Juntos por el Cambio no da quórum y Máximo apuesta a Lavagna y Schiaretti para la emergencia

Juntos por el Cambio no da quórum y Máximo apuesta a Lavagna y Schiaretti para la emergencia

Le pedirían modificaciones. Los de Ramón garantizarían la mayoría, pero los ex oficialistas amenazan con frenar juras para cerrar el recinto. Pero los senadores radicales quieren ayudar para que sea ley el viernes.

 

Máximo Kirchner tomó a su cargo la gestión para aprobar el jueves la ley de emergencia económica en Diputados y con el rechazo de Juntos por el Cambio puso todas las fichas en el interbloque federal, referenciado en Roberto Lavagna y Juan Schiaretti.

 

Pero no podrá evitar decenas de pedidos para anular o modificar artículos emblemáticos y deberá escuchar si no quiere que sean borrados en el debate en particular y el proyecto llegue desguazado al Senado. 

 

"Nuestra voluntad es aprobarlo en general pero exigir cambios y así lo vamos a plantear", confirmaron a LPO dos de los diez miembros de la bancada presidida por Eduardo "Bali" Bucca, ex candidato a gobernador de Lavagna.

 

La integran 10 miembros, 2 cercanos al ex candidato presidencial, 4 al gobernador cordobés, 2 socialistas, el salteño Andrés Zottos y Graciela Camaño. Máximo necesita sólo 9 votos para consolidar una mayoría y entre el viernes y este mediodía tuvo al menos dos reuniones con Bucca y Camaño para acercar posiciones.

 

El saliente gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey visitó el Congreso junto al ex diputado Pablo Kosiner, se juntó con Camaño y emitió un tuit optimista para la Casa Rosada: "El Gobierno Nacional debe contar con las herramientas necesarias para afrontar esta crisis", posteó. De todos modos, en el peronismo creen que la bonaerense se irá antes de votar. 

Máximo negocia una mayoría con bloques chicos, pero Juntos por el Cambio amenaza con bloquear las juras de nuevos diputados para cerrar el recinto. 

 

Y el camino no está totalmente allanado para Máximo, porque algunos de los cambios que le proponían le hacen ruido. Uno sería excluir a los productores rurales chicos del aumento de 3 puntos de las retenciones a las exportaciones.

 

Hace un mes, Schiaretti anticipó en un acto de Córdoba que no avalaría nuevas retenciones por ley, estaba tranquilo con la suba por decreto pero este artículo complicó el respaldo de sus diputados. A Lavanga no lo convencen tantos impuestos nuevos y sus referentes preferirían que el aplicado por las compras de divisas pueda deducirse de Ganancias. Y reclaman una ayuda a los deudores de créditos UVA por automóviles, además de a los hipotecarios.

 

A nadie le gusta el artículo 85, que habilita a Alberto a modificar el rediseño de organismos descentralizados como la Unidad de Información Financiera (UIF) o la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).

El otro bloque minoritario es Unidad Federal para el Desarrollo, presidido por el mendocino José Luis Ramón e integrado por 3 ex PRO, 3 misioneros y el rionegrino Luis Di Giacomo.

 

Recién se reunirán el miércoles para definir una postura, pero si bien en un comunicado el viernes aclararon que las emergencias no son la mejor medida de un presidente, la suspensión del pacto fiscal habría garantizado los votos de Río Negro y Misiones, la provincia que más lo incumplió, según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso.

 

Con este cuarteto, la neuquina Alma Sapag, lavagnistas y schiarettistas hay mayoría simple garantizada para el Gobierno, pero surgió un problema inesperado: en la reunión del interbloque Juntos por el Cambio ganaron los duros, definieron no dar quórum e idearon una arriesgada maniobra para cerrar el recinto. 

 

Consistía en bloquear la sesión previa que convocará Sergio Massa para que juren los reemplazos de diputados que asumieron cargos ejecutivos y por lo tanto impedir que se abra el recinto un rato más tarde para debatir la emergencia.

 

Es una jugada muy al límite, porque puede derivar en una denuncia de extorsión o, en caso de ceder, el oficialismo podría hacer promesas e incumplirlas cuando ya ostente una mayoría propia con otros aliados. Por la noche, los jefes del JxC comenzaron a desactivar ese plan de los ultras, que el comunicado oficial no había descartado.  

Consideraron que la ley "significa anular el Congreso Nacional delegando todas sus funciones constitucionales en el Poder Ejecutivo Nacional", que "más de un 40% del electorado" los "eligió para defender los valores republicanos que se conjugan en Juntos por el Cambio", e informan que "por unanimidad, el Interbloque resolvió no dar quórum en la sesión del próximo jueves". No aclaran si tampoco quieren que juren sus colegas.

 

La radicalización de los ex oficialistas alteró a los radicales moderados y cercanos a los gobernadores que el lunes se reunieron con el presidente y al día siguiente se sumaron a la suspensión del pacto fiscal junto a sus colegas peronistas. 

Tanta era la voluntad de colaborar que lograron que los senadores de la UCR, presididos por Luis Naidenoff,  aceptaran aportar los dos tercios el próximo viernes para sancionar la ley sin siquiera un dictamen de comisión, que los obligaría a esperar una semana para ir al recinto y perder. Lograron sumar al PRO en esa concesión. 

Muy diferente a los diputados de su fuerza política, dispuestos a cerrar el recinto como sea. Máximo ya no habla con ellos. Apuesta a Lavagna, Schiaretti y a los partidos provinciales. 

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