Cristina "partió" PJ del Senado y se fue al sur (vuelve en mayo)

Cristina

• VOLÓ ANOCHE A SANTA CRUZ.

• PROMETIÓ LÍNEA ABIERTA CON TODOS.

• FERRARESI: NACE NUEVA ESTRELLA K.

Cristina de Kirchner regresó anoche al sur. Tras una frenética semana y media en Buenos Aires, la expresidente voló a Rio Gallegos a las 22.35 con una doble promesa: volver en mayo y mantener, mientras permanezca en Santa Cruz, con teléfono abierto y directo con los dirigentes que la visitaron los últimos días.

Unas horas antes de subir al avión de Aerolíneas Argentinas, Cristina ejecutó una operación que a su lado consideraron exitosa: juntó a 22 senadores nacionales del PJ, más de la mitad del bloque de 41 que comanda Miguel Ángel Pichetto. El cristinismo anotó, además, 5 ausentes "con aviso", entre ellos los dos formoseños que se quedaron en su pago junto a Gildo Insfrán por la gira de Mauricio Macri por Formosa.

No hubo en público presiones hacia una ruptura, aunque castigó en privado a la conducción del peronismo en el Senado, sino elegantes invitaciones a una agenda parlamentaria unificada y en consenso, casi un sello ya del estilo que aplica en este retorno.

Aunque menos imponente que el cuasipleno de alcaldes bonaerenses (hubo 51 de 55), la juntada con senadores pega de otro modo: asistió más de la mitad de la bancada, entre ellos siete de los senadores que votaron a favor del proyecto del PRO para pagarle a los fondos buitre. Ayer, por el Instituto Patria, aparecieron la bonaerense María Laura Leguizamón; la sanjuanina Marina Rio Frio; el correntino "Camau" Espínola; los misioneros Juan Irrazabal Sandra GiménezLiliana Fellner de Jujuy y la entrerriana Sigrid Kunath. Que compartieron la mesa con los que habían votado en contra como Marcelo Fuentes Juan Manuel Abal Medina. Hubo, en la charla que se estiró por tres horas, algunos chispazos.

A la euforia del mundo K por la concurrencia se contrapuso una mirada, desde el PJ de que la convocatoria pudo ser más numerosa. Así y todo, Cristina de Kirchner hizo valer otra vez el argumento de que, al menos como primer gesto, para los dirigentes del FPV es difícil rechazar una invitación con la expresidente.

Para no poner en riesgo ese dictamen, por ahora no avanzó sobre los dos territorios más ripiosos: los gobernadores, que entre la lejanía con la expresidente y la necesidad de un buen vínculo con la Casa Rosada, están casi todos despegados del universo K, con excepción de Insfrán, Alicia Kirchner Lucía Corpacci, de Catamarca.

El otro continente en el que la expresidente no pudo entrar fue el sindical. Las negociaciones para unificar las tres CGT, que sientan a la misma mesa a Antonio CalóHugo Moyano Luis Barrionuevo, parecen dinamitar cualquier acercamiento. En la intimidad, Cristina ha sido muy crítica por la conducta de los gremios ante los despidos que se han registrado en estos meses.

Al igual que los gobernadores, el sindicalismo PJ se muestra reacio a desfilar, como lo hicieron diputados, intendentes y buena parte de los senadores ante Cristina. El acto por el Día del Trabajo, el 28 de abril, que los gremios preparan masivo, deberá leerse, en clave peronista, como un mensaje de que no sólo el kirchnerismo y Cristina pueden poner multitudes en la calle. 

Anoche, Cristina partió con la promesa de volver en mayo, itinerario que dependerá de algo que la excede: los trámites judiciales en los que la ex presidente aparece, directa o indirectamente, mencionada y que, como ocurrió con la causa de "dólar futuro" que lleva Claudio Bonadio, podrían imponerle una fecha para viajar a Capital.

Hay otro elemento disruptivo: esta semana circuló entre agrupaciones K la idea de armar un acto para el 27 de abril, fecha que anticipó la llegada de Néstor Kirchner al poder porque en 2003 quedó en segundo lugar, detrás de Carlos Menem, y se ganó el pasaporte al balotaje del que luego el riojano desistió.

Pero, al margen de la fecha de regreso, Cristina prometió quedar "on line" con los dirigentes que la vivaron en estos días, a la vez que bendijo a su nuevo staff de operadores políticos. Más allá de los oficios de mayordomía que ejerceOscar Parrilli, como cuando fue secretario general de la entonces Presidente, y la presencia periódica de Carlos Zannini, la expresidente delegó en Jorge Ferraresi, intendente de Avellaneda, la tarea de mantener el vínculo con los demás alcaldes.

Ferraresi, al igual que su par de Berazategui, Patricio Mussi, forma parte del elenco del Instituto Patria y fue en quien la Cristina confió su primera bajada al territorio cuando aceptó ir a la Isla Maciel, una villa sobre el Riachuelo que forma parte del partido de Avellaneda. Ferraresi asoma, en el entorno cristinista, como una nueva figura, relevante, y es visto como uno de sus delegados durante la ausencia de la expresidente.

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