Montenegro le pide a Alberto, le insiste a Axel y espera un guiño

Por: Mariano Suárez. Guillermo Montenegro se cuidó al máximo durante estos 90 días. Primero, para mostrarse en sintonía con el presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof, pese a ser de distinto signo político.

 Y ahora, cuando busca una excepción que permita la apertura de locales gastronómicos en Mar del Plata, para que su reclamo se enmarque dentro de la lógica sanitaria y no lo asocien al grupo de los anticuarentena. El intendente insiste en que lo primero es preservar la salud, pero que la situación actual de la ciudad permite la apertura de los locales gastronómicos bajo estrictos protocolos. Eso le planteó en las últimas horas al presidente Alberto Fernández, en una reunión mano a mano que tuvieron a través de Zoom.

“El diálogo con el presidente es asiduo. Y en las últimas horas volvieron a hablar. Guillermo le volvió a pedir que le dé una mano para avanzar en la apertura de los locales gastronómicos”, contó un hombre cercano al intendente. La obsesión del presidente es que en ninguna ciudad, especialmente en grandes aglomerados como Mar del Plata, se desmadre el transporte público. Montenegro le dio garantías en ese sentido: los colectivos funcionan con un 25% de la demanda habitual.

Pese a que hay apenas tres casos activos de Covid-19, el intendente se mueve con cautela. El ejemplo de su par de Olavarría, Ezequiel Galli, sirvió para mostrar que el exceso de confianza es un arma de doble filo: un día sugirió a través de las redes que la cuarentena estaba agotada y poco después Olavarría tuvo 48 casos positivos de coronavirus en una semana.

“Nosotros no somos irracionales. No pretendemos morirnos con los restaurantes abiertos. Creemos que hoy están dadas las condiciones para abrir. Y si hay que dar marcha atrás lo haremos”, sostuvieron desde el entorno del jefe comunal.

Sin embargo, esa cautela tuvo un “bache” el último lunes. En una entrevista en LU6, el coordinador de Gabinete, Alejandro Rabinovich, dijo que algunos dirigentes de la oposición (no precisó nombres) “cada noche se ponen tristes porque los números de Mar del Plata no explotan como el conurbano”.

Hasta el momento esos cuestionamientos se sugerían por lo bajo, muy tibiamente. Pero Rabinovich se animó a hacerlo público y desató el malestar del Frente de Todos. Hubo, primero, tiros por WhatsApp y finalmente acordaron una reunión para el martes. El coordinador de Gabinete recibió al jefe de la bancada Marcos Gutiérrez y a Virginia Sívori. Los concejales lo acusaron de tener una mirada cínica y le recomendaron que no copie las formas del exsecetario de Hacienda Hernán Mourelle. Además de compararlo con uno de los peores dirigentes de la gestión de Carlos Arroyo, la crítica tuvo otro objetivo: enrostrarle que no es de la ciudad.

“Nosotros somos de Mar del Plata, todo el mundo sabe donde vivimos, conocemos a la gente de los barrios y a los empresarios de la ciudad. Es una locura pensar que alguno de nosotros quiera que se multipliquen los casos”, confió uno de los concejales del Frente de Todos.

Desde el Ejecutivo aclararon que la frase de Rabinovich nunca les apuntó a los dirigentes con cargos, sino a otros que buscan “ser más papistas que el Papa”. No obstante, en esa reunión hubo lugar para el debate. El oficialismo cree que desde el Frente de Todos podrían colaborar más para lograr que el gobierno provincial permita la apertura de los locales gastronómicos. “Nos parece que tienen la llave para abrir la puerta, pero no la usan”, señaló una fuente consultada por este medio.

Desde el Frente de Todos aseguran que colaboran con el municipio. Ponen como ejemplo, el trabajo de los Comité Barriales de Emergencia, donde buena parte de quienes ponen el cuerpo en el territorio son militantes del kirchnerismo. Pero también aclaran que respetan la decisión del gobierno provincial que estableció 21 días sin nuevos casos de coronavirus para que los municipios puedan permitir las actividades de la fase 5.

