Analía Argento

Lo peor que le puede pasar a un periodista, más si tiene experiencia, sucedió en esta entrevista. Por primera vez en esta campaña Axel Kicillof accedió a abrir la intimidad de una recorrida por el Conurbano. Se mueve con custodia y en vehículo de la gobernación, pero el método es el mismo que en la elección anterior y quienes lo acompañan, también. 

Sentado junto a su ministra de Comunicación, Jésica Rey; su jefe de asesores Carlos Bianco y con el presidente del Banco Provincia, Juan Cuattromo, respondió tranquilamente cada pregunta de El Cronista mientras se desplazaba desde Ituzaingó a José C. Paz en el último día de campaña antes de las PASO por el Gran Buenos Aires.

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Desde la camioneta en la que se trasladaba, cada tanto Kicillof señalaba obras que, dijo, no muestran los medios nacionales: un puente, calles asfaltadas, la nueva Facultad paceña, uno de los 171 edificios escolares nuevos. 

 

En la pantalla de su celular, Rey le compartió el agradecimiento de una mamá por el viaje de egresados de su hijo que había conocido el mar a través del programa bonaerense para egresados. La oposición cuestionó con fuerza aquella iniciativa pero Kicillof la sostuvo. 

De pronto, en una calle de tierra la camioneta dio un pequeño salto y el celular donde se grababa la entrevista, también. Lo atajó el gobernador que lo sostuvo hasta terminar la charla. Pero se había apagado y una parte de la entrevista no se registró.

-¿En serio no se grabó? preguntó decepcionado Kicillof mientras bajaba al encuentro del intendente Mario Ishii que lo esperaba en el predio donde se construye la facultad de Ciencia, Tecnología, Innovación y Robótica. "Justo tiré varios hits", lamentó.

Contrariado -también esta cronista que cometió el único error que no podía cometer-, cumplió la agenda acordada. Y cuando terminó de saludar a los obreros y supervisar la construcción se detuvo en medio del predio, y con ruido de máquinas y herramientas detrás, volvió a responder las preguntas de este diario.

 

En Ituzaingó Kicillof se puso la camiseta de El Fortín, uno de los clubes que usarán el playón en construcción

Unión por la Patria, el kirchnerismo y Massa

-Días atrás le preguntaron si votaba a Sergio Massa o a Juan Grabois y la respuesta fue un tanto ambigua, ¿por qué no lo dice expresamente?

-Tiene que ver con una responsabilidad institucional. La lista en la provincia de Buenos Aires en Unión por la Patria es una sola. Pero llevamos dos precandidatos a Presidentes y a veces varios precandidatos a intendentes. En general, como el otro día en La Plata, más que decir por quién voto puedo decir quién pienso que nos va a terminar representando. Dije que creo que Sergio Massa va a ser el próximo Presidente. Decir mi voto cuando yo acepté llevar o ir en las dos listas a Presidente me parece que no tiene tanto sentido.

-¿Entonces no hay diferencias internas?

-Tal vez algunos tratan de reproducir en Unión por la Patria lo que pasa en la derecha donde están todos peleándose. Incluso algunos precandidatos dicen ‘yo no voy a acompañar si pierdo'. Pasó en Santa Fe por ejemplo. Nosotros tenemos una situación distinta. Juan (Grabois) ha dicho varias veces que si le toca tener menos votos va a acompañar también. Reconocemos que entre la diferencia y la distancia más grande que puede haber entre nuestros candidatos es milimétrica cuando se lo compara con los kilómetros que tenemos con respecto a la propuesta de los candidatos de la derecha.

-Sé que es una pregunta reiterada pero ¿no hay diferencias con Massa?

 

-Me preguntan si con Massa tenemos diferencias. Obviamente no pensamos igual en cada punto. Serían milímetros las diferencias al interior del Frente de Todos y kilómetros los que tenemos con la derecha y con lo que propone. Esa diversidad es lo que le da fuerza a nuestra propuesta. Leía editoriales que dicen que el Fondo no le desembolsa a Sergio Massa los fondos para los vencimientos, y que entonces no se va a poder pagar y se va todo al diablo. Y así sucesivamente, como siempre. Pero mirá: Qatar, China, y Latinoamérica sostuvieron a la Argentina para que no tengamos que hacer los programas del Fondo en los que cree la derecha, los de especuladores más que de los empresarios pymes y la producción nacional bonaerense.

-¿Si gana Unión por la Patria, la Argentina se sienta de otra manera frente al Fondo Monetario?

-No tengo ninguna duda. Ya lo estamos haciendo. No digo Macri para criticar a Macri. Que hagan ellos la autocrítica. Pero trajeron al Fondo y lo anunciaron en un minuto y medio. Lo trajeron, nos endeudaron hasta el límite de lo que podía prestar el mercado. Vinieron a timbearla esa plata. Y sostuvieron la fuga de capitales que está prohibida por los reglamentos del Fondo. Nos pusieron en una situación horrible y espantosa.

-Eso dice Massa, se los escucha muy coincidentes últimamente.

