Las primeras señales que encienden el tablero político de Mar del Plata

Las primeras señales que encienden el tablero político de Mar del Plata

Todavía falta mucho, pero empiezan a verse señales tanto en Juntos como en el Frente de Todos. También en los armados que buscan romper la grieta. 

Por Mariano Suárez

 

Por ahora son apenas algunos gestos, señales casi imperceptibles, pero cobran mayor dimensión cuando se los vincula con los posibles escenarios en 2023. En todos los espacios y partidos comienzan  a verse movimientos imposibles de escindir del año electoral que se avecina.

La alianza entre el intendente Guillermo Montenegro y el diputado Maximiliano Abad, que le permite a actores centrales de ambos lados hablar de un cogobierno –sin que eso signifique menospreciar la figura del jefe comunal- es uno de los principales estandartes de la actual gestión municipal.

Ese acuerdo se inició apenas Montenegro ganó las elecciones de 2019, pero se profundizó el año pasado, a medida que la influencia del radicalismo y del presidente del comité provincial fue creciendo. La decisión de Abad de impulsar la candidatura de Facundo Manes le permitió sentarse a discutir en la mesa de las negociaciones con otro respaldo.

Una señal del buen funcionamiento de esa alianza es el trabajo conjunto que realizan los senadores Ariel Martínez Bordaisco y Alejandro Rabinovich, los dirigentes de mayor confianza de Abad y Montenegro, respectivamente. Por caso, ante la demora de las definiciones por parte del gobierno provincial, presentaron en los últimos días un proyecto conjunto para que la provincia exima de Ingresos Brutos a las empresas TIC que se radiquen en el Parque Informático de Mar del Plata.

Sin embargo, esa sintonía fina que se percibe entre los líderes de los dos espacios a veces no se traduce en todos los integrantes. Este martes, la jefa de la bancada radical en el Concejo, Marianela Romero, se retiró de la comisión de Obras enfurecida con el exfuncionario y actual concejal, Fernando Muro.

El concejal de Vamos Juntos defendió que una empresa construyó una obra para la cual había solicitado la autorización del cuerpo, pese a que esa autorización nunca se había dado. Se quejó por las demoras de los concejales en resolver esas cuestiones y le apuntó directamente a Sol de la Torre (Frente de Todos), a quien le pidió que trabaje y lea los expedientes.

Sin embargo, Muro no reparó en que hasta este año la comisión había sido presidida justamente por Romero, compañera de interbloque. Y si el expediente se demoró más de la cuenta el dardo le pegaba a ella. El cierre de la polémica fue que las dos concejalas se retiraron del recinto molestas por el destrato del exsecretario de Producción.

Se trató de un hecho puntual, pero es el germen de una relación que debajo del intendente y el diputado no es tan fluida como parece. En las filas del Pro son varios los que miran de reojo la relación privilegiada del intendente con la UCR. Incluso, anotan algunos temas en los que los radicales juegan su partido y no el de Juntos (¿fotomultas?). “Para nosotros es fundamental. Si queremos volver a ser gobierno en Nación y Provincia la UCR tiene que tener un rol importante. Y Mar del Plata es el modelo a seguir”, defienden cerca de Montenegro.

Más allá de que Abad es el referente ineludible del radicalismo en Mar del Plata, el sector que lo enfrentó en la interna partidaria, liderado por Nicolás Maiorano, también se mueve en pos de la candidatura de Martín Lousteau. Dentro de ese sector se encuentra la exconcejal Cristina Coria que mantuvo charlas con el jefe comunal para sumarse a la gestión.

Hasta ahora su designación no avanzó, lo cual despierta algunas suspicacias para la semana próxima. ¿Qué pasará? Se votará en la sesión de concejales y mayores contribuyentes el aumento de tasas y si bien Coria abandonó el cuerpo legislativo en diciembre su mayor contribuyente será reemplazado recién en mayo. ¿Puede haber una sorpresa y que vote en línea con la oposición y no con el oficialismo? Más allá de los reproches que puedan tener hacia Montenegro desde su entorno afirman que acompañará.