¿Un decreto del intendente puede ser la solución para desenredar la madeja? Para algunos dirigentes de la oposición, sí. “Montenegro ya lo hizo con otras actividades y además de ese modo se haría responsable él de la decisión”, explicaron. El mismo planteo hicieron los empresarios y trabajadores de la gastronomía que el martes llevaron adelante una importante manifestación en la puerta del municipio y, ante la falta de respuestas de la provincia, esperan que el jefe comunal dé el aval para el retorno de la actividad.

En el Ejecutivo, en cambio, consideran que no están dadas las condiciones y recordaron que el decreto a través del cual se había permitido el funcionamiento de los comercios minoristas, por caso, contaba con el guiño del gobierno provincial y nacional. “Hoy ese guiño no está. Hablamos todos los días, les mandamos mensajes para explicarles nuestro argumento, pero la provincia se mantiene firme”, explicaron.

La alternativa que proponen desde el gobierno de Montenegro es la creación de una comisión que analice la posibilidad de otorgar permisos precarios mientras el gobierno provincial analiza la situación, el proyecto presentado por el concejal Alejandro Carrancio, que ya fue aprobado por las comisiones y espera el aval del plenario. En la oposición no descartan esa alternativa, aunque pidieron alguna certidumbre legal para avanzar.

El concejal del Frente Renovador Ariel Ciano, en conjunto con el Frente de Todos, pidió un informe a Legal y Técnica para que determine la validez de ese tipo de permisos. “Hasta ahora se había avanzado sin ese informe. Esperamos que lo incorporen”, dijo un edil opositor. De todos modos, los tiempos legislativos van por carriles distintos a las urgencias de los empresarios que demandan abrir ya. La próxima sesión plenaria para analizar ese proyecto no tiene fecha. Recién el próximo lunes se fijaría el día (es probable que sea el otro jueves). Una vez aprobada y conformada debería reunirse para analizar el pedido. No hay tanta paciencia.

El intendente volverá a insistir este jueves. Hablará, otra vez, con el jefe de Gabinete Carlos Bianco, quien en las últimas horas explicó que el límite de los 21 días sin nuevos casos “no es un capricho”, sino una decisión con rigor científico. “Eso significaría que el virus no circula por la ciudad”, dijo. Varios de los últimos casos no tienen un nexo epidemiológico claro, lo cual hace suponer que hay más casos en Mar del Plata que no fueron detectados.

Montenegro le insistirá al jefe de Gabinete que Mar del Plata no tiene circulación comunitaria. Y le planteará que ninguno de los últimos casos que se confirmaron en Mar del Plata está vinculado a una actividad económica. “Es gente que vino de afuera, personal de la salud y un policía”, precisaron desde su entorno.

¿Cuál es el rol de Fernanda Raverta en esta situación? Cuando en el oficialismo local dicen que el Frente de Todos tiene la posibilidad de destrabar la situación piensan en ella. No la nombran, pero saben que un llamado de la encumbrada dirigente marplatense serviría. Raverta, por ahora, elige ayudar a Mar del Plata desde su lugar, como directora ejecutiva de Anses. Apenas asumió en el cargo una de las incógnitas que se generó era saber cuál sería el futuro de su proyecto en Mar del Plata. Ella misma las despejó en una reunión que mantuvo con la mesa del Frente de Todos hace 10 días: ratificó que quiere seguir fortaleciendo el espacio en la ciudad y disputar la Intendencia en 2023.

Desde su entorno admitieron que a partir de su llegada a la Anses Raverta cambió de categoría política. Sin embargo, también advirtieron que la idea de que se alejó de Mar del Plata responde más a este tiempo “excepcional” de pandemia y cuarentena que a su nuevo rol como figura política nacional. “Sabemos que ahora tiene muchas más responsabilidades, pero estamos convencidos de que una vez que pase esta situación vamos a volver a verla seguido por la ciudad”, dijo uno de los dirigentes más cercanos a la titular de Anses.

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