Macri, Sanz y Carrió ya avanzan en el diseño de una estrategia común

Macri, Sanz y Carrió ya avanzan en el diseño de una estrategia común

El objetivo es negociar una lista única de candidatos a diputados y senadores nacionales; también quieren definir un programa de gobierno compartido

Entusiasmados con las buenas noticias que les trajo la extenuante reunión de la convención nacional de la UCR , Mauricio Macri y Ernesto Sanz ya piensan en los próximos pasos para que la flamante alianza gestada junto a Elisa Carrió se consolide en las próximas semanas.

"Pasó la convención y se confirmó que vamos a internas. Ahora viene la integración de las listas", confió a LA NACION una alta fuente del armado nacional del macrismo. Así, consensuar una lista común de candidatos a diputados y senadores nacionales en cada distrito del país será el primer objetivo para los operadores de Pro y la UCR, una tarea a la que también se sumarán dirigentes cercanos a Carrió.

No será, por cierto, la única tarea difícil que le tocará a la nueva confluencia. La firma del acuerdo electoral con Pro y la CC-ARI; la consolidación de los armados provinciales (íntimamente ligados a las listas legislativas), y la elaboración de un programa de gobierno común figuran en la agenda de los tres partidos que integran la confluencia, aún sin nombre, de cara a las internas del próximo 9 de agosto.

Aunque envalentonado por el aval de su partido -que ayer por la madrugada aprobó su propuesta de alianza con Macri y lo ungió como único candidato radical a presidente-, Sanz tiene claro que el camino no es fácil y presenta varios desafíos. El primero es el tiempo. En los próximos tres meses deberá consensuar con Pro y la Coalición Cívica las listas de candidatos a diputados nacionales.

Lo hará con una premisa que dejó planteada anteayer ante la convención que se reunió en Gualeguaychú: el piso para la negociación será la cantidad de bancas que el radicalismo pone en juego en cada distrito. Números que Emilio Monzó, ministro de Gobierno porteño; el titular partidario, Humberto Schiavoni, y el senador Diego Santilli conocieron en las últimas semanas, cuando las charlas entre macristas y radicales se convirtieron en cotidianas.

Sanz apeló anteayer a la metáfora de la birome para intentar marcar la cancha. "En un acuerdo que integra la UCR nadie puede ser dueño de la birome, por más jefaturas que tenga", advirtió ante sus correligionarios. El armado de las listas, coinciden en ambos espacios, quedará en manos de una mesa chica que irá variando según la provincia. Aumentar la cantidad de bancas en el Congreso es uno de los pilares de la estrategia del radicalismo, que hoy tiene 35 diputados y 26 senadores nacionales.

Afinar los acuerdos en las provincias es otra prioridad conjunta. Los acuerdos están avanzados en las provincias en las que los candidatos radicales tienen chances de desbancar al kirchnerismo, como Mendoza (Alfredo Cornejo), La Rioja (Julio Martínez), Santa Cruz (Eduardo Costa), Catamarca (Eduardo Brizuela del Moral) y Chaco (Aída Ayala), y aquellas en las que la UCR compartirá interna con Pro, como Entre Ríos, con Atilio Benedetti (UCR), por un lado, y Alfredo de Angeli (Pro), por el otro.

La aprobación de la alianza nacional con el macrismo servirá, confían en Pro y la UCR, para terminar de anudar alianzas en distritos clave como Córdoba, donde el radicalismo no definió a su candidato, y la siempre difícil provincia de Buenos Aires, donde Macri impulsa a María Eugenia Vidal y la UCR no tiene postulante definido. Allí, como en ningún otro distrito, se prevén problemas de convivencia. "[Ricardo] Alfonsín jugó muy mal, fue el que más criticó a Macri. Con él va a ser difícil acordar", respondieron, tajantes, cerca del jefe de gobierno.

Sanz y Macri no tienen previsto reunirse en los próximos días, aunque los equipos de ambos empezarán a trabajar en conjunto cuanto antes. "Esto no es un salto al vacío. No empezamos de cero. Llevamos meses de conversaciones informales que ahora, con el resultado de la convención, podemos empezar a traducir en decisiones concretas", sintetizó ayer a LA NACION un estrecho colaborador de Sanz. La foto y la primera actividad en conjunto podrían demorarse hasta la semana próxima, no mucho más.

PROGRAMA COMÚN

El armado de un programa de gobierno estará centrado en compatibilizar las propuestas en las que ya avanzó el equipo de campaña de la UCR con las de Pro, centralizadas en la Fundación Pensar. Más adelante, probablemente después de las PASO, empezará a discutirse más en firme la "distribución de cargos en un eventual gobierno de coalición", confiaron los radicales.

La hoja de ruta de Sanz se completa con su rol de presidente de la UCR. En simultáneo con el armado con Pro deberá ocuparse de las heridas que dejó la convención de Gualeguaychú. Más allá del compromiso formal de apoyar su candidatura, una parte importante del partido resiste el acuerdo con Macri y no piensa disimularlo.

El macrismo, en tanto, también tiene como objetivo sumar a los "heridos de la convención", con eje en el jujeño Gerardo Morales y el tucumano José Cano, quienes sostenían hasta ayer una firme alianza con Sergio Massa con el objetivo de desbancar al PJ que gobierna en esas provincias del norte argentino. "Hay que irlos a buscar", comentan en Pro, aunque el propio Macri sería más cauto y aguardaría un tiempo prudencial antes de iniciar los contactos con esos dirigentes.

La que sí se mostró feliz por el resultado de la reunión de la UCR fue la propia Carrió. "La única unión que sirve es unirse para la República. ¡Felicitaciones! Ernesto, fue difícil, pero lo lograste", escribió la líder de la CC-ARI en su cuenta de Twitter.

"La prioridad es que las listas [de legisladores] sean ejemplares. Pero para eso falta mucho, lo más importante es este cierre republicano", dijo Carrió a LA NACION. Sus diputados Maximiliano Ferraro y Maricel Etchecoin tuvieron y tendrán a su cargo la negociación.

Más allá de la alegría por el resultado en la convención nacional del radicalismo, la cautela es otra de las sensaciones que quedaron en el día después. Y no sólo en la UCR. "Faltan tres meses para cerrar alianzas y listas de candidatos. El proceso será largo y trabajoso", resumió un alto funcionario macrista que está al tanto de las conversaciones que vendrán.

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