Para esa fecha también hay gente atenta a la actitud que tomará Nicolás Lauría. En la sesión preparatoria, el concejal se abstuvo de votar el presupuesto 2022 y rechazó la suba de tasas. En la sesión de concejales y mayores contribuyentes su postura vale tres votos: el suyo, el de su mayor contribuyente y el del mayor contribuyente de Guillermo Volponi que a la hora de nombrarlo se lo cedió al exbasquetbolista.

De sostener ese escenario habría un empate en 24 y debiera desempatar la presidenta del Concejo Marina Sánchez Herrero, algo inédito en este tipo de debates en Mar del Plata, aunque con antecedentes favorables en localidades vecinas. ¿Hay alguna alternativa? Algunos dirigentes oficialistas no descartan que en pos de un acercamiento entre Lauría y el intendente Montenegro pueda tener un gesto y permita que asista el que sigue en la lista. “No hay nada de eso”, plantearon desde el entorno del ex Peñarol.

No todo ocurre en Juntos. La virulenta interna del Partido Justicialista en Mar del Plata todavía tiene ecos. Luego del triunfo de la lista impulsada por Fernanda Raverta, la diputada provincial Débora Indarte anunció su salida del bloque del Frente de Todos en la Legislatura.

La relación entre la directora de Anses y Rodolfo “Manino” Iriart, marido y jefe político de Indarte, estaba quebrada por completo. Cerca de Raverta, responsabilizan al director del Correo por la “campaña sucia” que, aseguran, se vivió durante la interna del PJ. Además, le apuntan por su trabajo en conjunto con Montenegro. Desde el entorno de Iriart replicaron con acusaciones de persecución a militantes que no forman parte del ravertismo.

¿Cuál será el futuro de Iriart? Aseguran que Indarte se fue del bloque del Frente de Todos pero no del Frente de Todos como espacio. Buscará seguir representando al “albertismo” en Mar del Plata, aunque la tarea no será fácil desde el nuevo unibloque.

En el ravertismo se sorprendieron por la jugada porque creen que después de su salida del bloque en la Legislatura “ya no tiene retorno”. Citan, por caso, que la esposa de Fernando Gray, que intentó disputarle la presidencia del PJ a Máximo Kirchner con un discurso ultracrítico, todavía forma parte del bloque de senadores. “Indarte se fue y sola, no pudo llevarse a nadie. Y pese a las internas que hay arriba, Fernanda estuvo con el presidente anunciando el bono para los jubilados”, plantean.

Hubo también reproches de Juan Manuel Rapacioli, el candidato a presidir el PJ que perdió ante Eduardo Cóppola. Emitió un comunicado en el que desmintió un llamado de Máximo Kirchner, que había trascendido en algunos medios. También cuestionó la falta de apertura de la lista ganadora. Más allá de que las declaraciones no cayeron bien en el entorno de Raverta, creen que la relación con el extitular del PJ se puede encausar y trabajarán para lograrlo.

Hay otro armado que también empieza a cobrar forma: los libertarios. El concejal de Crear Alejandro Carrancio quiere aprovechar el fenómeno de Javier Milei. En las últimas horas se reunió con uno de los dos principales armadores políticos del economista.

La construcción política alrededor del actual diputado es, aún, endeble, por eso sus dirigentes más allegados buscan referencias en provincias y distritos de relevancia. En ese plan, Carrancio sacó ventaja por sobre otros dirigentes que buscaron apropiarse del nombre de Milei en Mar del Plata.

La incógnita todavía se mantiene sobre Acción Marplatense. Hay charlas con Raverta para poder confluir en un armado opositor, buen diálogo institucional con Montenegro para garantizar la gobernabilidad y charlas con otros sectores. Las definiciones en el partido de Gustavo Pulti no serán inmediatas y el exintendente hará equilibrio para mantener todas las opciones abiertas. La jugada es arriesgada, pero AM está convencido de que su capital político le permitirá lograr su cometido.

Falta mucho para 2023, pero en medio de un clima político tan intenso, cada gesto, cada movimiento, se mira con lupa.

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