Tras reunirse a solas, Larreta respondió las críticas de Macri: defendió el diálogo y habló de “cien años de fracasos” por la grieta

Tras reunirse a solas, Larreta respondió las críticas de Macri: defendió el diálogo y habló de “cien años de fracasos” por la grieta

El expresidente había cuestionado “el dialoguismo” del jefe de gobierno porteño, que resaltó “el coraje” de los que buscan acuerdos; ambos habían almorzado a solas en Acasusso

 

El expresidente Mauricio Macri recibió el domingo pasado al mediodía en la casa que alquila en Acassuso al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. El exmandatario y el alcalde se volvieron a reunir a solas, como había anticipado LA NACION, después los fuertes cortocircuitos que generó en Pro el último almuerzo de los altos mandos del partido en el restaurante Happening, en el que Patricia Bullrich y Larreta discutieron por la decisión de la Ciudad de replegar a la policía frente al departamento de Cristina Kirchner, en Recoleta.

Poco y nada trascendió hasta ahora del almuerzo entre Macri y Larreta en Acassuso. Cerca del jefe porteño y del expresidente repiten que los referentes de Pro suelen hablar en privado o juntarse a solas con mucha frecuencia. “Fue una buena reunión”, comentaron los colaboradores de Larreta. En el entorno de Macri le quitaron relevancia al encuentro: dicen que no hubo “pases de factura” ni que discutieron un tema en particular. “Habían hablado por teléfono [después del almuerzo en Happenning]. No fue una cumbre para definir algo”, indicaron.

Durante las últimas semanas, Larreta intentó fortificar su proyecto y exhibir que cuenta con poder de fuego –desde recursos hasta estructura– para pelear por la presidencia. Dispuesto a pulsear por el liderazgo opositor, aceleró los alineamientos internos en Pro para aislar a Bullrich y, sobre todo, condicionar el poder de influencia de Macri. Sin dar pistas sobre su futuro, el exmandatario se coloca en el rol de “mentor” y busca equilibrar la competencia interna entre sus herederos. De hecho, en su última aparición pública, ponderó los avances de Larreta, Bullrich y María Eugenia Vidal en el armado de equipos y planes de cara a las elecciones de 2023.

Si bien sus laderos repiten que Macri intentó ser “ecuánime” y ponderó a todos los presidenciables de Pro, el expresidente volvió a resaltar sus diferencias con Larreta.

ALGO OSCURO Y NOVEDOSO IRRUMPIÓ EN EL PAÍS

Es que, durante la entrevista con LN+, Macri reiteró su rechazo al modelo acuerdista de Larreta. Al ser consultado sobre el intento del alcalde de conseguir el respaldo del 70% del arco político para darle sustentabilidad al programa económico, el fundador de Pro respondió: “Eso puede durar meses o años y mientras tanto los jóvenes se van del país”.

Enseguida, agregó: “Los chicos se van a quedar si ven liderazgo, convicción y que no vamos a tener miedo a ningún mafioso que anda suelto en este país; que vamos a los cambios que hay que hacer y vamos a poner al Estado al servicio de la gente”.

Hoy, durante una conferencia de prensa, Larreta recogió el guante y, sin confrontar, ratificó su apuesta al diálogo para conseguir consensos que permitan avanzar con reformas estructurales de la economía. Fue cuando le preguntaron sobre las declaraciones del expresidente. “Yo creo, y lo reafirmo, que el diálogo es el camino para la Argentina. Tenemos que terminar con las antinomias y la grieta, con creer que él piensa diferente es el enemigo. Eso nos llevó al fracaso en los últimos cien años”, puntualizó el alcalde.

El jefe porteño insistió en que “el camino” es el diálogo: “Hay que tener más coraje para sentarte a dialogar y buscar algún acuerdo con el que piensa diferente que ponerte del otro lado del mostrador a criticar y promover la grieta”, sostuvo.

Al final de su respuesta, Larreta intentó matizar su mensaje para exhibir buena sintonía con Macri, pese a los chispazos: “La grieta nos llevó al fracaso, entonces promovamos el diálogo. Me parece una buena iniciativa y en esa dirección es lo que Mauricio ha dicho”, concluyó.

Macri y BullrichPablo Añeli

Pese al reclamo para que ordene a Bullrich, sobre todo después de las críticas públicas que le dedicó la titular de Pro a Larreta por el operativo de seguridad en Recoleta, el expresidente evita mediar en el conflicto entre sus herederos políticos. “No la controla a Patricia”, repiten cerca del exmandatario. Otros referentes opositores sospechan que Macri utiliza la pelea entre Bullrich y Larreta para conservar la centralidad. Sus socios en Pro especulan con que no será candidato -consideran que no garantizar un triunfo en las elecciones generales- y que pretende condicionar a sus contrincantes internos.

INQUIETUD EN JUNTOS POR EL CAMBIO POR LA EVENTUAL SUSPENSIÓN DE LAS PASO: DILEMAS, CÁLCULOS Y UN PLAN B

Mientras prepara el lanzamiento de su nuevo libro, ¿Para qué?, para fines de octubre -no hay fecha definida, pero lo hará antes del Mundial de Qatar-, Macri deja trascender que tomará una decisión sobre una eventual postulación recién en marzo o abril del año próximo. Sus dirigentes más cercanos creen que el fundador de Pro ganaría una interna de JxC sin sobresaltos, pero que no definió si tiene deseos de volver a pagar los costos personales de ser presidente: “No está especulando ni depende de las encuestas”, dicen.

Tras su desembarco en Junín y Pergamino del viernes pasado, Macri inauguró ayer su escuela para candidatos municipales de todo el país, “De la candidatura a la gestión”, rodeado por jefes comunales de Pro y aliados. Esta noche, en tanto, tenía previsto viajar al exterior, donde permanecerá un par de semanas. Estará en República Dominicana, Estados Unidos y España para cumplir con distintos compromisos.

Mientras tanto, Larreta, Bullrich y Vidal aceleran su raid de recorridas por el interior del país y la provincia de Buenos Aires. La mayoría de los aspirantes de Pro mantendrá ese ritmo de virtual “campaña” al menos hasta el 18 de noviembre, cuando inicie el mundial de fútbol.

Después de reunir a 150 dirigentes de Juntos por el Cambio de todo el país, Larreta se irá el jueves a Chaco y Corrientes. Bullrich, por su parte, fue a la localidad de Moreno para impulsar a Javier Iguacel y Joaquín de la Torre, quienes aspiran a competir por la sucesión de Axel Kicillof en 2023 y desafían a Diego Santilli, la apuesta de Larreta en Buenos Aires.

María Eugenia Vidal, en Catamarca

Vidal, en tanto, viajó a Catamarca, donde mantuvo reuniones con vecinos y referentes locales del conglomerado opositor. “De Jujuy a Ushuaia no hay argentino que no se vaya a dormir preocupado por la inflación, que cambia nuestra realidad cotidianamente y hace que nuestro salario sea cada vez más chico”, dijo Vidal.

“Es un problema de muchas décadas en la Argentina, pero que con este gobierno se agravó. El año pasado terminamos con un 50% y este año vamos a estar llegando con un 100%”, completó.

 

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