Política y subsidios: quién le pone el cascabel al gato

Política y subsidios: quién le pone el cascabel al gato

La discusión por los subsidios al transporte abrió dos frentes de batalla. Las provincias contra CABA y los municipios del interior versus el AMBA. Quién paga qué, cuánto le significa al Estado y la necesidad de recortar a pedido del FMI

 

Hay que bajar el déficit. Eso pidió el Fondo Monetario Internacional como requisito para avanzar en un acuerdo. El recorte de los subsidios es una de las tantas posibilidades y el Gobierno nacional ya puso manos a la obra. Ahora, la pregunta es, ¿quién le pone el cascabel al gato? Es sabido que un  ajuste en las compensaciones que otorga el Ejecutivo nacional a las  provincias y la Ciudad de Buenos Aires se traduce indefectiblemente en un aumento de los servicios. El transporte, por supuesto, no es la excepción.

 

En el Área Metropolitana de Buenos Aires, el servicio de colectivos se mantiene dentro de la órbita del Estado Nacional, que es el que lo regula, fija los niveles tarifarios y desde mediados de 2012 cuenta con un subsidio variable. Los colectivos que transitan, tanto dentro de Capital Federal como entre CABA y la provincia de Buenos Aires, son de jurisdicción nacional y cuentan con un boleto mínimo de $18, costo  significativamente menor al de otras ciudades del país. 

En este contexto, los primeros días de febrero los intendentes de las ciudades de Córdoba, Santa Fe y Rosario,  pidieron al Gobierno Nacional la creación de un boleto federal para 

equiparar los valores. 

En respuesta, desde el Ministerio de Transporte revelaron la intención de transferir a la Ciudad de Buenos Aires el costo de los subsidios de las 32 líneas de colectivos que circulan solo dentro de CABA. 

Según pudo saber La Tecla de fuentes oficiales, el año pasado, la Administración Nacional destinó $15.000 millones en subsidios a estas líneas. El número que se estipula para 2022 es un piso de $20,7 mil millones a valores de hoy, entre compensaciones y subsidios al gasoil. A eso se le podrían sumar unos $3.300 millones a modo de aporte extra, teniendo en cuenta dos posibles actualizaciones de costos en el año, pero sin considerar aumentos de tarifas.

Ahora bien, este mismo escenario se traduce puertas adentro de la provincia de Buenos Aires que, en sí misma, funciona y tiene  características similares a un país. Mientras las demás provincias se quejan por el trato diferencial que reciben con respecto al AMBA, en territorio bonaerense son los municipios del interior los que se quejan del Gran Buenos Aires, comúnmente llamado Conurbano. 

Bahía Blanca, Azul, Mar del Plata, Olavarría y otros municipios abonan hasta tres veces más que el boleto en la zona ambeña ¿Por qué? Básicamente, por la naturaleza de la región. Como se sabe, el AMBA funciona como un gran conglomerado en el que la Capital Federal y otros 40 municipios no distinguen fronteras. Uno está pegado al otro. Entonces, la tarifa es única porque la realidad es distinta a la del  interior y porque, además, es uno de los lugares más humildes del país. 

Asimismo, el AMBA cuenta con red SUBE, una herramienta que le permite al Estado calcular de manera exacta la recaudación y, con ello, el faltante que se necesita compensar. Por ejemplo, si el transporte del AMBA cuesta 100 millones de pesos, pero sólo recaudó 10 millones, el Estado tiene que poner los 90 millones que faltan. En el caso de CABA, los 90 millones los pone Nación, en su mayoría (entre el 60 y 70%), mientras que en el caso de la Provincia, los pone el Estado  bonaerense.

 

Esto no siempre fue así. La transferencia de los subsidios al transporte de Nación a Provincia se acordó entre María Eugenia Vidal y Mauricio Macri en medio de la negociación por la actualización del Fondo del Conurbano. En aquel entonces, desde la oposición salieron a cuestionar duramente la decisión de absorber el costo de los subsidios y lo relacionaron, directamente, con el acuerdo con el FMI que obligaba al Gobierno  nacional a ajustar sus cuentas y  reducir el déficit fiscal. Un verdadero deja vu. 

A comienzos de 2020, tal como publicó este medio en su momento, la idea de Axel Kicillof era volver a pasar los subsidios a la órbita nacional. Devolverlos. Ahora, la dirección es contraria porque si el Gobierno nacional le pide a la Ciudad hacerse cargo de lo suyo, el reclamo de la Provincia ya no tiene lugar. Las  asimetrías, sin embargo, son notables. Mientras Capital pagaría $13 mil millones; la Provincia seguirá aportando $110 mil millones, siempre y cuando se mantenga la tarifa. Si se modifica el valor del boleto, el panorama cambia. 

Si el panorama cambia, el Estado paga menos de subsidio. Ese, a todas luces, parece ser el cascabel que hay que ponerle al gato. 

PROVINCIA Y NACION

Los pros y contras de la sintonía fina entre los Ministros 

La reciente creación del Ministerio de Transporte de la provincia de Buenos Aires resulta clave en medio de la puja entre Nación y Ciudad de Buenos Aires por el traspaso de los subsidios. Desde el lado interno de la General Paz nada quieren saber con esta maniobra y aseguran que se trata de un castigo hacia el espacio opositor. Desde el otro lado de la Avenida, la postura es distinta.

