Todas las medidas a las que recurrió el Gobierno para intentar frenar la inflación y no fueron suficientes

Todas las medidas a las que recurrió el Gobierno para intentar frenar la inflación y no fueron suficientes

Dólar pisado, tarifas congeladas, acuerdos de precios y salarios como “ancla” fueron las principales herramientas para evitar o contener aumentos; de acuerdo con los economistas, si tuvieron algún éxito fue relativo y de corto plazo

Hay un acuerdo entre los economistas: si se quiere hacer una evaluación del fracaso de las medidas que el Gobierno implementó para intentar contener la suba de precios, se las debe comprender en su contexto. El Ejecutivo no buscó hacer frente al proceso inflacionario, sino que apuntó a evitar que sea más alta aun de lo que fue. El éxito también es relativo: con un aumento acumulado de 50,9%, 2021 se consagró como el segundo año de mayor inflación desde 1991.

Alberto Fernández se valió de tres (o cuatro) alfiles para contenerla: Miguel Pesce, a la cabeza del Banco Central, fue responsable del atraso del tipo de cambio, una de las principales herramientas implementadas para reducir las expectativas devaluatorias. Martín Guzmán negoció congelamientos de tarifas e intervino en los acuerdos paritarios para morigerar el efecto de los salarios en la inflación. Paula Español primero y Roberto Feletti después, desde la Secretaría de Comercio Interior, fueron los responsables de llevar adelante una batería de acuerdos, congelamientos y programas de precios, con sus sanciones, multas, controles y fiscalizaciones para las empresas y comercios.

Para muchos, el resultado arrojado por el Indec no fue sorpresa. El Relevamiento de Expectativas del Mercado, ya en febrero del año pasado, anticipaba una inflación del 50%. La advertencia de los especialistas, de cara a este año, es que muchas de las herramientas implementadas no podrán volver a repetirse. A continuación, una por una, las medidas que el Gobierno puso en marcha para contener la inflación:

Dólar pisado

“Por su impacto en la economía el ancla más importante siempre es el tipo de cambio. A pesar de que la inflación núcleo no incluye ni tarifas ni precios con estacionalidad, tuvo impacto el atraso del dólar como contención, más allá de los costos que genera”, explicó Claudio Caprarulo, economista de Analytica.

Sin embargo, los economistas apuntan a que desde septiembre perdió efectividad. “Se refleja en los precios de los bienes en el programa Ahora 12″, agregó Caprarulo. Las expectativas de devaluación altas, la brecha cambiaria en 100% y la recuperación en el nivel de actividad hicieron que pisar el tipo de cambio sea menos eficaz y más costoso.

La estrategia está cambiando. Miguel Pesce adelantó que este año se acelerará el ritmo devaluatorio, política que ya se está reflejando en el dólar oficial. En las últimas semanas, la tasa de devaluación pasó de 1% mensual a entre 1,5 y 2%. La intención es alinearla con la inflación, un objetivo que se ve cada vez más distante por los factores que empujarán al alza la suba de precios, como el reciente anuncio de aumento de tarifas de luz y gas, y los desbalances en las finanzas públicas.

Tarifas congeladas

El congelamiento de las tarifas incluyó gas, combustibles y luz. Darío Martínez, secretario de Energía, declaró hace unos meses: “Genera una tensión entre el Estado y las productoras, pero nosotros creemos que en el segundo semestre no deberían variar los precios, no debería haber incrementos. Es verdad que sube el Brent y los precios los definen las productoras, pero creemos que no debería haber movimientos”.

Efectivamente, se trata de la categoría del Indec que menos aumentos tuvo a lo largo de 2021. Con 28,3% acumulado, fue un poco más que la mitad del nivel general y quedó a 7,5 puntos porcentuales del segundo rubro con menos crecimiento, comunicaciones (35,8%), que también estuvo congelado. Sin embargo, el Gobierno no repetirá la estrategia este año. Ya anticipó que entre enero y febrero anunciará aumento de tarifas de entre 17 y 20% para luz y gas e implementará una segmentación tarifaria.

