Con una planta modelo y fuerte inversión en tecnología, la firma proyecta para 2025 ampliar su capacidad y sumar nuevos productos hechos con materiales reciclados.
En una industria atravesada por los desafíos económicos y la necesidad urgente de reducir el impacto ambiental, una empresa cordobesa decidió marcar la diferencia desde adentro: transformó su modelo de negocios, invirtió en innovación sustentable y convirtió al reciclaje en el corazón de su operación.
Estin Argentina, ubicada frente a la planta de Fiat sobre la ruta 9, es hoy un caso ejemplar de cómo la economía circular puede ser mucho más que un concepto: puede ser una estrategia productiva, rentable y con impacto social y ambiental real.
Recordando, la empresa se dedica históricamente a la producción de envases plásticos para rubros como cosmética, agua, gaseosas y alimentos. Sin embargo, en 2011 decidieron dar un giro clave al comenzar a sustituir materias primas vírgenes por material reciclado, lo que dio origen a una segunda unidad de negocios dedicada al reciclado de productos plásticos.
Economía circular como modelo de gestión
Gracias a estas prácticas, la empresa optimiza recursos, innova en sus procesos, reduce su huella ambiental y genera valor a largo plazo. "Al hacerlo, no solo fortalecemos nuestra reputación y competitividad, sino que también contribuimos activamente a la construcción de un futuro más justo y sostenible para todos", destacaron desde la empresa.
Uno de los pilares de esa estrategia es la planta de reciclado que opera en Córdoba, con capacidad para procesar hasta 350 toneladas mensuales. Si bien hoy trabaja al 50% de su capacidad, la empresa proyecta escalar el volumen procesado en los próximos años.
En esa planta, Estin se especializa en el reciclado de envases fitosanitarios, como bidones de agroquímicos. Es la única empresa autorizada para este tipo de procesamiento en la ciudad de Córdoba. El material recuperado se transforma en postes, caños, pisos plásticos, autopartes y hasta insumos para fibra óptica. La iniciativa se realiza en articulación con Campo Limpio, el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Agroindustria de la provincia.
Además del tratamiento de los residuos, el proceso incluye el adecuado manejo de efluentes, garantizando que no haya impacto ambiental. El resultado es un pellet libre de contaminantes, reutilizable en nuevos productos aprobados por las autoridades competentes.
Con el objetivo de procesar hasta el 50% del material reciclable disponible en la provincia, la empresa prevé incorporar más unidades de transporte y nueva tecnología. Ya invirtió en una tercera línea de extrusión y paletizado con doble filtrado y sistemas de última generación, lo que permitió duplicar su capacidad instalada y mejorar la calidad del producto final. También sumó una nueva sopladora de bidones PET de alta productividad y optimizó el sistema de aire y frío con tecnología que reduce el consumo energético.
En el corto plazo, representantes de Estin viajarán a China en busca de una máquina para fabricar bidones de 5 a 20 litros con material reciclado, lo que permitirá ampliar su línea de productos y profundizar su uso como insumo principal.
Los desafíos del reciclado en el contexto actual
A pesar de los avances, el contexto económico representa un obstáculo para el crecimiento. Omar Pellisa, presidente de la empresa, reconoce que "hoy está complicado". La caída en el precio de la materia prima virgen importada —que bajó casi un 100%— obligó a reducir también el precio del material reciclado, lo que afectó la rentabilidad. Para ser competitivos, están apostando al aumento del volumen, aunque esto no es fácil en sectores como la construcción, que atraviesan una fuerte recesión.
Además, la informalidad del sector sigue siendo un problema estructural. Según Pellisa, muchas empresas operan fuera del marco regulatorio, lo que no solo compromete la trazabilidad de los materiales, sino que genera competencia desleal basada exclusivamente en precios. "Hay mucha conciencia en algunas empresas, pero falta mucho trabajo todavía", advierte.
Por eso, desde 2011 Estin dejó de comprar materia prima reciclada a terceros y decidió procesarla internamente, para garantizar calidad y trazabilidad. También dejaron de trabajar con centros de reciclado municipales, ya que el plástico post-consumo implica mayores costos operativos. En cambio, enfocan su estrategia en los bidones de agroquímicos, que requieren menos tratamiento y permiten una producción más eficiente.
Para Pellisa, las prácticas sustentables "llegaron para quedarse". Asegura que toda la industria tendrá que incorporarlas, más allá de modas o presiones externas. Si bien reconoce que muchas veces la RSE es vista como algo superficial, subraya que la conciencia ambiental y social depende de la dirección de cada empresa. En el caso de Estin, el compromiso ha sido siempre "trabajar a conciencia y trabajar bien".
De cara al futuro, el deseo de Pellisa es claro: "Queremos dejar un país mejor para nuestros hijos, un lugar donde no piensen en irse, sino en quedarse y construir". Con altibajos, pero siempre con empuje, Estin Argentina busca seguir creciendo y proyectarse como un actor clave en la economía circular del país.
Directivos- Omar Pellisa – Presidente y Gerente GeneralDatos- Dirección: Av. Sabattini 5367- Teléfono: (351) 593-7444- Córdoba- Correo: info@estinargentina.com.ar- Web: www.estinargentina.com.ar- Facebook: https://www.facebook.com/EstinArgentinaSA- Instagram: https://www.instagram.com/estinargentina_sa/
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