-Si. Sergio Massa dice que estás en un club, en un matrimonio y uno de sus integrantes va, toma la plata y te endeuda. Cuando alguien toma una deuda compra un local, una máquina, hace una nueva planta o un municipio hace algo para aumentar la capacidad productiva para que con lo que invertís puedas pagar la deuda que tomaste. Ampliar la capacidad productiva es lo que se esperaba con la deuda que tomó Macri pero nada de esto pasó. Deuda récord y fuga récord. Sirvió para favorecer a un sector.

Por qué se quedó en Buenos Aires

-¿Por qué decidió, a pesar de las insistencias internas, quedarse en Buenos Aires y no dar el salto a una candidatura nacional?

-Tenemos un compromiso muy grande con los y las bonaerenses. Pero también es una muestra de unidad y de la diversidad de nuestro frente.

 

-¿En la oposición hay algún precandidato que cree sea más conveniente como adversario?

-Me cansé de decir quién prefiero que gane si Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta o Javier Milei. Mi respuesta es que la derecha tiene muchos candidatos pero un solo proyecto.

Axel Kicillof junto a Alberto y Pablo Descalzo en un encuentro con jubilados en Ituzaingó

-¿Creo que son lo mismo Larreta y Bullrich?

-Si

-¿Y lo mismo que Macri?

-Sí.

-¿Y son lo mismo que Milei?

-Sí. Creo que la derecha tiene un solo proyecto que es apoyar todo lo que hicieron cuando gobernaron, el endeudamiento, la fuga de capitales, los recortes en educación, en salud, la apertura importadora, tarifas en dólares, falta de crédito, salarios bajos, quitar derechos laborales. Después hay detalles, quién lo hace más rápidamente y quien lo hace con mayor profundidad. Hoy nosotros estuvimos en el Parque Industrial La Cantábrica en Morón. Querían una ampliación y tuvieron que esperar cuatro años. Los empresarios no pudieron escriturar. Me resulta muy representativo otro parque industrial en el que estuvimos en Varela, donde reabrieron cinco empresas. Lo recorrí en la época de Macri cuando se querían ir todas las empresas porque no les daba la rentabilidad, no les daba el negocio. También estuve en Alpargatas en la famosa rotonda que se fue durante el macrismo porque no había crédito, ni mercado interno porque cayeron los salarios y porque se abrieron las importanciones.

El lunes Axel Kicillof visitó las obras de la Facultad de Ciencia y Tencnología en José C. Paz con Mario Ishii

La campaña 'del miedo'

-Dice que no hace una campaña del miedo, pero habla en forma permanente de lo que se puede perder. ¿Realmente tiene miedo de que todo lo que dice suceda?

- Campaña del miedo fue un mote que le pusieron a lo que ocurrió durante 2015 donde el propio Macri y (María Eugenia) Vidal decían que venían con la revolución de la alegría, pobreza cero, bajar la inflación, que venían a no endeudar a la Argentina, subir las jubilaciones, sacar el impuesto a las Ganancias. Así ganaron una elección y mientras tanto nosotros, que nos tocaba en aquel entonces estar en el gobierno de Cristina (Kirchner) -yo estaba en el Ministerio de Economía- decíamos que no era verdad, que no iba a pasar eso. Decíamos que iban a restringir, ajustar los presupuestos, que sí nos iban a endeudar con el FMI, que le iban a pagar a los fondos buitres, que no iban a invertir en educación, salud... Campaña del miedo era una forma de decir cuando nosotros tratábamos de develar lo que había detrás de promesas mentirosas. Nada de lo que prometieron en 2015 ocurrió. Lo que dijimos fue la verdad.

-Juntos por el Cambio perdió en 2019. ¿Y ahora? Es otra campaña y ya gobernó el Frente de Todos. Ustedes mismos admiten que hay desilusión.

-En esta campaña cambió un poco. Observamos a los candidatos de la derecha en un concurso a ver quién va a ajustar más, quién va a semidinamitar, dinamitar, motosierra, obra pública cero. Dicen que hay muchas universidades, que hay salarios demasiado altos, que hay que sacar derechos laborales como la indemnización. O sea que hoy no es una campaña del miedo, lo que da miedo es la campaña que están haciendo. Es lo que ofrecen Bullrich, Larreta, Milei. Ya tenemos la muestra de lo que eso produce, pasó durante el gobierno de Macri. Antes venía Caperucita Roja y ahora directamente viene el lobo.

-Su slogan es derecho al futuro y el de Massa defender el futuro. ¿Alcanza para convencer a los no convencidos?

-Esta facultad que estamos construyendo, de la universidad nacional de José C. Paz -dice y señala el edificio- es un proyecto de Mario Ishii. Algunos pensaban si funcionará o no funcionará y hoy tiene 53000 alumnos. Están haciendo una facultad de Ciencias Tecnológicas que va a tener robótica e ingenierías y conocimiento de punta, es un edificio monumental de 16000 metros cuadrados. Es un edificio de primerísima calidad como la de Medicina que ya está funcionando. Para el que tenga alguna duda en estas elecciones: acá van a venir 50000 pibes de la provincia de Buenos Aires que son primera generación de estudiantes universitarios. Si no tienen la universidad cerca se quedan afuera. Del otro lado tenemos los que dicen para qué vamos a abrir más universidades si los hijos de los laburantes, los hijos de la clase media no llegan a la universidad. Es un desconocimiento muy grande, un desprecio por las necesidades que tiene nuestro pueblo, nuestra sociedad. Vamos a seguir acompañando a Mario y a cada uno de los intendentes para poder abrir más universidades en el Conurbano y en el interior de la provincia.

