Martín Guzmán resiste la embestida del kirchnerismo, que se anticipa y da un ultimátum por Wado de Pedro

Martín Guzmán resiste la embestida del kirchnerismo, que se anticipa y da un ultimátum por Wado de Pedro

El ministro de Economía estuvo este domingo en Olivos, de donde se fue ratificado. La Cámpora avisa que no aceptarán que toquen a sus espadas.

La tregua interna que por estas horas pide la Casa Rosada en medio de la disputa entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner tiene a Martín Guzmán como protagonista central. Aunque no es el único cuestionado, el ministro de Economía en su figura aglutina buena parte de lo que la vice le reprocha al Presidente, que por otra parte tiene varios motivos para sostenerlo en su cargo a pesar de los rumores y del feroz enfrentamiento que mantiene con La Cámpora por la Energía.

En las últimas 72 horas, distintas versiones circularon con fuerza en el Gobierno. La más resonante tiene que ver con Guzmán. Sin embargo, el jefe de Estado dice estar conforme con su trabajo y lo respalda. Así se lo transmitió este domingo, en la intimidad de la Quinta de Olivos, donde estuvieron reunidos unas horas, antes de que el jefe de que Fernández acompañara a Fabiola Yáñez al Sanatorio Otamendi para el nacimiento de su hijo. "El Presidente hoy no está pensando en cambios. Son rumores que alguien tira para hacer daño... Irresponsables hay de los dos lados, no sólo del kirchnerismo", se ataja una alta fuente con despacho en Casa Rosada.

Hacía referencia a la posibilidad  de que Eduardo "Wado" de Pedro deje su silla en el Ministerio del Interior y pase a Justicia, un viejo sueño de albertistas que quieren controlar el vínculo con las provincias. "Sería el fin de la coalición en el Gobierno", plantean desde el kirchnerismo, sobre ese escenario que se barajó desde el viernes. 

"Lo hacen para fortalecer y justificar la permanencia de Guzmán", responden desde La Cámpora, con la lógica de que así como para Alberto F. sería un gesto de debilidad entregar la cabeza del ministro de Economía, algo similar representaría para la vice la salida de Wado, quien en septiembre por pedido de su jefa encabezó la saga de "renuncias a disposición" para intentar hacer reaccionar al Presidente. "Se terminaría todo", refuerzan. 

Más allá de Guzmán y De Pedro, la novedad discursiva en torno a los cambios en el Gabinete tiene que ver con la temporalidad. En el Gobierno, distintos interlocutores consultados al respecto se esfuerzan por aclarar que "hoy" no se analizan cambios, lo que deja la puerta abierta a inferir que podrían darse después de Semana Santa, como se especuló este fin de semana. 

"Yo ahora lo que tengo que pensar es en los cambios de pañales”, esquivó Fernández, cuando le preguntaron en Radio 10. Hasta hace poco, cuando se lo abordaba sobre el tema, su negativa era contundente. 

Sucede que el kirchnerismo no cede y mantiene su exigencia por Guzmán. En las últimas horas, con el aval de Cristina, distintas voces del universo K redoblaron sus ataques contra el equipo económico. Y para el ministro se aproximan dos instancias cruciales: las audiencias públicas por la Energía, donde un grupo de asociaciones de consumidores, incentivadas por el kirchnerismo, lo intentarán acorralar con críticas al porcentaje de aumento necesario para reducir los subsidios y cumplir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional; y el anuncio del número de inflación de marzo, que ni el funcionario más optimista vislumbra por debajo del 6 por ciento.

Ese día, además, está previsto que reaparezca públicamente Cristina, en un acto en el Centro Cultural Kirchner. Su discurso puede ser decisivo. 

Las diferencias de Guzmán con el secretario de Energía, Darío Martínez, y el subsecretario Federico Basualdo, dos referentes camporistas, son insalvables. Además, la centralidad que ocupó el ministro en la negociación para conseguir gas para el invierno volvieron a generar rencillas internas. "¿Quiere cortar subsidios y subir tarifas porque se lo pidió el Fondo? Ojalá tenga suerte y no le falle al cálculo de cuánto le va a salir", lo atacan.

Pero no sólo desde el kirchnerismo le marcan el camino a Guzmán. Este lunes, hasta Agustín Rossi, un ultra K devenido en dirigente de confianza de Fernández y con chances de sumarse al Gabinete en un rol importante, le reclamó que ese día dé la cara.  "¿Vamos a esperar de brazos cruzados el índice de inflación? El ministro tiene que salir a dar un horizonte. Tampoco se puede ser mudo en el marco de la política. El miércoles vamos a conocer el índice, sabemos hace un mes que será complicado. ¿Vamos a quedarnos callados?", interpeló en El Destape Radio. 

Con todo, más allá del saludo por el nacimiento de su hijo Francisco, hoy la única posibilidad de acercamiento entre Alberto y Cristina parece estar atada a la salida de Guzmán y de Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), al que este domingo desde el cristinismo volvieron a apuntar por anunciar un acuerdo por financiamiento de microcréditos con la fintech Ualá. 

"Si no hay un cambio de rumbo, los nombres son lo de menos. No importante tanto quiénes sino el 'hacia dónde'", relativiza un dirigente que habla más frecuentemente con Cristina que con Alberto pero que hoy trabaja por la unidad. Pero, en rigor, de ambos lados hay nombres a los que ya se les acabó su crédito. 

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