Tolosa Paz: "En Argentina, ser mujer y política es muy duro"

Tolosa Paz:

Victoria Tolosa Paz, candidata por el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires fue criada en una familia radical y su mamá es antiperonista. A los 23 fue por primera vez a una Unidad Básica, trabajó con Chice Duhalde y Alicia Kirchner; admira a Cristina Fernández y compartiría un café con Emilio Monzó y Daniel Lipovetzky.

Por: Gabriela Vulcano.

Antes de sentarse a conversar en una de las oficinas de Equipos de Difusión, Victoria Tolosa Pazcandidata a diputada nacional por el Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires, se toma unos minutos para maquillarse y pide que le traigan un mate. "Ya estoy lista", apunta, sonriente, pero visiblemente cansada después de una larga recorrida por Berazategui y Quilmes. En el cuarto de al lado está su esposo, Enrique "Pepe" Albistur (dueño de la agencia de publicidad y ex secretario de Medios de Néstor y Cristina Kirchner), quien está atento a cada detalle de la campaña electoral. A toda velocidad, y sin pausa, la dirigente platense se sumerge en los 90: "Me acerqué a la política por lo social y ahí abracé el peronismo".

—¿A qué edad fue por primera vez a una unidad básica?

—Tenía 23 años. Estaba trabajando para que Chiche Duhalde fuera senadora. Hasta ese momento, por mi historia familiar, no había tenido demasiada cercanía con el peronismo ni con las unidades básicas.

—Viene de un hogar radical y su mamá es antiperonista, como usted misma la definió alguna vez, ¿por qué se hizo peronista?

—Porque puede internalizar que eso que sentía, que era la vocación de la política como herramienta de transformación, estaba ligado al peronismo. En las recorridas que hacía en el 97, en los asentamientos de la provincia, siempre aparecía alguna anécdota que se remontaba a lo que había hecho el peronismo. La referencia a Evita siempre me marcó mucho. Me di cuenta de que el peronismo era una sentimiento que seguía presente en cada hogar después de décadas, que no lo había dejado el radicalismo y mucho menos Carlos Menem, el presidente de ese momento.

Pero Menem era peronista...

—Pero aplicaba medidas que eran disímiles al peronismo de Perón y Eva. Estaba muy lejos de lo que pude ver y luego estudiar sobre el peronismo.

—¿Cómo definiría hoy el vínculo entre su mamá y usted?

—Es muy bueno. Ella siempre me dice: "De tu partido no me gusta nadie, ni Cristina (Kirchner), ni Alberto (Fernández), ni Máximo (Kirchner), ni Axel (Kicillof). Solo creo en vos" (risas). Claro, soy su hija...

—¿Habla de política con sus hijos?

-Sí, los tres son peronistas. Y el cuarto, mi hijo del corazón al que crié, también se hizo peronista. Me casé con Santiago Magliano, que viene de una familia sumamente radical. Mis hijos podían llegar a abrazar la militancia del radicalismo, pero no. La madre todo lo puede (risas).

—¿A su papá le interesaban los temas políticos?

—No, era un trotamundos, estaba lejos de la política. Se dedicó a la astrología.

En 2002, tras el estallido económico y social, Tolosa Paz se incorporó al Ministerio de Desarrollo Social. Un año después, con la llegada de Alicia Kirchner a esa cartera, se transformó en la jefa regional del Fondo Participativo de Inversión Social (Fopar), un programa del Banco Mundial. Trabajó en el ANSES durante el gobierno de Cristina Kirchner y encabezó el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales apenas Alberto Fernández asumió la presidencia.

—¿Cuál de las veinte verdades peronistas es su preferida?

—La número siete, que dice que el peronista que se cree más de lo que es deja de ser peronista. Es una verdad muy presente dentro de nuestro movimiento.

—¿En el Frente de Todos también?

—Y... habrá quienes se creen peronistas pero después en la práctica no actúan como tales. También pasa cuando leés La razón de mi vida. Las pibas de 16 años leen ese libro y encuentran a la Eva feminista. Ella fue recontra feminista, siempre pensándolo en el contexto de la época.

Trabajó con Chiche Duhalde y con Alicia Kirchner, ¿qué aprendió de ellas?

—Con Chiche tuve una relación de mucha cercanía. Ella era muy amiguera. Burako, combi y sus amigas. Eso era Chiche. Siempre me quedó eso, que tenía un vínculo de amistad con quienes compartía la política. Cuando Alicia Kirchner llegó al ministerio, la primera que la recibió fui yo. Le abrí la puerta del piso 14 de la unidad de ministros. De ella aprendí que los traspasos en las gestiones pueden ser muy buenos.

¿Cuál es la dirigente política que más admira?

Cristina. Admiro su capacidad política, su oratoria, el nunca bajar los brazos y el bancarse todos los ataques que ha recibido. Y entiendo mucho el lugar al que ella llegó siendo mujer. La virulencia y el ataque que recibió por estar sola fue muy notorio. En Argentina, ser mujer y política es sumamente duro.

—Ella le dio algún consejo cuando se postuló como candidata?

—Reconoce que todo es más duro para quienes hacemos política y somos jóvenes, mujeres y aguerridas.

—¿Recuerda alguna descalificación en particular hacia usted por ser mujer?

—Sí. A Santilli no le hacen un video viral y es tendencia en Twitter por entrar a Paseo Alcorta para comprarle un regalo a su hija. Es tendencia porque es Tolosa Paz, que es mujer. ¿Qué contradicción puedo tener que vaya a un shopping? Creo en el consumo y peleo para que haya una reactivación que aliente el consumo. O, por ejemplo, si (Guillermo) Moreno hubiera dicho que "en el peronismo siempre se garcha" no habría sido para un título. Lo digo yo y tiene una connotación mayor.

—En ese caso puntual, ¿qué pesa más, su condición de mujer o de peronista?

El problema es que soy mujer y peronista. María Eugenia Vidal seguro se compra un rimmel en algún lado y les parece muy bien. Se compró un departamento y no pudo explicarlo.

—¿Con qué referente político que está en las antípodas suyas le gustaría compartir un café?

—Con Emilio Monzó, porque tiene un conocimiento de la provincia interesante y es una persona comprometida aunque estén en las antípodas. También con Daniel Lipovetzky, que es platense y apoyó el proyecto de ley sobre el aborto.

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