Reelecciones indefinidas: oficialismo y oposición dividen respaldos y los intendentes sacan cuentas para forzar cambios a la ley

Reelecciones indefinidas: oficialismo y oposición dividen respaldos y los intendentes sacan cuentas para forzar cambios a la ley

En las últimas horas, el ala dura del PRO presentó un proyecto para “corregir la reglamentación de la ley”. El massimo y el vidalismo no acompañan modificaciones, pero los radicales sí. Estrategia y un intento para meter los cambios en la sesión del martes

Los intendentes del PJ avanzan en una estrategia con algunos aliados de la oposición para conseguir que el próximo martes -si hay sesión en la Legislatura bonaerense- el oficialismo consiga aprobar la modificación a la ley que prohíbe las reelecciones indefinidas. La posición que imperaba hasta el jueves era “retocar” el artículo 7 de las disposiciones transitorias que establece que “el período de los Intendentes, Concejales, Consejeros Escolares, Diputados y Senadores a la entrada en vigencia de la presente Ley será considerado como primer período”, es decir el mandato 2015-2019. De esa manera, si no hay cambios, decenas de intendentes quedarían sin posibilidad de ir por otro mandato en el 2023. La discusión es cómo cambiarlo. Pero este jueves por la tarde, un sector del PRO presentó otro proyecto que tiene el aval de los intendentes y el rechazo del vidalismo.

Se espera que este martes, atado a la negociación del Presupuesto 2022, los intendentes del peronismo, aunque también de la oposición, avancen con un acuerdo para darle viabilidad a la objeción de retroactividad de la ley. Algo similar a lo que ya falló la Justicia en dos resoluciones similares, tras dos presentaciones de concejales de Malvinas Argentinas, distrito que políticamente gobierna el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Leo Nardini.

Pero en la Legislatura los escenarios posibles son varios. Este jueves, por ejemplo, el senador del PRO Juan Pablo Allan, presentó un proyecto de ley con características de cerrojo para echar por tierra la estrategia de los intendentes del peronismo y algunos del radicalismo. También incluiría a quienes tomaron licencia antes de cumplir los dos años de mandato. Es que cuando eso sucede se considera incompleto el segundo período y habilita la posibilidad de volver a presentarse -en este caso- en 2023.

El proyecto lleva la firma del senador que responde a Patricia Bullrich, Juan Pablo Allan, y cuenta con el acompañamiento del ex ministro de gobierno y actual senador por la Primera sección electoral, Joaquín De la Torre.

Patricia Bullirch con intendentes del PRO

La iniciativa de Allan busca subsanar el punto de fuga de la ley. El texto del senador explicita que “quedan comprendidos en la prohibición todos aquellos que hayan asumido su cargo por un segundo periodo sin perjuicio que el mismo se haya ejercido total o parcialmente”. La iniciativa entrará en la ronda de negociaciones.

De hecho, los intendentes del PRO salieron públicamente a respaldar la iniciativa. Ezequiel Galli, de Olavarría; Jorge Macri, hoy ministro de Gobierno bonaerense; de Lanús, Néstor Grindetti. Todos piden modificar la ley con el mismo argumento: “Esta ley, que pone un límite a las reelecciones en la Provincia de Buenos Aires, significa una mejora sustancial en la calidad democrática, pero creo que fue mal reglamentada. Por eso, es necesario corregirla para terminar con las trampas de quienes buscan quedarse en el cargo sin límites de reelección”, expresaron por igual a través de sus cuentas de Twitter.

Una de las estrategias del oficialismo para avanzar con los cambios es cerrar un acuerdo que haga que no estén todos los diputados presentes a la hora de la sesión, que se sostenga el quórum y se consigan los dos tercios para tratar un eventual proyecto bajo la condición de hacerlo sobre tablas. Si hay asistencia perfecta, en Diputados precisan de 62 integrantes para llegar a los dos tercios. Una vez que se consigue eso, con 31 manos podrían avanzar en una votación favorable. Por eso, con menos presentes ese número se reduce. Lo mismo ocurre en el Senado donde la ecuación es más ajustada: en la totalidad hay 23 integrantes de Juntos y 23 del Frente de Todos. Si se consigue la moción para tratar el expediente sobre tablas (es decir los dos tercios), la recolección de votos será más sencilla para el oficialismo.

En la Cámara de Diputados, el vidalismo ya adelantó que rechaza cualquier intento de sacar una nueva ley o de modificar artículos en particular. Son ocho diputados. El massismo tiene otros 12. La cuenta de los rechazados sería de 20. Con asistencia perfecta, el oficialismo igualmente llegaría al quórum necesario.

En el Senado son dos senadores que explicitaron su rechazo por el vidalismo, y el massismo -que también rechaza los cambios- tiene otros cuatro lugares. El posicionamiento de los intendentes del PRO abrió un nuevo horizonte para conseguir que no haya más licencias entre intendente. Igualmente hay varias interpretaciones. Una de ellas responde a la interna dentro del partido amarillo en territorio bonaerense.

Los intendentes buscan sostener el control del PRO, mientras que los legisladores que responden a Vidal aún conservan intacta su cuota de vidalismo. El proyecto de Allan, en sociedad de De La Torre, evidenció también la interna dentro del principal partido opositor.

En este berenjenal, el oficialismo se entusiasma con que el martes cuando se trate el Presupuesto y otras leyes de peso, también se pueda “meter” el proyecto que modifica las reelecciones indefinidas.

Si bien el ideal de los escenarios para el peronismo es avanzar con la iniciativa del diputado Walter Abarca, que plantea casi una nueva ley ya que modifica sustancialmente el artículo sobre cuántos períodos debe tener un intendente para poder ser reelecto y remarca que será el pueblo quien vota a su intendentes prácticamente todas las veces que quiera. Las señales que está mandando un sector del PRO para poner el proyecto de Allan en la ronda de negociaciones se inició públicamente este jueves, pese a que el jefe de gabinete Martín Insaurralde ya viene sosteniendo el diálogo durante algunas semanas. En La Plata, hasta el gobernador Axel Kicillof pide una solución a esa ley.

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