La tensión Mestre-De Loredo no cede y en la UCR cordobesa hay impaciencia

La tensión Mestre-De Loredo no cede y en la UCR cordobesa hay impaciencia

El ex intendente y el concejal no acordaron para garantizarle la unidad radical a Negri. Además, Mestre le baja el pulgar al ingreso de extrapartidarios.

Tras varias reuniones que se produjeron en los últimos días, y de cara a un fin de semana que también estará cargado en materia de mensajes, conversaciones, chat de WhatsApp y sobremesas en los quinchos, el radicalismo cordobés aún no pudo acordar la unidad. Instancia que sigue en duda por la tensión que persiste entre el ex intendente Ramón Mestre y el concejal Rodrigo de Loredo, ambos en pugna por el primer casillero de la lista de diputados que tendría a Mario Negri encabezando el tramo al Senado por la misma boleta.

Y es precisamente éste el segundo factor que genera inquietud en la UCR cordobesa: la impaciencia de varios porque Negri aún no confirmó de manera pública que vaya a ser candidato a senador. "Hay varios que lo conocen y saben que nunca define la jugada hasta el final. Entonces, hasta que eso no se concrete, es lógico que haya inquietud en más de uno", dijo un referente del radicalismo a LPO.

En la semana hubo una reunión personal de los tres. Como también existió un encuentro entre Negri y Mestre, en el que el diputado exhibió tres encuestas: una propia, una encargada por el Gobierno provincial y otra que le acercaron desde el PRO, y salió del entorno de Horacio Rodríguez Larreta. Los que conocen qué hablaron los dos dirigentes del radicalismo, admiten que el parlamentario no mostró la que había acercado el PRO, aunque sí exhibió los números de las otras dos, donde tiene una ventaja sobre Luis Juez.

Sin embargo, al margen de eso, la otra duda es cómo están en los números Mestre y De Loredo, y allí, los que conocen detalles del encuentro, afirman que el exintendente mostró una leve mejoría. En el mestrismo buscan desplazar al concejal al tercer escalón de la boleta con el argumento del conocimiento de uno por encima del otro.

Aunque haya dirigentes del radicalismo -y particularmente cercanos a Negri- que entienden que en este contexto impera un 1-2 con De Loredo liderando el tramo de la boleta a la Cámara baja.

En este escenario, el exintendente reconoció en las conversaciones con dirigentes cercanos que apostará a la unidad del radicalismo y que puede ceder, "pero quiere que lo respeten", según reconocieron en su entorno. "Ramón va a apostar a la unidad, pero quiere que lo consideren y que no extorsionen por un lugar en la lista. Esto no es ‘si no soy primer diputado me voy con Juez'", reconocieron a este medio en referencia a De Loredo.

Durante las últimas conversaciones, Mestre también dijo que "es el momento para apelar a un radicalismo todo junto" y lanzó en su mesa chica la teoría de las dos loras. "Es cuando se ven dos loras en un cable y de una sola jugada podés hacer caer las dos. Y lo dice en referencia a (Mauricio) Macri y a Juez", afirmaron en su entorno.

Con ninguno de los dos nunca hubo afinidad. Pero con el expresidente, esas diferencias se acentuaron aún más en el último tiempo y repite, puertas adentro del radicalismo, que "es el momento de mostrarle a Macri que Córdoba no es el patio de su casa ni los votos son de él". Además de insistir con la sociedad del expresidente y el gobernador Juan Schiaretti.

Y agregan con referencia al peronismo, en la intención de posicionar a Mestre puertas adentro de la coalición, que "los dos triunfos al PJ en Córdoba vinieron con él en las dos elecciones por la intendencia", sueltan en aras de un operativo clamor.

Por último, el mestrismo puro insiste con una lista completa del radicalismo y le cierra la puerta al posible ingreso de dirigentes de otros espacios. Por caso, el macrista Héctor Baldassi que sondeó un acercamiento con Negri y habla con De Loredo; y ambos miran con buenos ojos sumar candidatos amarillos descontentos con el bendecido de Macri, Gustavo Santos. Algo a lo que Mestre se niega de manera rotunda y lo hizo saber en las últimas conversaciones.

 

Por Gabriel Silva

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