Cristina quiere a un núcleo duro molestando en los distritos

Cristina quiere a un núcleo duro molestando en los distritos

Manda a legisladores y figuras de peso como concejales para hacer oposición en los municipios.

"Si querés ser candidato a intendente en 2019, mejor anda al distrito", escucharon legisladores nacionales y provinciales, algunos de peso y con intenciones de renovar.

Algunos creyeron que se trataba de una forma delicada de mandarlos a sus casas mientras que para otras era una orden clara y se anotaban en una lista local.

 

Entre los primeros está Diana Conti, que este jueves participó de un acto en Vicente López, donde les pidió a varios de sus compañeros de bloque que fueran a aplaudirla.

 

Pocos creen que tenga ganas de ir al Concejo, donde sin embargo viene haciéndose sentir con denuncias sobre concejales del FpV que apoyan a Jorge Macri. Cristina se lo pide.

 

Hubo otros casos como la senadora provincial Cecilia Comerio, de San Nicolás, que se anotó como candidata a concejal. Y hasta Sergio Berni, otro habitante de la Cámara alta bonaerense, amaga con jugar en Zárate.

 

"Los quiero ver renunciar", bromeaban algunos diputados esta tarde en el tercer piso de la Cámara baja, donde Máximo Kirchner recibió a intendentes como Walter Festa y Martín Insaurralde.

 

La pelea por los distritos también es fuerte porque Cristina permitiría internas, o al menos hasta ahora no parece dispuesta a evitarlas.

 

En Lanús, donde los K quieren desafiar a Néstor Grindetti, ya hay seis listas anotadas. Seguro las pulirán el sábado.

 

En La Cámpora desconfiaban de que muchos históricos se animaran a ir a los Concejos a poner el cuerpo y tal vez a último momento pidan por uno suyo. Sería la mejor chance imponer a uno suyo.

 

"La propuesta va a estar, pero Dulce Granados, Carlos Kunkel y Diana Conti se van a ir a la casa", decían cerca de Máximo.

 

También le bajaba las fichas a Carlos "Cuto" Moreno, aunque hasta este miércoles Cristina insistía en sumarlo al lote de reelectos, junto a Héctor Recalde y Juliana Di Tullio.

 

Los camporistas daban por hecho a Fernando Espinoza como diputado nacional y Martín Sabbatella parecía nervioso por su futuro: en Morón circulaban afiches con su nombre como segundo de Cristina en la boleta de Senadores. Necesitaba certezas.

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