-No se habla mucho sobre medidas concretas pero sí hay diferencias sobre el rol y el tamaño del Estado.

-La necesidad está. Estamos ante una fuerza política que dice que donde hay una necesidad hay que mirar y ven un costo. Como no tenemos la plata, o no la quieren poner en eso, entonces olvidémonos de todo. Nosotros en cambio creemos que donde hay una necesidad tiene que estar el Estado presente. Nuestros pibes y pibas reciben por primera vez la computadora del Conectar Igualdad en la Provincia en el último año. ¿Quién va a pensar que eso no sirve, está mal, no corresponde? Cuando la reciben te das cuenta que les cambia la vida, les cambia el horizonte, la oportunidad. Con eso van a ver qué estudian, adónde van, o hacen un laburo. El otro día estuve en Chivilcoy. La sorpresa que tuve con un empresario que estudió en la universidad pública y que puso una empresa y empezó con la computadora del Conectar Igualdad de Cristina. Eso duró de 2010 a 2015, cinco millones y medio de computadoras, hasta que cambió el gobierno. Ya saben que una boleta dice computadora para los pibes y la otra dice pan y agua. María Eugenia Vidal había dicho que no iba a abrir ningún hospital nuevo y nosotros estamos abriendo seis hospitales de grandes dimensiones. En Pilar, Escobar, los dos de La Matanza. Falta salud, educación, escuela pública, faltan parques industriales. Pero para eso tiene que estar el Estado presente. No es quedarse donde estás, es ir para atrás en la industria, la producción, el trabajo, la educación, la salud.

-¿Por qué insiste en pedir que vayan a votar y poner la boleta completa en la urna? ¿Le preocupa el ausentismo o el corte de boleta?

-Es muy importante observar que ahí algunos están agazapados, diciendo que si no sacan tantos puntos se viene una corrida... cuando empiezan a agitar esos fantasmas están amenazando y especulando. Tal vez en otra elección se podría pensar que las PASO son una elección menor, una encuesta.

-¿No en esta elección?

-No. Es muy importante que la sociedad se exprese. El que no va a votar tiene que saber que otro elige por él. Viene alguien que vota y resuelve tal vez en contra de sus necesidades e intereses. Por otro lado cada voto vale igual, vale uno. Nos costó mucho conquistar la democracia que tenemos hace 40 años. Me parece una elección decisiva. Yo digo no dejes para octubre lo que tenés que hacer en agosto. Es importante que todos los esfuerzos que se han hecho se muestren en la boleta que impide por un lado las políticas de la derecha de ajuste y, al que no le guste el ajuste, palo. Es el pasado.

-También hay mucho descontento. Lo dicen ustedes en la campaña, lo admiten, que hay promesas incumplidas.

-Nosotros proponemos defender lo que hemos hecho y reconocemos lo que falta en materia de salarios y de distribución. Por ejemplo en José C. Paz somos los que más asfalto hemos hecho pero todavía queda mucho por hacer. A cuadras de la General Paz tenés cuadras de tierra. Necesitamos asfalto, luminarias, cloacas, agua corriente y universidades 

-Finalmente este año hubo unidad en algunos municipios opositores, como Bahía Blanca o la capital provincial ¿Es un desafío intentar ganar La Plata?

-Sí. La capital de la provincia tiene un tema simbólico. Nosotros hemos plantado bandera ahí. Vivimos en la capital de la provincia desde el día que asumimos, me mudé con mi compañera y mis hijos. Lo que es más relevante es que la gobernadora anterior vivía en una base militar porque su marido era intendente y ahí vivía su familia, no por un tema de mafias y persecusión. Esa decisión no la cuestiono, lo que más le cuestiono es que tenía las oficinas de nuestra provincia en la ciudad de Bueno Aires. Mucho desdén hacia la provincia más productiva, más poblada, con más protagonismo del país. Quien la gobernaba iba los días miércoles de visita. Eso tiene un valor simbólico. Y si no estás, no lo sentís, no saben donde encontrarte... Los que hoy están de candidatos tienen la misma idea y la misma predisposición.

 

 

-En el 2019 también le reprocharon no ser bonaerense, como a Vidal y a anteriores gobernadores o a otros candidatos. ¿Ahora se siente bonaerense?

-Yo vivo en La Plata y voto en La Plata. No importa dónde estaba la clínica donde naciste, más allá de mi historia y la de mis padres con la provincia, lo importante es el proyecto, qué querés para la provincia, a la provincia no le sirve si no hay un proyecto.

-¿Va a seguir en La Plata pase lo que pase?

 

-Voy a vivir cuatro años más en La Plata.