Precios: llega el acuerdo textil y de alimentos con las importaciones como "zanahoria"

Precios: llega el acuerdo textil y de alimentos con las importaciones como

En las próximas semanas se anunciarán los acuerdos que congelarán el precio de hilado, telas y productos de consumo masivo, como parte de un nuevo programa llamado Precios Justos. Empresas analizan sumarse, pese a la inflación, si implica facilidades para importar, ante las nuevas regulaciones.

Por Florencia Barragan

El Ministerio de Economía, que encabeza Sergio Massa, cerrará dos nuevos acuerdos de precios, luego de lanzar el de electrodomésticos y tecnología. En las próximas dos semanas podría anunciarse el que fije el precio de textiles e hilados, y luego el de Precios Justos para consumo masivo. La “zanahoria” que podría utilizar la Secretaría de Comercio es el acceso más fluido a las importaciones, en un contexto de máxima preocupación para las empresas.

Por el momento, Economía definió que el camino para bajar la inflación será gradual, con acuerdos de precios, y no con un plan de shock. Para eso, durante octubre avanzó con Precios Cuidados para alimentos en los supermercados, congelamiento de las principales marcas de indumentaria y mantener sin cambios los celulares y electrodomésticos de Ahora30.

El lunes por la mañana, en el encuentro semanal que realizan en la cámara que agrupa a las alimenticias (Copal), el tema de conversación fue preguntarse unas a otras: “¿Quién fue?”. Es que ese mismo lunes, muchos de los ejecutivos se enteraron por los diarios que siete empresas acordaron sumarse a Precios Justos, un nuevo acuerdo de precios para alimentos, productos de limpieza e higiene personal, que regirá entre noviembre y marzo, y mantendrá congelados los precios, con el valor inscripto en el paquete. Economía apunta a que sean 2.500, pero podría arrancar con una primera etapa de unos 1.000.

Solo una empresa aseguró haber dicho que había cerrado para entrar a Precios Justo con un solo producto. “Estábamos todos bastante desconcertados, preguntándonos quién había sido, nadie sabía nada, salvo que sean ultra reservados”, contó uno de los participantes. Desde otra compañía agregaron: “A lo sumo decían que estaban en conversaciones, pero también es cierto que hay veces que nos hacemos trampa".

La situación actual del acuerdo de Precios Justos consiste en que ya culminaron todas las reuniones con las grandes compañías que llevó a cabo la Secretaría de Comercio, encabezada por Matías Tombolini. De todos modos, no se descarta una segunda convocatoria, para definir qué productos ingresan en el congelamiento, en un acuerdo que el Gobierno plantea como voluntario.

Como en política, también en las empresas hay “halcones y palomas”. Están los ejecutivos que se niegan a Precios Justos, al asegurar que hace dos semanas cerraron Precios Cuidados. De todos modos, en las compañías ya analizan qué productos podrían llegar a aportar. La gran duda es “a qué precio entrar” en ese congelamiento. La inflación proyectada para el período es de 32%, según EcoGo.

Importaciones como zanahoria

Massa reveló en Radio10 un dato central: “Pretendemos armar con las empresas un programa que les permita trabajar en la previsión de importaciones, usando canal verde aduanero, la programación de SIRA con fecha cierta de pago”. En las negociaciones mano a mano, Tombolini les había anticipado que iba a haber una “compensación por el esfuerzo”, que podía ir desde un dólar diferencial de exportación, o rebajas impositivas.

“Es una zanahoria muy tentadora”, afirmó un ejecutivo de una de las mayores compañías de consumo masivo. En un relevamiento realizado por Ámbito, las opiniones varían: no les cambia tanto a las que producen alimentos sencillos, pero sí a las que tienen bienes con mayor elaboración, que aseguran tener problemas para traer insumos o maquinaria para la tecnología de las plantas.

Desde otro gigante del consumo masivo, agregaron: “Es clave lo de las importaciones, porque se va a convertir en un tema central en las próximas semanas. Las operaciones están trabadas o dan plazos mayores a 180 días. Tenemos que entenderlo bien para ver si conviene”. Otro ejecutivo agregó: “Nos pusimos a hacer números para ver cómo materializamos esto que dicen”. Finalmente, desde otra compañía agregaron: “Hay muchísima preocupación porque hubo un apagón total, antes los parates eran más de producto terminado, ahora también de insumos”.

Si bien hay algunas empresas a las que les convendría aceitar el flujo importador, hay molestia por que se use este mecanismo: “Las aprobaciones de importaciones deberían darse por priorizar el funcionamiento de las fábricas”, aseguraron las fuentes consultadas. “Es medio extorsivo, igual ni el beneficiario ni el perjudicado se va a quejar”, agregaron. De hecho, según contaron a este diario, en las últimas semanas a los principales dirigentes de la oposición que visitaron cámaras empresarias o plantas industriales les pidieron no hacerlo público. “Hay temor porque impacte en las importaciones”, comentaron desde una cámara empresaria de Córdoba.

En la negociación para congelar precios de hilado y telas para contener la inflación de textiles también surgió el pedido de las importaciones, pero esta vez del lado empresario, no como ofrecimiento del Gobierno, enojado con el sector por los aumentos durante los últimos años. A fines de la semana pasada, el acuerdo ya estaba listo, pero volvió este lunes con “observaciones”. Las dudas son por cuánto tiempo habrá un congelamiento y por cuántos meses habrá un ajuste de precios en línea con la variación del tipo de cambio.

Rechazo por precio en el paquete

Si bien cualquier congelamiento es “mala palabra”, según lo definió una fuente dentro de Copal, otro de los puntos que cuestionan es tener que poner el precio en el packaging. Massa aseguró en Radio 10 que tiene la “confirmación” de que ya siete empresas entrarán al programa “con precios en los paquetes”. La queja de las compañías es que ya están volviendo a imprimir el packaging de la mayoría de los productos, dado que tienen que cambiarlos todos de cara a febrero, por la ley de etiquetado frontal, y ponerles los octógonos negros.

Además, aseguran que no puede hacerse de cara al 15 de noviembre. “Para Súper Cerca tardamos 3 meses en imprimir el precio en los paquetes y fueron 60 productos”, contó una fuente del sector privado. Ahora el objetivo del Gobierno es arrancar en noviembre y llegar a 2500 productos. Además, las empresas se quejan de que el programa Súper Cerca, que había lanzado Paula Español en julio de 2021, con duración hasta diciembre, se dio de baja tres meses después, con la llegada de Roberto Feletti a la secretaría. “En un año lo crearon, lo dieron de baja y lo quieren volver a lanzar, todo en el mismo Gobierno”, se quejó un ejecutivo. De todos modos, desde Comercio contaron que en algunos casos sí podría llegarse con los precios en los paquetes.

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