“Hoy la provincia de Buenos Aires se hace cargo del 91% de los subsidios al transporte sin aumentar la tarifa del colectivo”, dijo Jorge D’Onofrio al defender la postura de su par nacional, Alexis Guerrera. Como se sabe, ambos funcionarios pertenecen al mismo espacio político, el Frente Renovador, y hasta hace apenas unos meses compartieron recinto en la Cámara de Diputados de la Provincia. No obstante, esta sintonía fina funciona en dos sentidos. Por un lado respalda y fortalece la idea del Ejecutivo Nacional pero, por el otro, echa por tierra la posibilidad de que la administración bonaerense devuelva el pago de compensaciones a la Casa Rosada, tal como se había  pre-acordado entre Mario Meoni y Alejo Supply, ex titulares de las carteras.

“El responsable de que no haya sucedido en estos dos años es el Ministerio de Transporte de Nación. Son inútiles. La Provincia ahora está a merced de Nación”, sentenciaron a  La Tecla desde el entorno de Axel Kicillof, a la vez que consideraron justo el reclamo del resto de los gobernadores para que la gestión de Horacio Rodríguez Larreta se haga cargo del transporte público de pasajeros en la órbita porteña, tal como lo hace el resto de las jurisdicciones.

INTERIOR VS. AMBA

El PRO, entre el respaldo a Larreta y el pedido de equilibrio interno

Entre los jefes comunales del PRO hay diversas posturas al respecto del traspaso de subsidios a la Ciudad de Buenos Aires y la necesidad de equilibrar el costo de los boletos en el territorio bonaerense. “No se puede hacer una caza de brujas para llevar a la práctica este ajuste que es inherente al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Que la única variable sea la Ciudad no es justo, tiene que haber más transparencia, una explicación más integral, se tiene que debatir donde corresponde que es en el Congreso Nacional y no tiene que ser con un revanchismo, porque sino parece q el único que tiene que pagar esto es el transporte de CABA. Es un tema más integral que hace a la previsibilidad económica que necesita el país y también nosotros los bonaerenses para crear trabajo”, dijo al respecto el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.

Por su parte, Guillermo Montenegro, mandamás de Mar del Plata, expresó: “Es injusto que el 85% (NdR: de la cantidad de subsidios asignado al AMBA) sea mirado desde el Conurbano y la Capital y esto tiene que ver más allá de quien gobierne. Que el boleto salga $60 en Mar del Plata y en el Conurbano y Capital $20 es algo que no está bien. Creo que tiene que haber una revisión integral de los subsidios. Este es un problema que tenemos en Mar del Plata, lo tiene Rosario, Córdoba, Bahía Blanca, Olavarría. Si es una revisión integral de todos los subsidios del transporte para reacomodar los subsidios en todo el país, se puede ver, si es solamente para sacarle a uno y darle a otro, es cuestionable desde la política”.

PARA TODO EL PAIS

Un boleto federal, la posible solución a un problema común

Fueron los intendentes de Córdoba, Rosario y Santa Fe los que plantaron bandera y pidieron un boleto federal. Esta iniciativa había sido planteada por el ex subsecretario de Transporte de la Provincia, Alejo Supply, como solución al actual escenario desigual tanto en el territorio bonaerense como nacional. La iniciativa preveía un sistema que contenga la cantidad de trabajadores de las empresas con un techo de tres trabajadores por colectivo y el kilometraje por cada empresa.

La Nación pagaba una parte y la diferencia la abonaba cada Provincia. En cuanto al valor del boleto, el ex funcionario proponía que sea acorde al bolsillo del pasajero establecido de manera automática a partir de un entrecruzamiento de datos de ANSES y AFIP.  Es decir, si una persona tiene un salario de 150 mil pesos, paga el valor pleno del boleto; si viaja alguien con un salario de 30 mil, que siga pagando 18 pesos, haces justo el aporte del subsidio. 

Cuestionamientos en el seno del Frente de Todos

Resulta incomprensible que el conjunto de los argentinos financie el grueso de subsidios a 

ciudadanos del AMBA, generando distorsiones y diferencias de hasta 10 veces mayor en el costo de servicios públicos a quienes vivimos en el interior respecto del Área Metropolitana”, señaló el senador del Frente de Todos, Francisco “Paco” Durañona, quien agregó: “Es necesario que CABA y PBA se hagan cargo de afrontar el costo de subsidios dentro de sus territorios”.

LO QUE VIENE

Los subsidios a la energía, otro punto en discusión

En el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el recorte en los subsidios a la energía es otro de los puntos que están en discusión para llegar a las metas prometidas de 

déficit fiscal. 

Un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) indicó que en 2021 los subsidios destinados al sector energético (gas y electricidad sumados) ascendieron a $ 1.046 billones, equivalente a dos tercios del total y cerca del 80% de todo el déficit primario. 

Desde la Subsecretaría de Energía de la Provincia, a cargo de Gastón Ghioni, cuestionaron con dureza el acuerdo que firmó María Eugenia Vidal con Mauricio Macri para 

traspasar Edenor y Edesur a la órbita bonaerense, cuando no tenía los fondos suficientes.

“Vidal gobernó en función de las necesidades de Nación, en lugar de priorizar las necesidades de los bonaerenses. Este modo de actuar se vio reflejado tanto en el traspaso de los fondos de la tarifa social como también con la toma de la deuda. La Provincia aceptó el traspaso de la tarifa social, haciendo propio el gasto, para deslindar del tema a Nación. Una vez más, Vidal gobernó para su jefe, Mauricio Macri, y no en favor de los bonaerenses”, dijo Ghioni a este medio a  comienzos de su gestión.

El próximo 17 de febrero el ENRE realizará una audiencia pública para analizar la suba de las tarifas de la electricidad, mientras que Enargas ahora debe tomar una decisión sobre la 

actualización del servicio que fue congelado durante la emergencia sanitaria por el coronavirus.

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