado, habrá eventos en el conurbano. Julio Pereyra convocó a Julio De Vido y a intendentes a un acto-homenaje en Florencio Varela, entre ellos el matancero jefe del PJ bonaerense, Fernando Espinoza. Mario Ishii, un nestorista de té en Olivos, le dedicará un juntada al expresidente después del mediodía en el Mercado Central, con tropa amiga en un acto que lo tendrá como exclusivísimo orador.