Los movimientos sociales aliados al Gobierno se movilizan el 1° de Mayo para presionar por el impuesto a la “renta inesperada”

Los movimientos sociales aliados al Gobierno se movilizan el 1° de Mayo para presionar por el impuesto a la “renta inesperada”

Tras meses de desencuentros, las agrupaciones que integran la UTEP se mostrarán unidas para celebrar el bono para los trabajadores informales y presionar por la efectiva aplicación del tributo a la “renta inesperada”; la izquierda denunciará el “ajuste” con un acto en Plaza de Mayo

 

Las organizaciones sociales que militan en las filas del Frente de Todos volverán a salir a las calles el 1° de mayo para conmemorar el Día del Trabajador. Este año, sin embargo, la ocasión no parece ser una más. En el marco de una conflictividad social en ascenso y las tensiones que cruzan al oficialismo, la coyuntura encuentra a las diversas agrupaciones que conforman la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) paradas en lugares distintos, con lecturas políticas disímiles respecto del futuro.

Quizás por eso, tras las discusiones públicas en torno al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el objetivo central de ese amplio abanico de dirigentes sociales –desde Emilio Pérsico (Movimiento Evita) hasta Juan Grabois (MTE), pasando por Juan Carlos Alderete (CCC)– es el de desplegar un gesto de unidad, a partir de dos ejes principales: el respaldo total al proyecto para capturar “renta inesperada” y, al mismo tiempo, el impulso de una agenda legislativa de “Tierra Techo y Trabajo”.

“Esa pelea nos encuentra unidos a todos los movimientos populares”, sostuvo Gildo Onorato, secretario gremial de la UTEP y referente del Evita. En ese sentido, aclaró que la iniciativa anunciada esta semana por el ministro de Economía, Martín Guzmán, no se trataría de “una disputa palaciega”, sino de algo “más profundo”. “Se trata de enfrentar a quienes ganan permanentemente a costa del descarte social, y no les importa la pobreza y la desigualdad”, se posicionó el dirigente social ante LA NACION.

Como una de las organizaciones más leales a Alberto Fernández, el Movimiento Evita celebró públicamente el bono de $18.000 en dos cuotas para los trabajadores no registrados. Lo hizo a través de afiches callejeros, que fueron pegados en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, con la leyenda “Gracias Presidente”. En los últimos meses, la organización que lidera Pérsico buscó cobrar ese apoyo incondicional con la creación de un organismo estatal, con rango de ministerio, que centralice las áreas vinculadas a la economía informal. Un anhelo que, pese a los rumores, todavía no se concretó.

Por su parte, otra de las dirigentes que también saludó la nueva medida impulsada por Guzmán fue la referente del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), Dina Sánchez. La dirigente, sin embargo, fue un poco más allá al proponer que la bonificación sea de $12.000 por mes y “permanente”. “No puede ser que en un gobierno popular haya miles de personas por debajo de la línea de indigencia”, sostuvo Sánchez, una figura cercana a Grabois. Ambos apuestan a que, más temprano que tarde, los bonos de mayo y junio se conviertan en un salario básico universal.

“En un contexto económico tan duro como el que estamos viviendo, vamos a movilizarnos para que se escuchen las demandas de la economía popular organizada y para empujar los proyectos de ley que presentamos los movimientos populares en el Congreso, tales como la ley de envases y la emergencia indígena, entre otros”, agregó Sánchez, que también se desempeña como secretaria adjunta de la UTEP.

Hace tiempo que la dirigencia social aliada al oficialismo presiona para que se trate en el recinto de Diputados un conjunto de proyectos de ley que ya tienen estado parlamentario y que le otorgarían un marco legal al sector de los trabajadores informales. Un planteo del que se hizo eco el Presidente en su discurso frente a la asamblea legislativa, durante la apertura de las sesiones ordinarias, cuando indicó que “es hora de reconocer, visualizar y registrar las actividades de la economía popular”.

Entre las demandas de las agrupaciones se encuentran la ley de envases y la creación de un monotributo productivo

Pasaron muchos meses desde la última vez que la UTEP se movilizó de manera unitaria. Fue el 7 de agosto del año pasado, día en que movilizaron masivamente desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, hasta la Plaza de Mayo. Esta vez, la manifestación también se desarrollará en el centro porteño, pero en la esquina Av. de Mayo y 9 de Julio. Allí se montará un escenario sobre el que hablarán referentes de las distintas agrupaciones, con el cierre a cargo del secretario general de la entidad, Esteban “Gringo” Castro.

Un acto “vergonzoso”

Pero los movimientos sociales oficialistas no serán los únicos en movilizarse por el Día del Trabajador. Esa misma jornada también lo hará la izquierda, que acaba de anunciar un acto que tendrá como epicentro la Plaza de Mayo y que comenzará a las 15, una hora después del horario previsto por la UTEP.

“Es un día de lucha contra el ajuste, no a favor de los ajustadores”, apuntó la dirigente del MST, Celeste Fierro, quien al igual que el resto del Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U) sostiene que la convocatoria de los sectores ligados al Frente de Todos no tiene otro fin más que el de “lavarle la cara” al Gobierno después de pactar con el FMI.

“Nuestro acto se distingue del que convocan los sectores oficialistas en que va a ser de oposición al Gobierno y a todo el régimen político”, definió, por su parte, el legislador porteño Gabriel Solano. En ese sentido, el referente del Partido Obrero calificó a la iniciativa encabezada por Pérsico y Grabois de “vergonzosa” al denunciar que el sector que representan “no movió un dedo frente al ajuste que sufre el pueblo”. Y añadió: “Es un acto oficialista de un gobierno en crisis”.

Solano será uno de los oradores del acto en Plaza de Mayo, que tendrá como figura de cierre a la diputada nacional Myriam Bregman (PTS) y que contará, a su vez, con la presencia estelar de los principales dirigentes piqueteros que agitaron las calles a lo largo del último mes. “Eso para nosotros es muy importante, porque ha sido el sector que más ha estado al frente en la lucha contra el Gobierno”, dijo el dirigente de izquierda.

Por Pedro Lacour

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