Salarios como ancla

En la primera reunión del año entre los gremios y Martín Guzmán, el ministro de Economía mostró una presentación en la que intentó demostrar que las consultoras privadas que integran el REM mostraron, entre 2015 y 2019, escenarios con una inflación proyectada por encima de la que finalmente terminó materializándose. Para 2020 se anticipaba entre un 50% y 60%, pero la suba de precios terminó en 36,1%, “tal como nosotros lo habíamos estimado”, dijeron.

El ministro buscaba reducir las expectativas de inflación para morigerar las demandas de aumentos salariales. Sin embargo, el REM estimó correctamente y, a medida que fueron creciendo las proyecciones anuales y el descontento social en época de elecciones presionaba contra el oficialismo, el Gobierno decidió reabrir las paritarias.

Hasta junio, se ubicaron en torno al 30%, en línea con la inflación calculada por Guzmán en el Presupuesto 2021 (29%). “Después de mitad de año, soltaron los salarios como ancla y convalidaron subas promedio del 45%”, explicó Caprarulo. Octubre fue el mes con mayor activación de cláusulas de revisión. Los textiles elevaron su acuerdo al 55% anual mientras que los plásticos firmaron 53%. La UOM (Unión Obrera Metalúrgica) lo llevó al 50% y la Asociación Obrera Minera Argentina llegó al 48%.

Acuerdos de precios

Este tipo de políticas fueron muy cuestionadas por sus consecuencias a mediano plazo. Nadie discute el efecto real inmediato: los precios dejan de subir porque el Gobierno así lo dispone. Sin embargo, el problema radica en el día siguiente a que terminan los programas. Para muchos especialistas, el desmantelamiento lleva indefectiblemente a un aceleramiento de los aumentos, antes detenidos.

Así lo explica Agostina Myronec, de Ecolatina. Desagregando el Índice de Precios al Consumidor del Indec, la economista generó un IPC de productos de consumo masivo para detectar la efectividad de los acuerdos y congelamientos de precios. En junio 2021 se desarmó precios máximos, implementado durante 2020 y en octubre volvió a decretarse, de la mano de Roberto Feletti.

“Lo que vi es que este IPC tuvo subas cercanas al 3,6% promedio mensual entre enero y octubre, por encima del promedio de la inflación. Esto es en parte a causa de que este grupo de productos estaba acelerándose como consecuencia del desmantelamiento del programa de precios máximos. Lo que te jugo a favor en un momento, se te vino en contra con el desarme”, detalló Myronec. En noviembre, se volvió a desacelerar a 1,5%. Lo ve como una advertencia para este año.

En total, se llevaron adelante más de 20 acuerdos de precios, según el economista Damián Di Pace. “Farmacéuticos, construcción, industria intensiva de bienes durables, electrónica y electrodomésticos, ferias populares, telefonía, cable e internet. Ninguna hizo que los precios retrocedan, porque son sobre categorías y momento puntuales. Después vuelven a tomar el nivel de precios que intentaste contener en ese período”, opinó.

Las políticas de acuerdos y congelamientos se llevaron adelante con fiscalizaciones, multas y sanciones a empresas. En la última medida de Feletti, se acumuló un gran descontento por la falta de consenso respecto a la medida. Candidatos, funcionarios, militantes y agrupaciones se pasearon por supermercados y comercios y difundieron mensajes de repudio contra empresas alimenticias.

“Difícilmente iban a ser exitosas para contener la inflación. Fueron parches que se aplicaron para que no sea más alta de lo que fue”, comentó Camilo Tiscornia de C&T Asesores Económicos. En su visión, y la de otros especialistas, el Gobierno la efectividad de cualquiera de estas medidas, de corto plazo, estuvo cercenada por la política monetaria expansiva. Los billetes de “maquinita” crecieron cerca de 615 % entre el primer trimestre ($135.000 millones) y el último trimestre del año (más de $965.000 millones).

Las principales consultoras creen que esta decisión de Gobierno, junto con las expectativas inflacionarias del año que viene, empujarán al alza este año. “El gran desafío para 2022 es que estas medidas se van a revertir, porque el congelamiento lo van a tener que terminar, van a subir las tarifas y el dólar lo van a tener que subir. Evidentemente, todo apunta a que la inflación va a seguir siendo alta”, concluyó.

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