El “montenegrismo” de Neme y los millones que se intentan recuperar

El “montenegrismo” de Neme y los millones que se intentan recuperar

El sucesor se mostró como la continuidad de Montenegro. Limitó los aspectos diferenciadores a una cuestión de estilos personales. Santilli, nuevo canal de diálogo. Los fondos "clave" por los que va el municipio. Definiciones e indicios del Gobierno bonaerense.

Por: Ramiro Melucci.

El que esperaba detectar de antemano diferencias entre la gestión de Guillermo Montenegro y la de Agustín Neme no tendrá suerte. Deberá conformarse por ahora con lo que se sabe: que el radicalismo ya no será el socio principal y que ese lugar lo ocupará La Libertad Avanza. Para el resto habrá que tener paciencia: en su primera entrevista como futuro intendente, Neme hizo “montenegrismo” explícito.

El sucesor ratificó la continuidad del rumbo. “No hay que esperar grandes cambios”, avisó. “No hay por qué cambiar un camino que dio resultados”, completó. La única diferencia que admitió es la que devenga de la impronta personal, “porque cada uno tiene su forma”, matizó para no objetar la del actual jefe comunal.

Nada de lo que en las semanas anteriores se había insinuado como rasgo distintivo llegó a la nota de presentación. El cambio generacional, el mayor achicamiento del Estado y la fusión de entes y secretarías no aparecieron en el vocabulario del próximo intendente.

Tan consustanciado con la administración saliente se presentó que, cuando le preguntaron por el gabinete, dijo que ya hay uno, en referencia al actual, y evitó alimentar la danza de nombres de los que podrían asumir el 10 de diciembre. Una manera de frenar las especulaciones públicas y darles tranquilidad en el tramo final a los funcionarios que tienen las valijas hechas.

Nada de lo que en las semanas anteriores se había insinuado como rasgo distintivo llegó a la nota de presentación. 

El día anterior, Neme se había reunido con Montenegro, al que en la entrevista calificó de “referente” y lo definió como un sostén para la etapa que viene. Un sostén que (esto no lo dijo) piloteará a la distancia a los concejales del PRO y será fundamental en la relación con el Gobierno nacional.

Hubo en ese plano una definición de Javier Milei que los dos celebraron al unísono: la designación de Diego Santilli como ministro del Interior. “Sabe cómo generar consensos y acuerdos”, lo elogió Neme, a sabiendas de que esas cualidades serán cruciales también para él y los concejales oficialistas, que ya no serán mayoría en el Concejo Deliberante.

Con ese propósito exhibió su declaración de intenciones: el suyo “no va a ser un gobierno del PRO ni de La Libertad Avanza”, sino “un gobierno marplatense”. Destinada a atraer posibles aliados, como el radical Maximiliano Abad, que había advertido que no sería parte de un “gobierno libertario”.

Frente el nuevo esquema de gobierno, hijo del acuerdo electoral del PRO con La Libertad Avanza, todas las miradas apuntan a la UCR. El papel que decida jugar Abad será determinante para mensurar las posibilidades de éxito de las propuestas oficiales en el Concejo Deliberante.

Tendrá cuatro concejales claves, que le permitirían alcanzar la mayoría al nuevo oficialismo. El senador todavía no dio indicios sobre cómo actuará durante el gobierno de Neme, por lo que solo pueden hacerse elucubraciones. ¿Es posible que un bloque que hasta el 10 de diciembre votará todo a favor pase el día 11 a votar en contra? ¿Es razonable tal transformación cuando una de sus integrantes ya forma parte de la bancada y otra conforma el gobierno municipal? ¿Es coherente, además, cuando la próxima gestión se anuncia con insistencia como una continuidad de la actual?

Diego Santilli, Agustín Neme y Guillermo Montenegro.

Por lo demás, los dirigentes locales del PRO identifican en Santilli un nuevo canal de diálogo con el Gobierno. Es un dato relevante para el período que se inicia, en el que la otra porción del oficialismo vernáculo la aportará La Libertad Avanza, alineada con Karina Milei.

¿Qué pretende el municipio del Gobierno nacional? En principio, lo mismo que del provincial. Fuentes comunales creen que podrían empezar por pagar lo que deben del convenio tripartito para financiar el sistema educativo municipal. Remarcan que ya se acumularon $10 mil millones entre lo que no abonaron las dos administraciones. De Nación reclaman los fondos de 2022, 2023 y 2024; de Provincia lo de los últimos dos años. “Recuperar esos fondos sería fundamental para Mar del Plata”, coinciden en las administraciones saliente y entrante.

El trazo económico estará fijado en el proyecto de presupuesto 2026 que confecciona el secretario de Legal, Técnica y Hacienda, Mauro Martinelli, y del que el próximo intendente está al tanto. Restan definiciones del presupuesto provincial (ya presentado en la Legislatura) y la pauta salarial. Después de un año sin conflictos, la paritaria se reabrirá oficialmente en ocho días y el sindicato municipal ya empezó a hacerlo notar: se declaró en estado de alerta y movilización por “pagos fuera de término” y “riesgo de pagos desdoblados en los próximos meses”. Tensiones en puerta. El modelo que Neme elogia es, para el STM, uno que “pone en riesgo derechos laborales, recaudación municipal y servicios esenciales”.

Hace unos meses, cuando se especulaba con la posibilidad de que se convirtiera en intendente, al jefe del bloque oficialista le preocupaban –al margen del plano financiero– tres cuestiones: el vencimiento inminente del contrato con la empresa recolectora de residuos, las vacantes en los juzgados de faltas y el final de la concesión del transporte. Dos de esos enunciados ya fueron tachados del listado con la prórroga del contrato con la 9 Julio y la designación de tres jueces. El tercero va en vías de hacerlo: al filo del fin de semana, Montenegro presentó en el Concejo la prórroga de los contratos de transporte y un nuevo pliego.

Otro acto final puede considerarse el pase a manos privadas del Estadio José María Minella y el Polideportivo. Mirado con éxtasis por los oficialistas, con desconfianza por la oposición, y difundido en el mismo momento en que el gobernador Axel Kicillof (que en su momento había prometido fondos para un estudio sobre el estadio) pronunciaba un discurso en Mar del Plata.

El mandatario llegó mientras continuaba el intercambio epistolar del peronismo. Después de la carta de Cristina Kirchner en que lo responsabilizó por la derrota del 26 de octubre, los intendentes del Movimiento Derecho al Futuro consideraron “acertada y valiente” la decisión de desdoblar las elecciones.

Kicillof, junto a trabajadores de la Uocra, Gustavo Pulti y Raúl Calamante en la Rambla.

El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, se ocupó de defender la postura en la ciudad. No fue lo único que hizo. En política, lo que todos saben adquiere otra dimensión cuando alguno de los protagonistas lo pone en palabras. El hombre de confianza de Kicillof aseguró que la relación con Fernanda Raverta es “como con cualquier compañero o compañera” y aclaró que la “referencia principal” del gobierno bonaerense en Mar del Plata es Gustavo Pulti.

No dijo si Kicillof prefiere que siga en la Legislatura bonaerense o asuma como concejal, pero pareció dar un indicio de la voluntad del gobernador cuando puntualizó que Pulti “lleva adelante un papel muy importante en la Legislatura y es una de sus principales espadas legislativas”. El referente, por ahora, mantiene el misterio.

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